Investigadores chinos desarrollan un proceso que recupera el 99,99% del litio de baterías usadas, así como otros materiales como níquel (97%), cobalto (92%) y manganeso (91%)
El proceso utiliza glicina, un aminoácido estable, en lugar de sustancias químicas agresivas, mejorando la seguridad y reduciendo el impacto ambiental.
