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Un estudio revela que la dieta mediterránea podría ser el secreto para potenciar tu cerebro y aprendizaje
El reciente estudio publicado en Gut Microbes Report ha arrojado nuevos hallazgos sobre los beneficios de la dieta mediterránea, que hasta ahora se asociaban principalmente con la salud cardiovascular. La investigación, realizada por la Universidad de Tulane en Estados Unidos, señala que este tipo de alimentación también podría tener efectos positivos en la memoria y la capacidad cognitiva de adaptación, es decir, la flexibilidad cognitiva. La dieta mediterránea, que se caracteriza por un alto consumo de aceite de oliva, pescado, frutas, verduras y fibra, ha sido reconocida por sus efectos en la salud del corazón. Sin embargo, el estudio, llevado a cabo en ratas, ha abierto una nueva línea de investigación, al mostrar que esta dieta también podría influir positivamente en el cerebro. El éxito en las pruebas de laberinto En el experimento, las ratas alimentadas con una dieta mediterránea durante 14 semanas percibieron un aumento en la abundancia de bacterias intestinales beneficiosas y una disminución de bacterias asociadas con dietas altas en grasas saturadas. Este cambio en el microbiota intestinal se vinculó a una mejora en el rendimiento cognitivo de los animales. En las pruebas de laberinto, que evalúan la memoria y el aprendizaje, las ratas que seguían la dieta mediterránea obtuvieron mejores resultados que aquellas alimentadas con una dieta occidental típica, de acuerdo con el medio finés Tieteen Kuvalehti. Demetrius M. Maraganore, investigador principal del estudio y miembro del Centro de Neurociencia Clínica de la Universidad de Tulane, explicó que estos hallazgos podrían tener implicaciones más amplias. "Nuestros resultados sugieren que la dieta mediterránea o sus efectos biológicos podrían aprovecharse para mejorar el rendimiento académico en adolescentes o el desempeño laboral en adultos jóvenes", indicó en un comunicado de prensa. Aunque los resultados obtenidos en ratas son prometedores, los investigadores subrayan que son necesarios estudios adicionales en humanos para confirmar si estos efectos también se producen en personas. El estudio se centró en ratas jóvenes, cuya edad equivaldría aproximadamente a la de un humano de 18 años, etapa clave para el desarrollo cognitivo. Los resultados de este estudio abren nuevas posibilidades sobre cómo la dieta puede influir no solo en la salud física, sino también en la función cognitiva. A medida que la ciencia avanza, podría surgir más evidencia que respalde la idea de que lo que comemos tiene un impacto directo en nuestras capacidades mentales.
El reciente estudio publicado en Gut Microbes Report ha arrojado nuevos hallazgos sobre los beneficios de la dieta mediterránea, que hasta ahora se asociaban principalmente con la salud cardiovascular. La investigación, realizada por la Universidad de Tulane en Estados Unidos, señala que este tipo de alimentación también podría tener efectos positivos en la memoria y la capacidad cognitiva de adaptación, es decir, la flexibilidad cognitiva. La dieta mediterránea, que se caracteriza por un alto consumo de aceite de oliva, pescado, frutas, verduras y fibra, ha sido reconocida por sus efectos en la salud del corazón. Sin embargo, el estudio, llevado a cabo en ratas, ha abierto una nueva línea de investigación, al mostrar que esta dieta también podría influir positivamente en el cerebro. El éxito en las pruebas de laberinto En el experimento, las ratas alimentadas con una dieta mediterránea durante 14 semanas percibieron un aumento en la abundancia de bacterias intestinales beneficiosas y una disminución de bacterias asociadas con dietas altas en grasas saturadas. Este cambio en el microbiota intestinal se vinculó a una mejora en el rendimiento cognitivo de los animales. En las pruebas de laberinto, que evalúan la memoria y el aprendizaje, las ratas que seguían la dieta mediterránea obtuvieron mejores resultados que aquellas alimentadas con una dieta occidental típica, de acuerdo con el medio finés Tieteen Kuvalehti. Demetrius M. Maraganore, investigador principal del estudio y miembro del Centro de Neurociencia Clínica de la Universidad de Tulane, explicó que estos hallazgos podrían tener implicaciones más amplias. "Nuestros resultados sugieren que la dieta mediterránea o sus efectos biológicos podrían aprovecharse para mejorar el rendimiento académico en adolescentes o el desempeño laboral en adultos jóvenes", indicó en un comunicado de prensa. Aunque los resultados obtenidos en ratas son prometedores, los investigadores subrayan que son necesarios estudios adicionales en humanos para confirmar si estos efectos también se producen en personas. El estudio se centró en ratas jóvenes, cuya edad equivaldría aproximadamente a la de un humano de 18 años, etapa clave para el desarrollo cognitivo. Los resultados de este estudio abren nuevas posibilidades sobre cómo la dieta puede influir no solo en la salud física, sino también en la función cognitiva. A medida que la ciencia avanza, podría surgir más evidencia que respalde la idea de que lo que comemos tiene un impacto directo en nuestras capacidades mentales.
