Raúl Romero *: Samir florece
Quienes ordenaron el asesinato de Samir Flores Soberanes, y quienes lo ejecutaron aquella madrugada del 20 de febrero de 2019, sabían muy bien lo que hacían. Samir era una persona clave en la resistencia contra el Proyecto Integral Morelos (PIM), ese megaproyecto de la era neoliberal que fue retomado por el gobierno de López Obrador y que consta de un acueducto, un gasoducto y dos termoeléctricas y que incluye a los estados de Puebla, Tlaxcala y Morelos. Desde el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua Morelos–Puebla–Tlaxcala (FPDTA-MPT), Samir y sus compañeros habían logrado resistir a varios gobiernos estatales y federales con argumentos científicos que demostraban la inviabilidad del PIM, entre ellos, los riesgos que implica un gasoducto en una zona volcánica, la contaminación sonora y la escasez del agua.
Quienes ordenaron el asesinato de Samir Flores Soberanes, y quienes lo ejecutaron aquella madrugada del 20 de febrero de 2019, sabían muy bien lo que hacían. Samir era una persona clave en la resistencia contra el Proyecto Integral Morelos (PIM), ese megaproyecto de la era neoliberal que fue retomado por el gobierno de López Obrador y que consta de un acueducto, un gasoducto y dos termoeléctricas y que incluye a los estados de Puebla, Tlaxcala y Morelos. Desde el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua Morelos–Puebla–Tlaxcala (FPDTA-MPT), Samir y sus compañeros habían logrado resistir a varios gobiernos estatales y federales con argumentos científicos que demostraban la inviabilidad del PIM, entre ellos, los riesgos que implica un gasoducto en una zona volcánica, la contaminación sonora y la escasez del agua.
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