Se buscan 27.000 salmones en Noruega: ofrecen una recompensa tras una fuga masiva que puede acabar como un desastre natural
Surrealista búsqueda en Noruega . Unos 2 7.000 salmones de piscifactoría de una empresa de Dyrøy, en el condado de Trons, se han escapado de los tanques en los que vivían y su fuga puede acabar convirtiéndose en un desastre natural para la zona, en la que viven miles de salmones salvajes. Por todo ello, se ha empezado una insólita campaña de búsqueda, incluso con recompensa monetaria para cada ejemplar encontrado. Los hechos se descubrieron el pasado domingo en las instalaciones de la empresa noruega Mowi, la más importante en el mundo del sector , cuando a raíz de una potente tormenta uno de los tanques se dañó y encontraron un agujero en uno de sus anillos superiores. Allí había ejemplares adultos, de unos cinco kilos y medio de media. Por todo ello se ha establecido un plan especial por la costa noruega. Mowi ha contratado a pescadores para recuperar ejemplares y además ha fijado una recompensa de 500 coronas noruegas (unos 43 euros) por cada salmón devuelto a instalaciones autorizadas y el Gobierno ha activado un protocolo especial de recuperación de pescados. La empresa lamenta que los salmones salvajes escapados suponen una cuarta parte de su población. Lo que más se teme, más allá del perjuicio económico para Mowi, es que los ecologistas creen que el caso puede derivar en « un grave desastre » para el salmón salvaje que se cría en la zona, dado que la mezcla de especies puede poner en riesgo la diversidad genética del salmón y ser un aliciente para los piojos de mar, un parásito que ataca especialmente a los salmónidos. A la práctica se sabe que el cruce entre poblaciones silvestres y salmones de piscifactoría produce crías que acaban teniendo una baja tasa de supervivencia en la naturaleza, avisan los expertos, según informa 'The Guardian'. Por todo ello, el secretario regional, Karl-Petter Yeong, lamentó que esta es «una nueva crisis para los salmones salvajes, que ya están luchando con una presión masiva de los piojos de mar . Esta problemática preocupa, de base, a entidades ecologistas y animalistas porque cada año se escapan miles de salmones de piscifactoría (se estima que más de 95.000) de granjas y se adentran en territorio salvaje, perjudicando a las especies silvestres . La realidad es que se llegan a recuperar muchos pocos (el año pasado fueron poco más de 5.000). La Dirección de Pesca de Noruega fija que si un pescado se fuga de una piscifactoría solo puede ser recuperado y devuelto si no se encuentra más lejos de 500 metros de su criadero pero en esta ocasión la gravedad de la huída llevó a que el mismo lunes las autoridades noruegas permitieron que se ampliara el perímetro .
Surrealista búsqueda en Noruega . Unos 2 7.000 salmones de piscifactoría de una empresa de Dyrøy, en el condado de Trons, se han escapado de los tanques en los que vivían y su fuga puede acabar convirtiéndose en un desastre natural para la zona, en la que viven miles de salmones salvajes. Por todo ello, se ha empezado una insólita campaña de búsqueda, incluso con recompensa monetaria para cada ejemplar encontrado. Los hechos se descubrieron el pasado domingo en las instalaciones de la empresa noruega Mowi, la más importante en el mundo del sector , cuando a raíz de una potente tormenta uno de los tanques se dañó y encontraron un agujero en uno de sus anillos superiores. Allí había ejemplares adultos, de unos cinco kilos y medio de media. Por todo ello se ha establecido un plan especial por la costa noruega. Mowi ha contratado a pescadores para recuperar ejemplares y además ha fijado una recompensa de 500 coronas noruegas (unos 43 euros) por cada salmón devuelto a instalaciones autorizadas y el Gobierno ha activado un protocolo especial de recuperación de pescados. La empresa lamenta que los salmones salvajes escapados suponen una cuarta parte de su población. Lo que más se teme, más allá del perjuicio económico para Mowi, es que los ecologistas creen que el caso puede derivar en « un grave desastre » para el salmón salvaje que se cría en la zona, dado que la mezcla de especies puede poner en riesgo la diversidad genética del salmón y ser un aliciente para los piojos de mar, un parásito que ataca especialmente a los salmónidos. A la práctica se sabe que el cruce entre poblaciones silvestres y salmones de piscifactoría produce crías que acaban teniendo una baja tasa de supervivencia en la naturaleza, avisan los expertos, según informa 'The Guardian'. Por todo ello, el secretario regional, Karl-Petter Yeong, lamentó que esta es «una nueva crisis para los salmones salvajes, que ya están luchando con una presión masiva de los piojos de mar . Esta problemática preocupa, de base, a entidades ecologistas y animalistas porque cada año se escapan miles de salmones de piscifactoría (se estima que más de 95.000) de granjas y se adentran en territorio salvaje, perjudicando a las especies silvestres . La realidad es que se llegan a recuperar muchos pocos (el año pasado fueron poco más de 5.000). La Dirección de Pesca de Noruega fija que si un pescado se fuga de una piscifactoría solo puede ser recuperado y devuelto si no se encuentra más lejos de 500 metros de su criadero pero en esta ocasión la gravedad de la huída llevó a que el mismo lunes las autoridades noruegas permitieron que se ampliara el perímetro .
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