¿Sin tiempo, sin plata, sin ganas? La opción que puede convertirse en tu nuevo entrenador personal
Varias aplicaciones prometen rutinas personalizadas y un acompañamiento diario de la persona que busca entrenar; sin embargo, la sensibilidad de los profesores de educación física aún sigue siendo fundamental

En la Argentina hay mucho fanatismo por el deporte, con especial acento en el fútbol. Pero los números de aficionados no se condicen con la cantidad de personas que efectivamente hacen educación física en el país. De acuerdo con un informe publicado por el Ministerio de Deporte y Turismo de la Nación, en colaboración con la Universidad Nacional de San Martín, el 45% de los argentinos mayores de 18 años no practica actividad física de manera regular.
La Organización Mundial de la Salud aseguró que se podrían evitar alrededor de cinco millones de muertes al año si la población global fuese más activa. En esta línea, la institución recomienda que todos los adultos, incluso las personas que tienen alguna enfermedad crónica o discapacidad, hagan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana. Mientras tanto, para los niños y adolescentes se sugiere un promedio de 60 minutos por día.
Según el reporte, la principal barrera por la cual los argentinos abandonan o no practican ningún tipo de deporte es la falta de tiempo. Luego, se encuentra la falta de dinero para pagar un espacio, una clase o un profesor de educación física. Además, una proporción de los entrevistados registró desgano, falta de motivación o desinterés. En paralelo, la carencia de una compañía para realizar estas actividades puede ser un factor que influya. Otros problemas incluyen temas de salud, como lesiones que limitan a la persona.
En este contexto, la inteligencia artificial surge como una oportunidad para poder derribar esos obstáculos (al menos parcialmente). Aplicaciones potenciadas por esta tecnología ofrecen servicios para generar rutinas personalizadas y acompañar el entrenamiento ajustado a la accesibilidad del usuario. De acuerdo con la Health & Fitness Association, la inteligencia artificial se distingue por su capacidad de procesar los datos que le da la persona y así ofrecer rutinas arraigadas a esa información.
En Estados Unidos ya hay un gimnasio ubicado en la ciudad de Santa Mónica que opera bajo el paraguas de la inteligencia artificial. ¿Qué significa esto? Según reportó un artículo de Los Ángeles Times, FredFitness les hace un análisis corporal a todos sus miembros antes de comenzar, que mide la grasa, la flexibilidad, sus músculos, resistencia, entre otras características clave para delinear un entrenamiento personalizado. Luego, a través de una pulsera que tiene esta información y que se pasa por un sensor en cada máquina, se despliega un plan personalizado.
En la Argentina, aquellos con accesibilidad a un dispositivo tecnológico tienen la posibilidad de probar la inteligencia artificial para la actividad física a una menor escala. Una de las herramientas más conocidas se llama FitnessAI. Esta aplicación, que te podés descargar en tu smartphone, crea planes de entrenamiento personalizados basados en una amplia base de datos de más de 5,9 millones de entrenamientos y 40.000 usuarios.
Así, la herramienta, cuya interfaz de uso es muy intuitiva, proporciona a los usuarios una posibilidad de refinar y adaptar las rutinas a sus necesidades continuamente en función del progreso y los comentarios. Además, ofrece animaciones 3D que muestran la manera adecuada de hacer cada ejercicio. En paralelo, las rutinas pueden ser pensadas tanto para un gimnasio como para una persona que hace las rutinas en su casa con determinados materiales.
Otra herramienta es Fitbod, que también se puede descargar en cualquier smartphone. Brinda entrenamientos personalizados y adaptados a los objetivos de cada usuario. En este sentido, Fitbod aprovecha los algoritmos de aprendizaje automático para analizar los datos del usuario y su historial de entrenamiento, y así generar programas que se adapten y evolucionen en el tiempo. Muy parecida a FitnessAI, su interfaz permite que tanto personas principiantes como deportistas expertos puedan usar la herramienta para sus entrenamientos. Además, Fitbod puede conectarse con las diferentes aplicaciones de salud que tiene cada celular para hacer una planeación con estas variables en cuenta.
Dr. Muscle es otra alternativa. Esta opción, sin embargo, se distingue porque ofrece entrenamientos respaldados con evidencia científica y enfocados particularmente en la ejecución de fuerza. Cualquiera puede usarlo, pero está dirigido a un público que ya tenga experiencia con el entrenamiento de fuerza. Comparte todas las otras características de interfaz amigable, planes personalizados, demostración de ejercicios, utilización de algoritmos, seguimiento del progreso, entre otras cosas.
La inteligencia artificial para la actividad física: todavía le falta algo
Pablo Benadiba, entrenador de educación física, explicó a LA NACION que la inteligencia artificial tiene la capacidad de generar planes de entrenamiento personalizados que pueden ser muy útiles. Además, las nuevas tecnologías te pueden enseñar a hacer mejor los ejercicios, así como dar consejos nutricionales de línea general. También pueden ir marcando el progreso e ir fomentando la motivación a través de notificaciones.
En esta línea, Gabriela Fortino, profesora de yoga y profesora de educación física, dijo a LA NACION que, en su experiencia, probó la tecnología para armar meditaciones o prácticas para la respiración y confirmó que la inteligencia artificial puede ser un buen espacio de consulta, aunque siempre tuvo que corregir. “Si uno pregunta y es muy específico con lo que quiere saber, la inteligencia artificial puede guiarte en buena dirección, en especial en todo lo que tiene que ver con la ejecución de los ejercicios”, comentó.
Pero ambos profesionales coincidieron en que hay un aspecto fundamental que la inteligencia artificial no va a poder reemplazar: la sensibilidad del profesor. “No hay nada más importante que la relación entre el entrenador y el alumno”, confesó Benadiba. “El entrenamiento no es solamente personalizado. La diaria trae variables, y esas variables no se detectan con la tecnología”, agregó.
Sobre esto, Benadiba confesó que muchas veces los alumnos vienen con diferentes tipos de estrés, cansancio o preocupaciones que son clave tener en cuenta a la hora de pensar un plan de entrenamiento para la persona. En adición, Fortino expresó que, al ser un trabajo físico, hay un montón de cuestiones posturales y rangos de movimiento que es necesario acompañar con una persona al lado. “Si estás con alguien que te asiste, te puede corregir”, señaló. “El ida y vuelta entre el alumno y el profesor es clave para mejorar la técnica y la ejecución”, continuó.