Solo tienes 24 horas para verla: la película de Russell Crowe como 'El exorcista del Papa' se va de Netflix

La relación entre Russell Crowe y el Vaticano se remonta al año 2022, cuando el actor lo visitó junto a su familia y recibió una invitación formal para acudir a la Capilla Sixtina sin la presencia de turistas. Durante su paseo contemplando los frescos, el sacerdote que se encargaba de guiarlos encendió las luces que tan solo alumbran la estancia cuando es el Papa el que acude a visitarla. Un honor que sorprendió al actor y que el clérigo justificó expresando su admiración por su trabajo: "Máximo, eres el octavo rey de Roma".

Pero el papel que interpretaría ese mismo año estaba algo lejos del mítico hispano que alcanzó su venganza en la película de Ridley Scott, ya que se trataba de un personaje basado en una persona real. Un sacerdote que existió y que desempeñó el inquietante rol de exorcista de la diócesis de Roma. Un hombre cuya figura ya había sido objeto del documental The Devil and Father Amorth, dirigido por Willian Friedkin, a la postre director de la madre de todas las madres en tan oscura materia: El exorcista.

El padre Amorth fue una figura controvertida y su encarnación en el cine bien merecía la presencia de alguien con el carisma del actor neozelandés. La cinta se centra en el viaje que debe realizar a la España de finales de los años ochenta para investigar una abadía de San Sebastián. Una vez allí, se confrontará con fuerzas oscuras que habían permanecido latentes desde la Santa Inquisición y que acabarán por poner a prueba su fe.

Los exorcismos de Russell Crowe

El exorcista del Papa da lo que promete en un espectáculo sin prejuicios de Julius Avery, director de Overlord. Una película que parte de un personaje real para llevarnos a una historia de terror regada por el imaginario satanista y apocalíptico. Un exceso en el que Crowe parece desenvolverse con soltura y disfrute, siendo de lejos lo más destacable de todo el conjunto.

Y es que el actor no solo parece sentirse cómodo en la piel del sacerdote, sino que además también se enfrentó a su personaje con el rigor que le caracteriza. Esta vez no tuvo que recurrir a ninguna dieta especial, pero sí viajó hasta el Vaticano para conocer a algunos amigos de Amorth (fallecido en 2016), algunos de los cuales habían presenciado exorcismos.

Una temática con la que el actor parecía familiarizado a tenor de su rodaje anterior, El exorcismo de Georgetown, película que permaneció en un limbo de distribución y que consiguió salir a la luz gracias al éxito de la que nos ocupa en estas líneas. Estrenada un año después, este otro acercamiento al universo demoníaco nos presentaba a un Crowe que interpretaba a un actor en la piel de un exorcista. Un exceso de ambientaciones malsanas que prometen tener continuidad con la secuela de este 'biopic' desatado del padre Amorth.

Mientras tanto, hay que darse prisa para no dejarla escapar, ya que la plataforma de la gran N la eliminará de su catálogo en 24 horas. Como premio de consolación, todavía existe margen para disfrutar de El exorcismo de Georgetown, aunque esta vez en Movistar Plus+.

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