Sean Scully regresa a Barcelona con una completa exposición retrospectiva
La exposición de Sean Scully (Dublín, 1945) que se puede visitar en La Pedrera desde este viernes, 14 de marzo hasta el 6 de julio, es la más completa de la obra retrospectiva de este artista que se ha organizado en Barcelona, ciudad donde vivió durante 14 años y tuvo su estudio hasta que huyó a consecuencia del irrespirable clima nacionalista que atenazaba Cataluña, según reconoció en una entrevista en el «Financial Times», donde también reveló que «en Barcelona, ibas a reuniones y hablaban siempre en catalán, como diciendo 'te jodes'», además de quejarse de que su hijo, Oisin, por entonces con 12 años de edad y escolarizado en Barcelona, le decían que debía hablar catalán también en el recreo. Scully, que habla muy bien castellano, es uno de los más relevantes artistas de la abstracción contemporánea . La muestra incluye más de sesenta obras, con pinturas, esculturas, fotografías y sobre papel, y ofrece una amplia revisión de su obra a lo largo de más de seis décadas de producción, desde sus inicios figurativos en los años sesenta hasta la fecha. Además de su regreso a Barcelona, justo este 2025 cumple 80 años de edad, lo que supone un momento único para apreciar a un artista contemporáneo con una retrospectiva muy especial, en la que se incluye una pieza hecha expresamente bajo el encargo de la Fundació La Pedrera para esta exposición, alrededor de la cual se han creado una serie de propuestas culturales que la expanden más allá de La Pedrera y que contarán con el propio Sean Scully, el director de cine David Trueba, la violonchelista Anastasia Kobekina y la Escolanía de Montserrat y Juan de la Rubia con la Orquestra del Miracle. La muestra incluye desde las primeras piezas figurativas de Scully, pasando por su etapa minimalista, hasta llegar a hoy, con un estilo tan personal caracterizado por la reducción de su repertorio iconográfico a una serie de líneas, franjas y bloques cromáticos que se han convertido en su obra. Fruto de su estancia en Barcelona, Scully creó una serie de obras, algunas de las cuales se pueden ver ahora nuevamente en la ciudad . Se trata de una serie de pinturas que realizó durante su estancia en Barcelona y que llevan su nombre en el título, como «Barcelona Band of Light» (2004) y «Barcelona Dark Wall» (2004), así como obras sobre papel y fotografías. La muestra de La Pedrera incluye también una selección de esculturas de Scully que se verán por primera vez en Barcelona. Destaca la nueva escultura 55 (2025), creada por el artista expresamente para esta exposición . Con sus 6 metros de altura y sus múltiples colores, la obra da la bienvenida a los visitantes de la Casa Milà desde el patio del emblemático edificio de Antonio Gaudí en el Paseo de Gracia. La muestra cuenta con obras de la colección del artista procedentes de los estudios de Múnich, Londres y Nueva York, así como de museos e instituciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid y el Institut Valencià d'Art Modern, IVAM. La exposición realiza un recorrido cronológico, desde las primeras piezas figurativas de sus inicios, pasando por su etapa minimalista de los años setenta, hasta llegar a las últimas abstracciones (la última en la muestra, del 2025) con su estilo tan personal caracterizado por la reducción de su repertorio iconográfico en una serie de líneas, franjas y bloques que se han convertido en los elementos distintivos de su obra y que, según sus propias palabras, tienen la voluntad de «devolver la emoción a la pintura abstracta». Influenciado por Henri Matisse, Paul Klee y Piet Mondrian, Sean Scully es un artista al que le interesa profundizar en la humanización de la pintura. Su manera particular de repensarla une la abstracción analítica y la poética. Su trabajo ha cambiado el paradigma de la abstracción; ha pasado del minimalismo estadounidense y su vocabulario reducido a una forma emocional de abstracción para la que ha recuperado la espiritualidad que caracteriza la tradición de la pintura europea. La obra de Scully no tiene un significado concreto, sino que está abierta a toda clase de interpretaciones , y a menudo inspira un profundo estado introspectivo y contemplativo. El neoyorkino Ron Silver, también en Barcelona Este jueves también ha coincidido en Barcelona la fiesta de «vernissage» de la exposición de otro pintor estadounidense. Si por la mañana, el comisario de la exposición de Sean Scully, Javier Molins, realizó una visita junto al artista con los medios de comunicación, al caer el sol, hizo lo propio el neoyorkino Ron Silver para presentar sus «Conversations on Muses» en The Cover del Hotel Sir Victor , en la que es la primera muestra de su obra en España. Ron Silver llega a Barcelona tras exponer en su propia ciudad (Nueva York). La muestra de las conversaciones de este pintor con las musas permanecerá sólo 18 días . La exposición, comisariada por Sonny Kirchner, representa una oportunidad única para descubrir el universo pictórico de Silver, un artista autodidacta que, ad
