Trucos de estilista para vestir la cama
Los dormitorios pequeñospueden sentirse mucho más acogedores, pero intentar ampliarlos visualmente es una opción que vale la pena intentar. Así, a pesar de sus reducidas dimensiones, la estancia se verá mucho más despejada y aireada. Aquellos más saben sobre decoración e interiorismo, nos han dado cientos de consejos para hacer que nuestra casa se vea más bonita, cálida y agradable. Entre sus tips, se han colado los de la estilista Sol van Dorssen, quien nos ha explicado que la mejor opción para un dormitorio pequeño, es escoger una paleta cromática en tonos suaves.Pero, ¿cómo integramos estos tonos suaves y neutros en nuestro dormitorio para que quede lo más estiloso posible? Sol van Dorssen nos da la solución: "el truco está en vestir la cama con muchas capas", dice. Te contamos todos los detalles:La cama, ¡a todo volumen!Pasos para integrar colores suaves en un dormitorio pequeñoLa estilista nos enseña el orden perfecto para ir integrando las tonalidades suaves a través de la cama de nuestro dormitorio en varias capas.Paso 1: una base neutra que combine con todoEl primer paso sería escoger una base neutra que combine con todo, como una sábana bajera blanca o beige, una sábana encimera a juego y almohadas rectangulares en las que nos apoyaremos para dormir.Paso 2: integrar "lo decorativo"A continuación, integraremos lo decorativo, es decir, una funda nórdica de lino lavado en blanco o beige, un par de cojines grandes (65x65 centímetros) a juego con la funda, otros dos cojines para colocar por delante de los grandes, de 40x60 centímetros, por ejemplo, y finalmente, los pequeños, de 50x30 centímetros. Por último, un pie de cama acolchado de lino o terciopelo a los pies de la cama (según estación del año, de un tejido u otro) y una manta por encima o plaid.Además, podemos jugar con cojines en tonos suaves, pero con algún dibujo o estampado fino para darle un punto de color sin llegar a ser muy recargado. "También en este caso, el pie de cama acolchado lo pondría en un tono suave, como un mostaza suave o verde salvia, y la manta podría ser en un tono neutro o en alguno de los tonos de los cojines", explica Sol.Paso 3: animarse con el colorSi tienes la base neutra, tendrás infinidad de combinaciones para incorporar cojines y mantas. Si el dormitorio tiene poca luz natural o es muy pequeño, seguramente tu mejor opción será escoger tonos neutros y suaves para que el espacio tenga sensación de amplitud. Si tu dormitorio es grande, ¡tendremos más opciones de atrevernos a colocar la cama con color sin miedo!Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter.

Los dormitorios pequeñospueden sentirse mucho más acogedores, pero intentar ampliarlos visualmente es una opción que vale la pena intentar. Así, a pesar de sus reducidas dimensiones, la estancia se verá mucho más despejada y aireada. Aquellos más saben sobre decoración e interiorismo, nos han dado cientos de consejos para hacer que nuestra casa se vea más bonita, cálida y agradable. Entre sus tips, se han colado los de la estilista Sol van Dorssen, quien nos ha explicado que la mejor opción para un dormitorio pequeño, es escoger una paleta cromática en tonos suaves.
Pero, ¿cómo integramos estos tonos suaves y neutros en nuestro dormitorio para que quede lo más estiloso posible? Sol van Dorssen nos da la solución: "el truco está en vestir la cama con muchas capas", dice. Te contamos todos los detalles:
La cama, ¡a todo volumen!
Pasos para integrar colores suaves en un dormitorio pequeño
La estilista nos enseña el orden perfecto para ir integrando las tonalidades suaves a través de la cama de nuestro dormitorio en varias capas.
Paso 1: una base neutra que combine con todo
El primer paso sería escoger una base neutra que combine con todo, como una sábana bajera blanca o beige, una sábana encimera a juego y almohadas rectangulares en las que nos apoyaremos para dormir.
Paso 2: integrar "lo decorativo"
A continuación, integraremos lo decorativo, es decir, una funda nórdica de lino lavado en blanco o beige, un par de cojines grandes (65x65 centímetros) a juego con la funda, otros dos cojines para colocar por delante de los grandes, de 40x60 centímetros, por ejemplo, y finalmente, los pequeños, de 50x30 centímetros. Por último, un pie de cama acolchado de lino o terciopelo a los pies de la cama (según estación del año, de un tejido u otro) y una manta por encima o plaid.
Además, podemos jugar con cojines en tonos suaves, pero con algún dibujo o estampado fino para darle un punto de color sin llegar a ser muy recargado. "También en este caso, el pie de cama acolchado lo pondría en un tono suave, como un mostaza suave o verde salvia, y la manta podría ser en un tono neutro o en alguno de los tonos de los cojines", explica Sol.
Paso 3: animarse con el color
Si tienes la base neutra, tendrás infinidad de combinaciones para incorporar cojines y mantas. Si el dormitorio tiene poca luz natural o es muy pequeño, seguramente tu mejor opción será escoger tonos neutros y suaves para que el espacio tenga sensación de amplitud. Si tu dormitorio es grande, ¡tendremos más opciones de atrevernos a colocar la cama con color sin miedo!
Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter.