Rescatan mono araña bebé con pañal en Tlaquepaque

Imagina que vas caminando por Tlaquepaque y de pronto ves algo raro trepando un árbol. No es un gato, no es una ardilla, ¡es un mono araña bebé con pañal! Sí, así como lo lees. Este pequeñín se robó las miradas y los corazones de una colonia entera antes de que Protección Civil lo rescatara. […]

Abr 12, 2025 - 00:41
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Rescatan mono araña bebé con pañal en Tlaquepaque

Imagina que vas caminando por Tlaquepaque y de pronto ves algo raro trepando un árbol. No es un gato, no es una ardilla, ¡es un mono araña bebé con pañal! Sí, así como lo lees. Este pequeñín se robó las miradas y los corazones de una colonia entera antes de que Protección Civil lo rescatara. La imagen es tierna pero también muy alarmante: un animal en peligro de extinción aferrado con sus diminutas manitas a los brazos de un bombero, visiblemente asustado… y con su pañal.

Mono araña bebé en Tlaquepaque

El pasado 9 de abril, los vecinos de Lomas de San Miguel en Tlaquepaque no podían creer lo que veían. Un mono araña bebé, de unos 8 meses de edad, brincaba de rama en rama como si nada. Alguien lo reportó a Protección Civil y Bomberos, y cuando llegaron, confirmaron que no era un sueño: el changuito estaba ahí, perdido, con un pañal puesto. Lo atraparon sin hacerle daño, lo llevaron a su base y una veterinaria lo revisó de pies a cabeza. ¿El veredicto? Está sano, aunque un poco asustado. Ahora está bajo cuidado mientras lo entregan a la Profepa para que lo reubiquen donde pertenece. Pero, ¿de dónde salió este pequeño escapista? El pañal que llevaba no es un detalle curioso, es una pista de que alguien lo tuvo como “mascota” ilegalmente.

Mono araña bebé en Tlaquepaque

Un pañal que grita delito

Ese pañal no es un accesorio improvisado: es evidencia de que este mono fue sacado de la selva y llevado a una casa. No hay forma de que esto sea accidental. Los vecinos no encontraron dueño, lo que sugiere que quien lo tenía lo abandonó o no quiso dar la cara. Los monos araña no son animales domésticos; necesitan selva, no jaulas ni pañales. Que estuviera solo en una colonia urbana apunta directo al tráfico ilegal, un negocio que arranca a estos primates de su hogar y los condena a una vida que no pueden soportar. Esto no es una travesura; es un acto que mata ecosistemas.
Mono araña bebé en Tlaquepaque

Una especie al borde del colapso

El mono araña (Ateles geoffroyi) no es un extraño en México. Vive en las selvas del sur, desde Chiapas hasta Yucatán, pero su hogar se está desvaneciendo. La deforestación, la caza y el tráfico ilegal han puesto a esta especie en la lista de animales en peligro de extinción según la NOM-059-SEMARNAT-2010. Son primates grandes, ágiles, con brazos largos y colas prensiles que usan como quinta mano. Pero fuera de su hábitat, no sobreviven bien. Este pequeño en Tlaquepaque es un ejemplo vivo de cómo el comercio ilegal los saca de la selva y los mete en problemas. Por suerte, lo encontraron a tiempo, pero no todos corren con esa suerte.

Mono araña bebé en Tlaquepaque

No es “una mascota exótica”, es un crimen ambiental

Si crees que un mono araña sería un gran compañero, despierta. Tener fauna silvestre es un delito ambiental grave, y la Profepa no se anda con juegos afortunadamente. La ley marca de 1 a 9 años de prisión y multas de 300 a 3,000 días de salario mínimo por posesión ilegal. Si viene de una zona protegida o hay fines comerciales, súmale hasta 3 años más de cárcel y 1,000 días extra de multa. Esto no es un juego: cada mono capturado es un eslabón roto en la biodiversidad. No son mascotas; estos animales sufren en cautiverio. No tienen espacio para trepar, su dieta se arruina y su salud se va en picada; son piezas clave de un sistema que se desmorona cuando los arrancamos de su lugar.

¿Y ahora qué pasará con este changuito?

Las autoridades lo entregaron a Profepa, que se encargará de su reubicación en un entorno adecuado o en un centro de rehabilitación especializado. La meta es que, con suerte, pueda ser reintegrado a su hábitat o convivir con otros ejemplares en condiciones similares a su vida silvestre. Mientras tanto, el gobierno de Tlaquepaque lanzó un fuerte llamado a no adquirir ni mantener animales silvestres como mascotas. No solo por las consecuencias legales, sino por la urgencia de frenar el tráfico de especies y evitar la extinción de más animales. Porque sí, puede parecer adorable ver a un mono con pañal abrazando a un bombero, pero si lo analizamos bien, esa imagen es también una alerta: estamos fallando en proteger a quienes no tienen voz.

Este mono araña bebé con pañal ya está a salvo, pero su aventura en Tlaquepaque nos deja pensando. Es un recordatorio de lo frágiles que son estas especies y lo mucho que depende de nosotros protegerlas. Los bomberos hicieron su parte y a nosotros nos queda una lección: la selva no es un catálogo de mascotas. Así que, la próxima vez que veas algo raro en un árbol, mantén los ojos abiertos: podría ser otro pequeño fugitivo pidiendo ayuda.