Una sevillana explica cómo consiguió sacarse el C1 de euskera: «Tenía pesadillas con el examen oral»

Para trabajar como funcionario en el País Vasco , un requisito necesario en muchos casos es tener un conocimiento de euskera equivalente a los niveles B2 o C1. Esto sirve de barrera para muchos sanitarios y docentes que tienen la intención de ejercer allí desde otra comunidad autónoma o país. Sin embargo, en algunos casos, los hay que anteponen ese deseo y se animan a aprender la lengua vasca . Este fue el caso de María Eche, una sevillana que estudió magisterio en la capital hispalense, pero que tenía claro que quería vivir en el País Vasco . Con lo cual, necesitaba el C1 de euskera para trabajar en colegios de allí , lo cual acabó logrando mientras residía en esta comunidad autónoma, en el pueblo de su familia, en Urdaibai. Fue en un vídeo publicado en su cuenta de TikTok ( @mariaechd29 ) donde María explicó cómo consiguió sacarse el C1. « Empecé a estudiar euskera de cero porque yo no tenía ni idea . O sea, yo sabía lo que me habían enseñado de niña porque yo veraneaba allí de pequeña. Pues los números, algunos colores y poco más. Es verdad que, luego, cuando era un poco más mayor, salía con mis amigas e iba a las romerías de los pueblos y me encantaban las canciones. Entonces, me empecé a aprender las letras de las canciones sin tener ni idea de lo que decían. Es verdad que tenía un poquito de base, pero vamos, gramática y eso, cero «, comienza diciendo. Con lo cual, al estar muy lejos del nivel exigido para ejercer como docente en el País Vasco, « me apunté al euskaltegi y empecé con el A1 . Iba de lunes a jueves, dos horas y media al día; es decir, diez horas a la semana. El primer año dimos como unos meses el A1 y, luego, el A2. Me saqué el A2 al final del curso escolar , digamos. Me encantaba ir a clase. Es verdad que el primer año era más divertido porque era todo muy de vocabulario y demás, pero me lo pasé genial. Creo que me enseñaron súper bien, que los primeros años hice como una base muy buena, que luego me sirvió para sacarme el C1«. Superados los dos primeros niveles, « el segundo año empecé con el B1 . En octubre empezamos, lo que pasa es que en enero me fui a vivir fuera, pero mi profesora me dijo que en diciembre, realmente, ya tenía el nivel de B1. Entonces, me saqué el B1 en esos meses. Cuando volví, empecé con el B2, que ya me habían avisado que era un salto importante. Estuve ese año entero con el B2, que eso ya me costó un poco más . Pero, como digo, iba muchísimas horas a la semana, intentaba escuchar música en euskera, seguía cuentas en Instagram de euskera... O sea, intentaba un poco aprender por mi cuenta también. Total, que al final de ese tercer año me conseguí sacar el B2 , que para mí fue como un logro increíble, pero ahora venía el C1, que le tenía un miedo tremendo, evidentemente«. Al hablar de ese proceso de aprendizaje, esta sevillana matizó que «el euskera que sabía era, y es, batua. Y yo ahí estaba en el euskaltegi de Gernika. Entonces, la gente hablaba con el euskera de Gernika, evidentemente. Justo coincidió que me mudé a Bilbo y, ahí, me apunté a la escuela de idiomas porque empecé ya a trabajar en un colegio y demás. Entonces, para compaginarlo, me venía mejor dos días a la semana en vez de cuatro. Pero, al final, t uve que dejarlo porque cambié de trabajo... Fue un poco lío. Al final, ese año, no toqué nada de euskera. Yo decía 'madre mía, verás tú cuando me toque volver'«. Después de este breve parón a las puertas del C1 de euskera, fue en el curso 2023-2024 cuando »me volví a apuntar a la escuela de idiomas de Bilbo. Este año ya sí que me lo tomé súper enserio. Me costó un montón porque estaba estudiando otra cosa a la vez, trabajando en un colegio... Estuve a mil cosas, pero en junio me lo conseguí sacar. Es que ha sido mi mayor logro de mi vida, de verdad . De hecho, me acuerdo que, cuando vi la nota, me puse a llorar, que nunca he llorado por la nota de un examen«. Por último, con el C1 de euskera ya conseguido, María afirmó que su experiencia «ha sido súper buena, tanto en el euskaltegi como en hizkuntza eskola. He tenido profesores buenísimos, que me acuerdo de ellos perfectamente. Es verdad que este año he tenido que volver al sur, estoy en la provincia de Cádiz viviendo y trabajando, pero en cuanto pueda me voy a volver allí. Como muy tarde, en septiembre ya estoy allí otra vez. Así que voy a tener que practicar muchísimo mi euskera porque este año, obviamente, no estoy hablando nada. Estoy segura de que se me ha olvidado más de lo que me gustaría, pero bueno... Poliki, poliki (poco a poco)«. Y dejó claro que » no hablo euskera con acento andaluz , que me lo ha preguntado muchísima gente, y no. Lo que más me ha costado, sin duda, diría que ha sido el ahozko, tenía pesadillas con el examen oral , pero al final lo saqué medianamente bien. Y lo mejor que se me da, creo que es escribir ; es como que tengo tiempo para pensar. Hablando no puedo corregir, entonces me cuesta muchísimo. Es un camino muy duro, pero la gente siempre me ha ayudado muchísimo«.

