Puso un auto en venta y el comprador la asesinó: investigan un crimen por encargo
Un crimen que conmociona y deja muchas preguntas sin respuesta.

Mariela Benítez fue asesinada en su casa de la calle Achupallas al 6800, en la localidad de González Catán, cuando un hombre que se presentó como interesado en comprar su auto le disparó en el pecho sin mediar palabra. La mujer había recibido amenazas previas de su expareja, quien actualmente se encuentra detenido por varios delitos. Su familia descarta la hipótesis de un robo y sostiene que se trató de un crimen por encargo.
El asesinato ocurrió cuando la víctima publicó en redes sociales un aviso para vender su automóvil Fiat Uno. Poco después, un supuesto comprador se contactó con ella y acordaron un encuentro en su domicilio. El hombre llegó al lugar, pidió ir al baño y, al salir, le disparó a corta distancia en el corazón. Luego escapó sin llevarse ninguna pertenencia.
Su hija Priscila, de 21 años, recibió la llamada de su hermana menor, de 14, quien presenció el crimen y avisó al 911. Mariela fue trasladada de urgencia al Hospital Simplemente Evita, donde fue operada, pero no logró sobrevivir a la intervención.
La información proporcionada por la policía a LA NACION indica que la familia de la víctima sostiene que el asesinato fue premeditado. Según declaraciones de Priscila, su madre había sido amenazada reiteradamente por su expareja, quien desde la cárcel continuaba acosándola. En enero, la casa familiar fue atacada a tiros y las amenazas eran constantes. La víctima intentaba vender su auto para mudarse lejos, ante el temor de que su expareja estuviera detrás de los hostigamientos.
Priscila también mencionó que otro detenido en el mismo penal le había advertido a su madre que su expareja estaba proporcionando sus datos con la intención de vengarse. La joven sospecha que el ataque fue planificado con información obtenida desde la prisión. La víctima contaba con un botón antipánico y cámaras de seguridad, que registraron la llegada del asesino.
Ahora, Priscila quedó a cargo de su hermana menor y busca ayuda para afrontar los gastos del funeral. La familia necesita reunir dos millones de pesos para velar y enterrar a Mariela, por lo que habilitó una cuenta bancaria a nombre de Franco Agustín Juárez para recibir donaciones.
El caso está siendo investigado por el fiscal Claudio Fornaro, de la UFI Temática Homicidios de La Matanza. La causa fue recaratulada como homicidio agravado por el uso de arma de fuego. La policía analiza las imágenes de las cámaras de seguridad para identificar al asesino y determinar si efectivamente se trató de un crimen por encargo.
Las amenazas contra Mariela no eran nuevas. Desde hacía meses recibía mensajes intimidatorios que la obligaron a cambiar su rutina. Según relató su familia a LA NACION, la mujer había denunciado el hostigamiento, pero no se tomaron medidas suficientes para protegerla. En varias ocasiones, Priscila contó que su madre dormía intranquila y revisaba constantemente las cámaras de seguridad de su vivienda.
Mientras tanto, la fiscalía continúa con la investigación y analiza las comunicaciones del detenido señalado por la familia como autor intelectual del crimen. La Justicia busca determinar si hubo terceros involucrados y si el asesinato de Mariela fue planificado desde la prisión.