Sánchez planteará en la OTAN que cambien las métricas sobre cuánto gasta cada estado en defensa
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha abogado por una actualización de la manera en la que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contabiliza la inversión en defensa de los estados miembros, buscando otros mecanismos para hacer este cálculo, e intentará que este tema se discuta en la próxima cumbre del mes de junio en La Haya (Países Bajos), según han expuesto fuentes del Gobierno. Esta semana, Sánchez anunció un acelerón en el gasto en seguridad y defensa a través del Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, y confirmó que España alcanzará este mismo año 2025 el 2% del PIB, cumpliendo así con varios años de antelación el compromiso adquirido con los aliados, en un principio fechado para el año 2029. Por primera vez, Sánchez dio detalles y plazos de cómo se va a acometer este gasto adicional, que supondrá más de 10.000 millones de euros adicionales este año, que se pagarán con partidas que no afectarán a lo ya presupuestado en 2025. En un contexto internacional volátil, especialmente por las acciones que se están desarrollando en la guerra de Ucrania y el volantazo de Donald Trump en Estados Unidos en materia comercial, hacen que Europa tenga que buscar vías nuevas para hacerse cargo de su propia seguridad, dedicando más fondos a este propósito. Tanto es así que el 2% del PIB para gasto en defensa ya parece una meta superada y algunas voces, incluido el secretario general de la Alizan Atlántica, el neerlandés Mark Rutte, hablan abiertamente de subir ese umbral al 3 o 3,5%. Descontento en el seno del Gobierno y nuevos mecanismos No obstante, a pesar del aplauso europeo por cumplir con este compromiso, en el Gobierno hay ciertas voces discordantes, especialmente desde la izquierda a la izquierda del PSOE, que miran con recelo este incremento en el gasto militar. Por otra parte, existe cierto malestar con el modo en que la OTAN mide los recursos que destina cada país y consideran que España sale mal parado. La idea que trasladan miembros del Gobierno es que España aporta más de lo que aparece en los ránkings y consideran que ese esfuerzo debe quedar correctamente reflejado. No ven justo que con las métricas actuales haya países, especialmente algunos de pequeño tamaño, que salgan mejor parados que España en cuanto a porcentaje de inversión, cuando este país tiene presencia en todas las misiones internacionales de la OTAN, también en aquellas destinadas a estos países. Otra de las puntualizaciones que hacen en el Ejecutivo es que el PIB español es uno de los que más ha crecido en los últimos años, lo que obliga a multiplicar el gasto de forma notable con el método de medición actual. Consideran por tanto que España, como país mediano, debe compararse con otros aliados de su tamaño para que haya equilibrio. Mayor eficiencia En este sentido, fuentes del entorno de Sánchez consideran que tiene sentido que las métricas que utiliza la OTAN evolucionen y se actualicen. Señalan que...
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha abogado por una actualización de la manera en la que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contabiliza la inversión en defensa de los estados miembros, buscando otros mecanismos para hacer este cálculo, e intentará que este tema se discuta en la próxima cumbre del mes de junio en La Haya (Países Bajos), según han expuesto fuentes del Gobierno. Esta semana, Sánchez anunció un acelerón en el gasto en seguridad y defensa a través del Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, y confirmó que España alcanzará este mismo año 2025 el 2% del PIB, cumpliendo así con varios años de antelación el compromiso adquirido con los aliados, en un principio fechado para el año 2029. Por primera vez, Sánchez dio detalles y plazos de cómo se va a acometer este gasto adicional, que supondrá más de 10.000 millones de euros adicionales este año, que se pagarán con partidas que no afectarán a lo ya presupuestado en 2025. En un contexto internacional volátil, especialmente por las acciones que se están desarrollando en la guerra de Ucrania y el volantazo de Donald Trump en Estados Unidos en materia comercial, hacen que Europa tenga que buscar vías nuevas para hacerse cargo de su propia seguridad, dedicando más fondos a este propósito. Tanto es así que el 2% del PIB para gasto en defensa ya parece una meta superada y algunas voces, incluido el secretario general de la Alizan Atlántica, el neerlandés Mark Rutte, hablan abiertamente de subir ese umbral al 3 o 3,5%. Descontento en el seno del Gobierno y nuevos mecanismos No obstante, a pesar del aplauso europeo por cumplir con este compromiso, en el Gobierno hay ciertas voces discordantes, especialmente desde la izquierda a la izquierda del PSOE, que miran con recelo este incremento en el gasto militar. Por otra parte, existe cierto malestar con el modo en que la OTAN mide los recursos que destina cada país y consideran que España sale mal parado. La idea que trasladan miembros del Gobierno es que España aporta más de lo que aparece en los ránkings y consideran que ese esfuerzo debe quedar correctamente reflejado. No ven justo que con las métricas actuales haya países, especialmente algunos de pequeño tamaño, que salgan mejor parados que España en cuanto a porcentaje de inversión, cuando este país tiene presencia en todas las misiones internacionales de la OTAN, también en aquellas destinadas a estos países. Otra de las puntualizaciones que hacen en el Ejecutivo es que el PIB español es uno de los que más ha crecido en los últimos años, lo que obliga a multiplicar el gasto de forma notable con el método de medición actual. Consideran por tanto que España, como país mediano, debe compararse con otros aliados de su tamaño para que haya equilibrio. Mayor eficiencia En este sentido, fuentes del entorno de Sánchez consideran que tiene sentido que las métricas que utiliza la OTAN evolucionen y se actualicen. Señalan que...
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