Un químico explica por qué al quemar algunos quesos en lonchas se vuelven negros en vez de derretirse
La clave está en los ingredientes que componen el queso que, en algunos casos, se trata de un sucedáneo.

No todos los quesos en loncha que se venden en los supermercados son realmente queso. La diferencia entre el queso real y el sucedáneo está en los ingredientes que contienen, que incluso hacen que el primero se derrita al aplicar calor sobre él y el segundo se queme, tal y como explica el doctor en química y divulgador Vladimir Sánchez.
Este experto, conocido en redes sociales como BreakingVlad, ha explicado qué procesos químicos forman parte de este fenómeno en un reciente vídeo publicado en su canal.
Por un lado, expone, "el queso real proviene de la leche y contiene caseína, una proteína que al calentarla pierde su estructura y se vuelve flexible, permitiendo que el queso se derrita".
Sin embargo, "los sucedáneos de queso suelen llevar una parte proporcional de queso, pero añaden almidones y otros aditivos para abaratar los costes y producir más cantidad", prosigue.
Según explica este químico, "en esos sucedáneos, esos almidones y aceites que se le añaden, no tienen por qué comportarse igual. Y al aplicar calor, estos almidones tienden a quemarse, y además, algunos pueden contener estabilizantes que ofrezcan cierta resistencia al calor".
Por este motivo, indica, "aunque los sucedáneos intenten imitar al queso, su composición es bastante diferente y su aporte nutricional también".
De ahí que haya que revisar siempre en las etiquetas de este tipo de productos en los supermercados antes de comprarlos. "Si te fijas en las etiquetas de estos quesos y ves que contienen almidón, probablemente estemos hablando de un sucedáneo y no de un queso real", concluye el experto.