Sumar vuelve a tensionarse ante las iniciativas sobre el rearme y la OTAN que se votan esta semana en Congreso
El brusco viraje en la política de defensa que ha prometido llevar a cabo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vuelve a tensar las costuras tanto de...

El brusco viraje en la política de defensa que ha prometido llevar a cabo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vuelve a tensar las costuras tanto de la alianza que forman PSOE y Sumar en el Ejecutivo como de la propia coalición Sumar. Este jueves se votarán en el Congreso dos iniciativas sobre el tema sin efectos legales, pero con relevancia política: una del PP "relativa a reafirmar el apoyo a Ucrania y fortalecer la relación transatlántica" y una segunda, del BNG, que pide que España salga de la OTAN y rechace el plan de rearme propuesto por la Comisión Europea por valor de 800.000 millones de euros. Una de ellas puede provocar que las dos formaciones que integran el Gobierno voten separadas; la otra amenaza con ahondar en la fractura interna que genera este asunto a Sumar.
Estas iniciativas son importantes no porque puedan modificar la hoja de ruta de Sánchez, sino porque tienen la capacidad de evidenciar las serias dificultades que va a tener la Moncloa para imponer su estrategia ante el nuevo escenario geopolítico. De hecho, ninguno de los dos textos que se debatirán (el del PP el martes y el del BNG, previsiblemente, el miércoles) tendrían efectos jurídicos, incluso si fueran aprobados por el Congreso: el de los populares es una proposición no de ley y el de los nacionalistas gallegos, una moción, ambas figuras cuya función es tan solo que el legislativo pida al Gobierno a tomar determinadas decisiones.
Pero eso no implica que estas votaciones no supongan un quebradero de cabeza para el Ejecutivo y, particularmente, para Sumar. Fuentes de la coalición que lidera Yolanda Díaz confirman que votarán en contra de la proposición no de ley del PP, que apuesta por "cumplir con los compromisos adquiridos por España con la Alianza Atlántica relativos a la inversión en defensa a la mayor brevedad posible". Sumar ha manifestado públicamente su rechazo a elevar hasta el equivalente al 2% del PIB la inversión en defensa a escala nacional, y apuesta por que, si se tiene que gastar más en esta materia, se haga a escala europea y con fondos de la UE.
El problema para el Gobierno es que el PSOE sí está de acuerdo con este aumento del presupuesto militar y, de hecho, el único punto que podría chirriar a los socialistas de la iniciativa presentada por el PP es el quinto, que pide "garantizar que cualquier decisión que afecte a la posición de España en relación con la guerra en Ucrania, el vínculo transatlántico o los compromisos con la OTAN sea debatida y aprobada por mayoría en el Congreso de los Diputados". Sánchez confirmó ya hace días que solo llevará a la Cámara Baja las cuestiones imprescindibles, y el Gobierno tiene la capacidad de mover partidas de gasto para incrementar el presupuesto en defensa sin recibir el beneplácito del legislativo.
El PP aún no ha decidido si pedirá que esta iniciativa se vote por puntos el próximo jueves, en lugar de que los diputados expresen su opinión sobre el texto completo. De ser así, se abriría la puerta a que los partidos que forman parte del Gobierno, que habitualmente votan unidos, lo hagan por separado: Sumar ya tiene decidido que se va a oponer al conjunto de la propuesta del PP, pero lo cierto es que el PSOE se ha mostrado en los últimos días expresamente a favor de todos los epígrafes que recoge la iniciativa (incluida la petición para elevar el gasto en defensa "a la mayor brevedad posible"), a excepción del punto que pide someter todas las decisiones sobre política de seguridad a votación en el Congreso.
Sumar intenta enmendar la moción del BNG
En segundo lugar, la moción presentada por el BNG amenaza con provocar que vuelvan a emerger las diferencias internas en Sumar con respecto a la política de defensa. La dirección del grupo parlamentario, con representación de todos los partidos de la coalición, se reunió este lunes, y fuentes de la alianza explican que en dicho encuentro se acordó presentar enmiendas a la iniciativa. Sumar discrepa de la misma, fundamentalmente, en dos puntos: su radical oposición a la propuesta de la Comisión Europea "de constituir un fondo de 800.000 millones de euros para destinar a gastos de defensa y compra de armamento" y su exigencia de "renunciar a la participación del Estado español en la OTAN, abandonando esa alianza militar y reclamando su disolución".
Lo que han pactado las principales formaciones presentes en Sumar (IU, Más Madrid, Compromís y Catalunya en Comú, además de Movimiento Sumar, el pequeño partido de Yolanda Díaz) es intentar negociar con el BNG una nueva redacción de esos dos puntos. Con respecto a los 800.000 millones propuestos por la UE, la coalición quiere que la moción pida invertirlos en una política de "seguridad" —no solo de defensa— que incluya no solo la pata militar, sino también la ciberseguridad o la autonomía industrial. Y en relación a la OTAN, lo pactado por los partidos de Sumar es proponer una redacción que incida en la necesidad de que Europa tenga un modelo de defensa desvinculado de la Alianza Atlántica, pero sin pedir expresamente la salida de la misma.
No obstante, serán los nacionalistas gallegos los que tengan la última palabra sobre si quieren cambiar su moción para ganarse el apoyo de Sumar, aunque incluso en tal caso el texto tendría muy complicado salir adelante por las reticencias que despierta en el PSOE. Si el BNG, por el contrario, decide mantener su iniciativa tal cual la ha presentado, Sumar no confirma cuál será el sentido de su voto. Y el problema para Díaz es que el texto, sin cambios, es visto con buenos ojos por una parte de la coalición, particularmente por IU, que se siente perfectamente cómoda con la petición expresa de salir de la OTAN y también con el rechazo a cualquier plan europeo de rearme.
No obstante, las fuentes consultadas prefieren ir paso a paso y evitan pronunciarse sobre una eventual ruptura de la unidad de voto dentro de Sumar si el BNG no acepta las enmiendas presentadas por el grupo en conjunto. "Primero vamos a negociar, y si no se aceptan los cambios que proponemos, ya veremos la votación", plantean fuentes del sector más próximo a Yolanda Díaz.