San Liborio: la oración para pedirle por salud y sanar enfermedades al santo de los milagros
Su devoción y poder divino lo hicieron una figura clave, no solo en el ámbito religioso, sino también en el de la prosperidad y la curación

El 9 de abril es una fecha que nos invita a rendir homenaje a San Liborio, un santo de la Iglesia católica cuya vida fue un faro de esperanza y sanación. En su rol de obispo de Le Mans, San Liborio no solo se dedicó a guiar espiritualmente a su comunidad, sino que se convirtió en protector de aquellos afligidos por enfermedades.
Su devoción y poder divino lo hicieron una figura clave, no solo en el ámbito religioso, sino también en el de la prosperidad y la curación . Hoy, en su día, recordamos su legado de fe, caridad y milagros, y le pedimos su intercesión para atraer salud, abundancia y bienestar a nuestras vidas.
¿Quién fue San Liborio?
Nació en el siglo III y fue elegido como el cuarto obispo de la ciudad de Le Mans en el año 348. Durante su largo período de liderazgo de casi 50 años, se destacó por su dedicación a las obras de caridad, ordenó a cientos de sacerdotes y diáconos.
Fue reconocido por su capacidad para curar enfermedades, especialmente los cálculos renales. Por esta razón, a menudo se le representa con pequeñas piedras en sus representaciones iconográficas.
San Liborio en el ámbito de la medicina
San Liborio tiene una especial conexión con la medicina, por ese motivo la Asociación Española de Urología destaca su devoción, que perdura a lo largo de los siglos, especialmente en áreas de Cataluña y Aragón.
En la Edad Media, se cantaban "Gozos de San Liborio", una composición litúrgica popular para rendirle homenaje. En varios lugares de España, como en Valencia y Zaragoza, se celebraron congregaciones y ermitas en su honor.
Existe una iglesia dedicada a él. De igual manera, en el convento de Nuestra Señora de la Merced en Valencia se levantó una iglesia en su honor, aunque fue destruida en el siglo XIX.
Oración a San Liborio para la salud y para combatir la enfermedad
Oh, glorioso San Liborio, fiel servidor de Dios y protector de los enfermos, te invocamos en este momento de necesidad. Tú que curaste con tu fe y tu amor, intercede por nosotros ante el Señor y extiende tu mano sanadora sobre quienes sufren.
Te pedimos, con humildad y esperanza, que nos liberes de las dolencias que nos afligen, especialmente de las enfermedades del cuerpo y el alma. Concede, oh santo protector, la salud que necesitamos para vivir con alegría y paz. Que tu ejemplo de caridad y dedicación nos inspire a seguir el camino de la fe, confiando en que, con tu intercesión, alcanzaremos la curación y la prosperidad. Amén.