Sánchez ve "discrepancias históricas" en la izquierda sobre el gasto en Defensa pero resta importancia a las diferencias con Sumar

Pedro Sánchez quiere que España sea protagonista en esta nueva era para la Unión Europea. El presidente el Gobierno avisó en rueda de prensa tras la cumbre del Consejo Europeo de este jueves en Bruselas que ahora está en juego toda la estructura internacional que se construyó tras la Segunda Guerra Mundial porque "algunos países" quieren imponer su ley. En ese sentido la defensa y la seguridad de la UE son fundamentales. "Vivimos tiempos complejos para el orden multilateral, que debemos defender", sostuvo. "Ante las incertidumbres, Europa siempre tiene que estar del lado de las certezas".

En clave nacional, Sánchez dice que su Gobierno "no renuncia" a presentar los Presupuestos, pero avisa que con los existentes "estamos liderando el crecimiento de las economías avanzadas", expuso ante las preguntas sobre las cuentas. "No nos rendimos y por supuesto que queremos aprobarlos. Estamos trabajando con los grupos parlamentarios". Este mensaje, aseguró, no dista de lo marcado estos días por la ministra de Hacienda y vicepresidenta, María Jesús Montero. En caso de no encontrar los apoyos, Sánchez lo tiene claro: "Se prorrogan los presupuestos, porque necesitamos estabilidad".

Reconoció, eso sí, "discrepancias históricas" en la izquierda sobre el gasto en defensa, con respecto a la situación con Sumar dentro del Gobierno, pero dice que agradece que "se respetan los objetivos europeos" y que se va a continuar "con la agenda social" del Ejecutivo. Esto es una forma de restar importancia, de hecho, a la votación en el Congreso de este jueves sobre la defensa, en la que el grupo de Yolanda Díaz se ha desmarcado de los socialistas.

Sobre Ucrania, insistió en que Europa "quiere la paz, pero que sea justa y duradera, además de completa", porque solo una persona, Putin, "ha querido la guerra". Ahí Sánchez defendió la idea de que haya un alto el fuego primero para después pasar a unas negociaciones de paz más claras. De momento, dijo el presidente, es importante "seguir presionando a Rusia para que acepte una tregua completa" que permita "unas verdaderas negociaciones". Ahora mismo, sentenció, "la confianza entre Rusia y Ucrania está rota".

Sánchez valoró los planes de Bruselas precisamente sobre el futuro de la Defensa, con el Libro Blanco recién presentado. Volvió a ser tajante: "No me gusta el término rearmar, es una apreciación incompleta", comentó, porque quiere un concepto más amplio para hablar de Defensa, una idea en la que coincide con Italia. "Creo que hay que hacer pedagogía; cuando hablamos de seguridad y defensa fundamentalmente estamos hablando de tecnología", esgrimió el jefe del Ejecutivo, aplicable a guerras al uso pero también a situaciones como incendios o emergencias climáticas. "Nos sentimos, como país, razonablemente satisfechos de cómo la Comisión ha recogido buena parte de nuestras demandas". El instrumento financiero se llama SAFE, recordó Sánchez: "Tiene que ver con la protección y no tanto con el rearme".

Europa tiene que jugar un papel clave sobre su propia defensa y reiteró la necesidad de que la estrategia incluya una atención a la vecindad sur, también teniendo en cuenta la situación de Gaza. "Hay que seguir jugando un papel fundamental en la defensa del orden internacional basado en reglas", añadió el jefe del Ejecutivo ante los periodistas. Esos pasos tienen que ir de la mano de una UE más competitiva; ahí la economía española, dijo, es fundamental. "Somos un claro ejemplo de un crecimiento económico que puede ir de la mano de la descarbonización y de la cohesión social".

En cuanto a los fondos para defensa, el presidente del Gobierno insiste en la necesidad de vehicular inversiones a través de transferencias directas. "No es algo solo para España", matizó, con el debate abierto en estos momentos. También tuvo tiempo para defender el viaje a China que hará en abril. "Es relevante que Europa construya relaciones con otros países", añadió, ante las dudas que pueda suponer este acercamiento a Xi Jinping. En esa clave, en cambio, enmarca Sánchez su visita. "Hay muchas oportunidades y la UE tiene que aprovecharlas para situarse en el centro", concluyó.

Ya antes de la rueda de prensa, Sánchez dijo que considera clave que Europa "dé un paso al frente a la hora de participar" en las conversaciones de paz en Ucrania, algo que ha lanzado ya el Gobierno finlandés con una propuesta de elegir un "representante que hable en nombre de todos los europeos en esa mesa". No obstante, el presidente fue muy rotundo: "El término rearme no me gusta en absoluto. No comparto ese término en absoluto. Creo que debemos de hablar de otra manera cuando hablamos de mejorar las capacidades de defensa europeas", porque esto, para España, va más allá de lo militar. Asimismo, ha recordado que la UE "es un poder blando".

Para el presidente del Gobierno, el gran reto de la UE ahora es "crecer hacia dentro" y "abrirse aún más hacia fuera". Ha pedido "seguir tejiendo lazos y relaciones comerciales" con otras regiones del mundo, con menciones al Mercosur o a India. "Más Europa significa más política social, más relaciones con socios comerciales y lógicamente también seguridad y Defensa".

En su mensaje a los líderes, el propio Volodimir Zelenski apuntó que "si decimos que Europa debe ser más fuerte en la competencia global, también debemos hablar de cómo hacer que la toma de decisiones europea sea más rápida, más flexible y más eficaz, ya sea en política, defensa, economía, industria o cualquier otro ámbito", dijo en modo de aviso a sus aliados.

Y les insistió en que Rusia sigue atacando. "Es crucial que el apoyo de nuestros socios a Ucrania no disminuya, sino que continúe y aumente. La defensa aérea, la ayuda militar y nuestra resiliencia general son cruciales. Necesitamos fondos para proyectiles de artillería y agradeceríamos enormemente el apoyo de Europa con al menos cinco mil millones de euros lo antes posible", resumió el presidente ucraniano.

Con todo, las conclusiones sobre Defensa fueron tibias: piden mantener la colaboración en el marco de la OTAN y que además los avances que se den sobre el asunto tengan en cuenta los intereses "de todos los Estados miembros", en una mención implícita por ejemplo a la atención al flanco sur, que pide España. Además, no hay citas directas al plan de Von der Leyen y simplemente los países piden que tanto la Comisión Europea como la Alta Representante mantengan a los 27 informados sobre los avances que haya en estas hojas de ruta. Sí abrazan de lleno los planes de Bruselas sobre reducción de la burocracia o los de atajar la subida de los precios de la energía, así como el plan de Industria Limpia presentado hace semanas por el Ejecutivo comunitario.

Eso sí, hay países que no quieren hablar de eurobonos y de deuda conjunta. "Siempre decimos, y lo dijimos hace dos semanas, que la deuda sostenible es importante, que debe haber un buen equilibrio en las finanzas, y la salud financiera es importante. Esas son cuestiones, y nos oponemos a los eurobonos", expuso en este sentido el primer ministro neerlandés, Dick Schof. Eso no quita, añadió por su parte el finlandés Petteri Orpo, que Rusia sea ahora y de cara al futuro "una amenaza permanente" para Europa.