Feb 18, 2025 - 12:10
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Una sevillana explica cómo consiguió sacarse el C1 de euskera: «Tenía pesadillas con el examen oral»
Para trabajar como funcionario en el País Vasco , un requisito necesario en muchos casos es tener un conocimiento de euskera equivalente a los niveles B2 o C1. Esto sirve de barrera para muchos sanitarios y docentes que tienen la intención de ejercer allí desde otra comunidad autónoma o país. Sin embargo, en algunos casos, los hay que anteponen ese deseo y se animan a aprender la lengua vasca . Este fue el caso de María Eche, una sevillana que estudió magisterio en la capital hispalense, pero que tenía claro que quería vivir en el País Vasco . Con lo cual, necesitaba el C1 de euskera para trabajar en colegios de allí , lo cual acabó logrando mientras residía en esta comunidad autónoma, en el pueblo de su familia, en Urdaibai. Fue en un vídeo publicado en su cuenta de TikTok ( @mariaechd29 ) donde María explicó cómo consiguió sacarse el C1. « Empecé a estudiar euskera de cero porque yo no tenía ni idea . O sea, yo sabía lo que me habían enseñado de niña porque yo veraneaba allí de pequeña. Pues los números, algunos colores y poco más. Es verdad que, luego, cuando era un poco más mayor, salía con mis amigas e iba a las romerías de los pueblos y me encantaban las canciones. Entonces, me empecé a aprender las letras de las canciones sin tener ni idea de lo que decían. Es verdad que tenía un poquito de base, pero vamos, gramática y eso, cero «, comienza diciendo. Con lo cual, al estar muy lejos del nivel exigido para ejercer como docente en el País Vasco, « me apunté al euskaltegi y empecé con el A1 . Iba de lunes a jueves, dos horas y media al día; es decir, diez horas a la semana. El primer año dimos como unos meses el A1 y, luego, el A2. Me saqué el A2 al final del curso escolar , digamos. Me encantaba ir a clase. Es verdad que el primer año era más divertido porque era todo muy de vocabulario y demás, pero me lo pasé genial. Creo que me enseñaron súper bien, que los primeros años hice como una base muy buena, que luego me sirvió para sacarme el C1«. Superados los dos primeros niveles, « el segundo año empecé con el B1 . En octubre empezamos, lo que pasa es que en enero me fui a vivir fuera, pero mi profesora me dijo que en diciembre, realmente, ya tenía el nivel de B1. Entonces, me saqué el B1 en esos meses. Cuando volví, empecé con el B2, que ya me habían avisado que era un salto importante. Estuve ese año entero con el B2, que eso ya me costó un poco más . Pero, como digo, iba muchísimas horas a la semana, intentaba escuchar música en euskera, seguía cuentas en Instagram de euskera... O sea, intentaba un poco aprender por mi cuenta también. Total, que al final de ese tercer año me conseguí sacar el B2 , que para mí fue como un logro increíble, pero ahora venía el C1, que le tenía un miedo tremendo, evidentemente«. Al hablar de ese proceso de aprendizaje, esta sevillana matizó que «el euskera que sabía era, y es, batua. Y yo ahí estaba en el euskaltegi de Gernika. Entonces, la gente hablaba con el euskera de Gernika, evidentemente. Justo coincidió que me mudé a Bilbo y, ahí, me apunté a la escuela de idiomas porque empecé ya a trabajar en un colegio y demás. Entonces, para compaginarlo, me venía mejor dos días a la semana en vez de cuatro. Pero, al final, t uve que dejarlo porque cambié de trabajo... Fue un poco lío. Al final, ese año, no toqué nada de euskera. Yo decía 'madre mía, verás tú cuando me toque volver'«. Después de este breve parón a las puertas del C1 de euskera, fue en el curso 2023-2024 cuando »me volví a apuntar a la escuela de idiomas de Bilbo. Este año ya sí que me lo tomé súper enserio. Me costó un montón porque estaba estudiando otra cosa a la vez, trabajando en un colegio... Estuve a mil cosas, pero en junio me lo conseguí sacar. Es que ha sido mi mayor logro de mi vida, de verdad . De hecho, me acuerdo que, cuando vi la nota, me puse a llorar, que nunca he llorado por la nota de un examen«. Por último, con el C1 de euskera ya conseguido, María afirmó que su experiencia «ha sido súper buena, tanto en el euskaltegi como en hizkuntza eskola. He tenido profesores buenísimos, que me acuerdo de ellos perfectamente. Es verdad que este año he tenido que volver al sur, estoy en la provincia de Cádiz viviendo y trabajando, pero en cuanto pueda me voy a volver allí. Como muy tarde, en septiembre ya estoy allí otra vez. Así que voy a tener que practicar muchísimo mi euskera porque este año, obviamente, no estoy hablando nada. Estoy segura de que se me ha olvidado más de lo que me gustaría, pero bueno... Poliki, poliki (poco a poco)«. Y dejó claro que » no hablo euskera con acento andaluz , que me lo ha preguntado muchísima gente, y no. Lo que más me ha costado, sin duda, diría que ha sido el ahozko, tenía pesadillas con el examen oral , pero al final lo saqué medianamente bien. Y lo mejor que se me da, creo que es escribir ; es como que tengo tiempo para pensar. Hablando no puedo corregir, entonces me cuesta muchísimo. Es un camino muy duro, pero la gente siempre me ha ayudado muchísimo«.