Fue antigua vía romana, pero ahora es una ruta de senderismo poco conocida que conduce a un pueblo

Este impresionante itinerario discurre por entornos apasionantes de la Comunidad Foral de Navarra y es idóneo para aquellos que quieran descubrir algunos de los parajes más increíbles de esta parte de España.

Abr 23, 2025 - 17:27
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Fue antigua vía romana, pero ahora es una ruta de senderismo poco conocida que conduce a un pueblo

Los imponentes espacios naturales y los pequeños pueblos que hay repartidos por toda la Comunidad de Navarra la convierten en uno de los puntos más fascinantes de España para completar rutas de senderismo. Además, gracias a su ubicación cercana a la frontera con Francia, hay numerosos enclaves históricos que hacen todavía más increíble esta parte de la Península Ibérica, donde hay muchos itinerarios increíbles que son ideales para los aficionados del trekking.

Una de las rutas más impresionantes que se pueden recorrer en territorio navarro no solo discurre por lugares espectaculares, sino que también sigue el trazado de una antigua vía romana: se trata del fantástico Camino Real Roncalés, un sendero que unía los principales pueblos del precioso Valle del Roncal y que recorría desde tierras aragonesas hasta el límite entre España y Francia. Es uno de los grandes itinerarios navarros y uno de los mayores desafíos para los senderistas.

El Camino Real Roncalés, el gran sendero de Navarra

Esta apasionante ruta de senderismo de algo menos de 40 kilómetros arranca en la Foz de Burgui, justo entre Navarra y Aragón, y discurre hasta el Valle de Belagua, en los Pirineos y en plena frontera hispano-francesa. El itinerario, al que también se conoce como GR-321, se divide en dos grandes etapas, las cuales serpentean a través de pequeñas y preciosas villas, altas montañas y frondosos bosques que harán las delicias de los amantes del trekking.

El primer tramo del sendero arranca en la propia localidad de Burgui, junto al puente románico de la localidad, y sigue el curso del río Esca hasta la Ermita de la Virgen del Camino. Atravesando la carretera N-137, puentes colgantes para cambiar de orilla y apasionantes pueblos de reducido tamaño como Roncal o Urzainqui, se llega al ecuador de la ruta, que lo marca la villa de Isaba. Esta primera etapa consta de unos 22,5 kilómetros y se tarda en completar unas siete horas y media.

Tras descansar en Isaba, es hora de comenzar la segunda y última etapa del Camino Real Roncalés, que arranca en la carretera de Uztárroz. La primera parte alterna tramos de asfalto con senderos flanqueados por una vasta vegetación, sobre todo tras pasar un camping, y una vez fuera del bosque y continuando el cauce del río Belagua (y cruzándolo), se llega a la localidad de Arrako.

Cerca de la ermita de la villa comienza un tramo con una pendiente ascendente que desemboca en Arrakogoiti y, finalmente, en el refugio de de Belagua, un albergue de montaña que marca el final de este fascinante recorrido por el norte de Navarra. La segunda etapa tiene una longitud de unos 17 kilómetros y los que se atrevan a realizarla estarán aproximadamente seis horas y media andando por parajes increíbles.

Eso sí, hay recorridos alternativos a través de desvíos que harán a los senderistas descubrir otros lugares de la geografía navarra, como el que va desde Burgui a Vidángoz, un pequeño pueblo situado cerca de Roncal, precisamente desde donde parte otro camino que va a parar hasta la localidad de Garde. Además, también se puede completar un itinerario que parte de Isaba y llega hasta el municipio cercano de Uztárroz.

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