Los cinco tipos de personas que nunca deberían someterse a una operación estética, según un cirujano plástico
Personas muy jóvenes, diabéticos o gente con problemas cardiacos no deberían someterse a estas operaciones.

Millones de personas en todo el mundo se someten cada año a operaciones de cirugía plástica. Pero no todas las personas están preparadas para someterse a una de estas intervenciones.
Por lo general, los médicos aconsejan evitar una operación estética a las personas muy jóvenes, a los que padecen problemas de salud como enfermedades cardíacas y diabetes o que han tenido complicaciones quirúrgicas previas.
El doctor Charles Lee, cirujano plástico afincado en Beverly Hills, ha añadido el perfil de otras personas que no deberían someterse a operaciones de cirugía plástica, en declaraciones al Daily Mail.
Personas con dismorfia corporal
El trastorno dismórfico corporal es un problema de salud mental que provoca que quien lo padezca critique de forma excesiva y obsesiva defectos o fallos percibidas en su apariencia que generalmente son menores o inexistentes.
"Alguien que mira una parte perfectamente normal de su cuerpo pero ve un gran problema, no lo va a solucionar con cirugía porque realmente necesita atención", dice Lee.
En lugar de cirugía plástica, los médicos sugieren buscar profesionales de salud mental que puedan ayudar a evaluar la situación y sugerir el tratamiento adecuado, como terapia y medicamentos.
Perfeccionistas y personas obsesionadas con el control
El doctor Lee agrega que las personas que son extremadamente perfeccionistas en la vida y no pueden soportar pequeñas asimetrías no deberían someterse a procedimientos de cirugía plástica.
Los perfeccionistas y los fanáticos del control tienden a tener un fuerte afán por lograr la perfección, lo que puede generar expectativas poco realistas sobre el resultado de la cirugía plástica.
Siempre existe el riesgo de complicaciones o fallas cuando se trata de procedimientos cosméticos. En casos de rinoplastia (cirugía de nariz) y cirugía de párpados, es normal esperar un poco de irregularidad. Sin embargo, esto puede causar una gran decepción entre los perfeccionistas, lo que los lleva a solicitar más citas y procedimientos.
"La cirugía no es tan precisa, y si no puede aceptar unos pocos milímetros de diferencia aquí y allá, no debería hacerse cirugía plástica, especialmente los procedimientos más precisos, como la rinoplastia o la cirugía de párpados. Se puede ver una fracción de milímetro, pero un cirujano no necesariamente puede corregir todo eso, además tenemos algunas asimetrías que tampoco se pueden corregir", dice Lee.
"Estarás hinchado un tiempo. Te recuperarás de cierta manera. Nadie puede predecir con exactitud cómo será el resultado. Tenemos una idea general, pero está en un 95% de precisión y ese último cinco por ciento es un tanto aleatorio y hay que estar dispuesto a aceptarlo", añade. "Y puede que no sepamos hasta dentro de seis meses, doce meses, a veces dos años, cuál será el resultado final", dice el doctor.
Personas con expectativas delirantes
En los últimos años, las redes sociales han convencido a la gente de que la cirugía plástica puede solucionar completamente sus problemas y que se vean perfectos.
El doctor Lee dice que esto no es realista y que la gente no debería esperar una gratificación instantánea. Es importante comprender que es imposible que la cirugía plástica altere completamente las estructuras faciales y corporales.
"Yo también me he sometido a muchas cirugías estéticas. Me hice una rinoplastia, un implante de mentón, etcétera. No puedo operarme esperando parecerme a Tom Cruise, por muchas cirugías que me hagan", admite el cirujano.
Facilidad para el sangrado
El doctor Lee destaca también que las personas que tienen tendencia a sangrar con facilidad o en exceso deberían optar por no someterse a cirugías plásticas.
Explica que "una de cada 10 personas" tiene tendencia a sangrar durante la cirugía y, si bien quienes tienen afecciones más leves, como deficiencia de vitamina K, deben tratarlas antes de buscar tratamiento, otros "hemorragiadores graves" deben tener cuidado.
Afecciones como la hemofilia (una afección en la que la sangre no coagula) y la enfermedad de Von Willebrand (un trastorno hemorrágico genético causado por niveles bajos de una proteína de coagulación) pueden provocar sangrado prolongado y difícil de controlar.