Renovado pedido de justicia en otro aniversario del ataque terrorista contra la embajada de Israel
Karina Milei y el canciller Werthein estuvieron en Arroyo y Suipacha, donde se conmemoraron los 33 años del atentado; el embajador Sela condenó al terrorismo y elogió la “vocación” del Gobierno por ayudar a la investigación
El sonido de las campanas de la Iglesia Mater Admirabilis y el potente ulular de la sirena marcaron el inicio del acto recordatorio de un nuevo aniversario, el número 33, del atentado terrorista a la embajada de Israel en Buenos Aires, aquel 17 de marzo de 1992. En el acto se renovó el pedido de justicia y esclarecimiento del ataque, que más de tres décadas después no tiene procesados ni detenidos.
La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, encabezó la delegación del gobierno nacional en el acto en Suipacha y Arroyo, al que asistieron también los ministros Patricia Bullrich (Seguridad), Luis Petri (Defensa), Gerardo Werthein (Cancillería) y Mariano Cúneo Libarona (Justicia), además del jefe de gobierno porteño, Jorge Macri.
El presidente Javier Milei avisó, la semana pasada, que por problemas de agenda no concurriría como si lo hiciera el año pasado al acto de homenaje. Está confirmada, de todos modos, su visita de Estado a Israel, desde el próximo sábado y por espacio de cuatro días.
La secretaria general de la Presidencia y el canciller colocaron una de las siete ofrendas florales en memoria de las 22 víctimas fatales del atentado, adjudicado por la Justicia argentina a la organización terrorista Hezbollah, y Werthein fue el encargado de dar el discurso en nombre del Estado argentino, mientras que Martín Golberg habló en nombre de los sobrevivientes y el embajador de Israel en Buenos Aires, Eyal Sela, cerró la lista de oradores.
A su turno, Golberg contó su historia personal, y resaltó la chance de reavivar la causa judicial, toda vez que el juicio en ausencia fuera aprobado recientemente por el Congreso. A su turno, y en un tono más intimista y menos político, el canciller Werthein recordó que sus hijos estudiaban con el hijo de Dani Carmon, uno de los diplomáticos israelíes que perdió familiares -en su caso, su esposa Eli- en el atentado de marzo de 1992.
A modo de cierre, Sela calificó al terrorismo como “el mal absoluto”, y recordó que aún en la Franja de Gaza 59 israelíes permanecen secuestrados por la organización terrorista Hezbollah. También destacó la “vocación contundente de la República Argentina de avanzar en la investigación” de este atentado y el de la sede de la AMIA, en julio de 1994, por la aprobación del Juicio en Ausencia.
“El terrorismo que aquí mostró su rostro en 1992, es aquel que no cree en la diversidad, en la pluralidad, en la libertad de culto, en la democracia o los derechos de las minorías (…) Nuestro desafío, 33 años después, es no cerrar los ojos ante esta realidad, enfrentarla y denunciarla”, destacó el diplomático israelí, antes de que el músico Axel interpretara un emotivo tema a modo de cierre.