La exposición de Sean Scully (Dublín, 1945) que se puede visitar en La Pedrera desde este viernes, 14 de marzo hasta el 6 de julio, es la más completa de la obra retrospectiva de este artista que se ha organizado en Barcelona, ciudad donde vivió durante 14 años y tuvo su estudio hasta que huyó a consecuencia del irrespirable clima nacionalista que atenazaba Cataluña, según reconoció en una entrevista en el «Financial Times», donde también reveló que «en Barcelona, ibas a reuniones y hablaban siempre en catalán, como diciendo 'te jodes'», además de quejarse de que su hijo, Oisin, por entonces con 12 años de edad y escolarizado en Barcelona, le decían que debía hablar catalán también en el recreo. Scully, que habla muy bien castellano, es uno de los más relevantes artistas de la abstracción contemporánea . La muestra incluye más de sesenta obras, con pinturas, esculturas, fotografías y sobre papel, y ofrece una amplia revisión de su obra a lo largo de más de seis décadas de producción, desde sus inicios figurativos en los años sesenta hasta la fecha. Además de su regreso a Barcelona, justo este 2025 cumple 80 años de edad, lo que supone un momento único para apreciar a un artista contemporáneo con una retrospectiva muy especial, en la que se incluye una pieza hecha expresamente bajo el encargo de la Fundació La Pedrera para esta exposición, alrededor de la cual se han creado una serie de propuestas culturales que la expanden más allá de La Pedrera y que contarán con el propio Sean Scully, el director de cine David Trueba, la violonchelista Anastasia Kobekina y la Escolanía de Montserrat y Juan de la Rubia con la Orquestra del Miracle. La muestra incluye desde las primeras piezas figurativas de Scully, pasando por su etapa minimalista, hasta llegar a hoy, con un estilo tan personal caracterizado por la reducción de su repertorio iconográfico a una serie de líneas, franjas y bloques cromáticos que se han convertido en su obra. Fruto de su estancia en Barcelona, Scully creó una serie de obras, algunas de las cuales se pueden ver ahora nuevamente en la ciudad . Se trata de una serie de pinturas que realizó durante su estancia en Barcelona y que llevan su nombre en el título, como «Barcelona Band of Light» (2004) y «Barcelona Dark Wall» (2004), así como obras sobre papel y fotografías. La muestra de La Pedrera incluye también una selección de esculturas de Scully que se verán por primera vez en Barcelona. Destaca la nueva escultura 55 (2025), creada por el artista expresamente para esta exposición . Con sus 6 metros de altura y sus múltiples colores, la obra da la bienvenida a los visitantes de la Casa Milà desde el patio del emblemático edificio de Antonio Gaudí en el Paseo de Gracia. La muestra cuenta con obras de la colección del artista procedentes de los estudios de Múnich, Londres y Nueva York, así como de museos e instituciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid y el Institut Valencià d'Art Modern, IVAM. La exposición realiza un recorrido cronológico, desde las primeras piezas figurativas de sus inicios, pasando por su etapa minimalista de los años setenta, hasta llegar a las últimas abstracciones (la última en la muestra, del 2025) con su estilo tan personal caracterizado por la reducción de su repertorio iconográfico en una serie de líneas, franjas y bloques que se han convertido en los elementos distintivos de su obra y que, según sus propias palabras, tienen la voluntad de «devolver la emoción a la pintura abstracta». Influenciado por Henri Matisse, Paul Klee y Piet Mondrian, Sean Scully es un artista al que le interesa profundizar en la humanización de la pintura. Su manera particular de repensarla une la abstracción analítica y la poética. Su trabajo ha cambiado el paradigma de la abstracción; ha pasado del minimalismo estadounidense y su vocabulario reducido a una forma emocional de abstracción para la que ha recuperado la espiritualidad que caracteriza la tradición de la pintura europea. La obra de Scully no tiene un significado concreto, sino que está abierta a toda clase de interpretaciones , y a menudo inspira un profundo estado introspectivo y contemplativo. El neoyorkino Ron Silver, también en Barcelona Este jueves también ha coincidido en Barcelona la fiesta de «vernissage» de la exposición de otro pintor estadounidense. Si por la mañana, el comisario de la exposición de Sean Scully, Javier Molins, realizó una visita junto al artista con los medios de comunicación, al caer el sol, hizo lo propio el neoyorkino Ron Silver para presentar sus «Conversations on Muses» en The Cover del Hotel Sir Victor , en la que es la primera muestra de su obra en España. Ron Silver llega a Barcelona tras exponer en su propia ciudad (Nueva York). La muestra de las conversaciones de este pintor con las musas permanecerá sólo 18 días . La exposición, comisariada por Sonny Kirchner, representa una oportunidad única para descubrir el universo pictórico de Silver, un artista autodidacta que, además es una figura destacada en la gastronomía como chef y restaurador, propietario de Bubby's y Azuca. Los lienzos de Silver, de colores intensos y formas expresivas, rinden homenaje a sus musas: actrices icónicas del cine francés, escenas de bailes de salón y figuras femeninas que transmiten una presencia magnética . A través de su trabajo, el artista explora una idea recurrente en su visión: «los hombres sufren, las mujeres son hermosas», una premisa que impregna sus composiciones.
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