¿Qué es la dirección de facturación?

Conoce qué es la dirección de facturación. Además de indicarte los casos más habituales, te orientamos sobre cómo proceder cuando existen varias direcciones y te describimos la importancia y función de este concepto.

• Muchas veces coincidirán la dirección de facturación y el domicilio fiscal y social.
• Cuando hay varias sedes, pueden darse dudas sobre cuál es la dirección de facturación.

La dirección de facturación es uno de los conceptos más cotidianos en las tareas habituales de cualquier negocio. Y, como en otros casos semejantes, lo habitual puede llevar a cierta inercia que puede ser peligrosa.

De hecho, no es bueno para ninguna empresa dar por sentada la dirección de facturación. Un mismo negocio puede tener varias y es conveniente aprender a distinguir cuáles son los casos principales. 

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¿Qué es la dirección de facturación?

Se debe entender como aquella que aparece de forma obligatoria en las facturas. En general, pueden distinguirse varios casos:

• En toda factura completa, es obligatorio que aparezca el domicilio tanto del expedidor como el del destinatario. 
• Cuando la factura es simplificada, el domicilio del expedidor podría no aparecer, aunque es frecuente que sí lo haga, ya que se puede incluir aquello que se considere oportuno. En los llamados coloquialmente tiques, puede resultar práctico que quede reflejada tu dirección para que el cliente pueda tener a mano una referencia de dónde está tu negocio.
• En cuanto al domicilio del destinatario, si la factura va destinada a un empresario o profesional, este podrá pedirte que aparezca en una factura simplificada su domicilio. Por el contrario, si fuese destinada a un particular, podrías no incluir su dirección en la factura simplificada y, de hecho, es lo más frecuente.

¿Y qué entendemos por domicilio?

Como vemos, el reglamento de facturación exige que figure el domicilio en varios supuestos. Sin embargo, hay que ser muy cuidadosos con este para aplicarlo como dirección de facturación. 

En principio, el Código Civil te da en sus artículos 40 y 41 un primer concepto. Por domicilio, se entiende el lugar donde se ejercen los derechos y se cumple con las obligaciones. A continuación, da una serie de reglas para determinar el domicilio. Llevadas a los dos casos más frecuentes:

• En las personas físicas, el domicilio sería el lugar de la residencia habitual.
• En una sociedad de capital, el domicilio social viene establecido en los estatutos. De todos modos, deberá fijarse en el lugar en que se halle el centro de su efectiva administración y dirección o en el que radique su principal establecimiento o explotación.

Por su parte, el artículo 48 de la Ley General Tributaria da un concepto semejante de domicilio: el domicilio fiscal. Se trata del lugar donde se localiza al obligado tributario en sus relaciones con la Administración. 

En líneas generales existen algunas diferencias:

• En el caso de las personas físicas que desarrollan actividades económicas, se da con frecuencia que desarrollan su actividad en un lugar distinto de aquel en el que residen. En ese caso, el domicilio fiscal se considera en el lugar donde efectúa la administración y dirección de su actividad. Y, si hay dudas, se toma el lugar donde radique el mayor valor del inmovilizado.
• Con las personas jurídicas, pasa lo mismo. En principio, se toma su domicilio social, pero si la dirección y gestión se realiza en otro lugar, es este último el que se toma como domicilio. Y, si no se puede llegar a una conclusión clara, se toma el lugar donde radica el mayor valor del inmovilizado.

¿Qué pasa si hay varias direcciones?

Los conceptos de domicilio (el civil o mercantil y el fiscal) deberían conducirte muchas veces a un mismo lugar. Sin embargo, es frecuente que una empresa o un autónomo desarrollen su actividad teniendo varios lugares de referencia. Por ejemplo, puede haber un taller y una oficina, una central y una o varias sucursales, varias tiendas y almacenes, etcétera.

Es en esos casos en los que se complica fijar la dirección de facturación. Lo que dice el reglamento de facturación es que, si hay varios lugares fijos de negocio, tendrás que señalar la ubicación de la sede de actividad o establecimiento al que se refiera la operación concreta que se factura.

Esto es importante porque hay que recordar que el IVA tiene unas reglas de localización. Por tanto, en función de dónde se realice la operación podría, incluso, tributar en un país diferente. Es la razón por la que no puedes, sin más, introducir como dirección de facturación el domicilio fiscal o social. Habrás de analizar, caso por caso, dónde se ha realizado la operación. 

¿Para qué sirve la dirección de facturación?

La dirección de facturación tiene varias utilidades:

• Ayuda ya desde el momento de la preparación de la operación. Un ejemplo son las operaciones online. Ten en cuenta que es frecuente que un mismo comercio electrónico pueda dirigirse a varios estados del mundo. Por ello, desde que el consumidor o usuario introduce su dirección, deberán guiarse los trámites hacia el cumplimiento de las obligaciones específicas que correspondan por su ubicación.
• Además, es un elemento de control tributario. En caso de inspección, podrá comprobarse que las operaciones se han realizado allá donde dice la factura.
• Junto a ello, tiene una utilidad para la gestión, en especial de acciones comerciales. A medida que vas realizando muchas operaciones, puedes cruzar los datos de ubicación con otras variables para extraer conclusiones.  
• Otro aspecto importante es que la dirección de facturación de las personas físicas entra dentro de lo que el artículo 4 del RGPD califica como datos personales. Por tanto, con frecuencia, estarás sujeto a las obligaciones de dicho reglamento comunitario y de las demás normativas en materia de protección de datos.

¿Qué datos debe incluir la dirección de facturación?

El reglamento de facturación no señala qué debes poner, sino que habla de domicilio. Lo normal será señalar la localidad y demás divisiones administrativas, pero también la calle, piso, puerta, etcétera. Es decir, deben figurar todos los datos que permitan sacar de dudas de dónde te encuentras o se encuentra tu contraparte. 

Finalmente, un consejo: deja la gestión de datos de facturación, como la dirección en manos de herramientas modernas, como Sage Active. Es la manera de aunar cumplimiento normativo, sencillez de procesos y aprovechamiento útil de los datos de facturación para la toma de decisiones.

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