Una espectacular ruta entre cañones y aguas cristalinas en Córdoba
Ubicado en el Parque Natural Sierras Subbéticas, este camino es perfecto para una escapada en la naturaleza a través de rocas de hace más de 170 millones de años.

Viajamos hasta Andalucía para conocer un espectacular paraje natural, de esos que quitan el aliento y te hacen reconectar contigo mismo, dejando atrás el bullicio y ajetreo de la gran ciudad. Nos dirigimos a la encantadora provincia de Córdoba, donde encontramos el destino perfecto para los amantes del deporte al aire libre que buscan una escapada de relax.
En sureste del territorio cordobés habita el Parque Natural de las Sierras Subbéticas, un imponente espacio con más de 32.000 hectáreas que incluyen un tramo de las inmensas Cordilleras Béticas, que recorren el sur del país desde Gibraltar hasta el levante.
El sendero del río Bailón
Una de las rutas de senderismo más bonitas y frecuentadas de la Subbética es la del río Bailón. A través de este agradable camino se atraviesa el macizo calcáreo de la Sierra de Cabra y el río Bailón, que da nombre a la senda, y que veremos nacer y posteriormente su llegada al Guadalquivir. Sin duda toda una maravilla natural.
El paisaje kárstico del lugar destaca por las formaciones provocadas por la erosión del agua sobre las rocas desde hace más de 170 millones de años. Además, allí encontraremos Las Chorreras, un enclave en el que las lluvias crean auténticas cascadas al deslizarse entre grandes piedras, creando una imagen única a la par que espectacular.
La ruta del río Bailón
Esta preciosa ruta lineal del municipio cordobés de Cabra tiene una distancia de 12 kilómetros. Se realiza en aproximadamente cinco horas y se considera de dificultad media. Antes de emprender el sendero es fundamental saber que se requiere una autorización que puede solicitarse de manera telemática en la web del Parque Natural Sierras Subbéticas.
El camino comienza desde el pueblo de Zuheros, donde encontraremos un aparcamiento en el que dejar el coche e iniciar la ruta. Una vez allí empezamos a descender haca el río siguiendo los carteles y señalizaciones que indican la dirección. La parte inicial consiste en un sendero ascendente que atraviesa el cañón para llegar el Mirador de la Atalaya.
A continuación seguiremos el camino por el fondo del barranco donde encontraremos grandes paredes rocosas con algunas cuevas. A medida que avancemos cruzaremos el cauce del río, que suele ir vacío, pero hay que tener cuidado de no resbalar. Al alcanzar la Fuente del Madroño continuaremos las indicaciones del sendero.
El camino comenzará a ascender por la ladera, alejándose del cauce del río. En este momento podremos apreciar la belleza de los árboles cubiertos de líquenes, una especie de hongo colorido y que forman parte de un enclave al que muchos conocen como el bosque encantado. Este es un buen punto para disfrutar del entorno natural que nos rodea.
Una vez pasada esta zona, en la que el cañón ha comenzado a cerrarse, llegaremos a un amplio espacio abierto conocido como el paraje de la Fuenfría, un lugar en el que encontramos la fuente y el cortijo homónimos y donde encontraremos la siguiente señalización.
El camino continúa hasta la Nava, el final de nuestra ruta, y donde comienza el viaje de retorno por el mismo lugar, no sin antes pasar por la espectacular cascada de Las Chorreras, un paraje natural mágico que merece la pena pararse a contemplar. Una vez terminado emprendemos el camino de vuelta hacia el pueblo tratando de descubrir cosas que quizás antes habíamos pasado por alto.