Por el uso de gadgets, la inteligencia humana va en picada

La exposición prolongada y excesiva a estos dispositivos puede tener efectos negativos en la salud neurológica, tanto a corto como a largo plazo

Abr 1, 2025 - 09:04
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Por el uso de gadgets, la inteligencia humana va en picada

John Burn Murdoch, un reconocido periodista especializado en estadísticas y datos, presentó en su artículo Have humans passed peak brain power?  (¿Han superado los humanos el punto máximo de su capacidad cerebral?, en español), publicado por el Financial Times, la evidencia sobre el declive de la potencia mental del ser humano y de la inteligencia. Cita como ejemplo la Prueba PISA, que realiza la OCDE. Señala que los mejores resultados obtenidos fueron en 2012 y desde entonces han ido en picada, lo cual se acentuó con la pandemia de COVID 19.

El artículo destaca que se ha incrementado en 25% la cifra de adultos que no pueden usar un razonamiento matemático para evaluar la validez de un argumento; este número aumenta a 35% en Estados Unidos. También ha caído la capacidad lectora, en especial cuando la Oficina del Censo de los Estados Unidos afirmó que en 2022 solo un 48% de su población leyó un libro al año; es decir, uno de cada dos estadounidenses no lee un solo libro.

En el caso de México, los datos tampoco son halagüeños: 3.2 libros es el promedio que leen los mexicanos cada año, su mínimo histórico en los últimos 6 años. Estas cifras “nos muestran el gran fracaso civilizacional, en el cual se dejó de pensar por utilizar gadgets”, sentencia Murdoch.

El uso de dispositivos electrónicos es parte integral de la vida diaria. Facilitan muchas tareas, con lo cual se mejora la productividad en el ámbito laboral. Sin embargo, la exposición prolongada y excesiva a estos dispositivos puede tener efectos negativos en la salud neurológica, tanto a corto como a largo plazo.

Según el Centro Médico ABC, estudios recientes señalan que el uso prolongado de dispositivos electrónicos puede afectar la atención y la conducta, lo que resulta particularmente preocupante en el entorno laboral. Los empleados pueden experimentar disminuciones en su capacidad de concentración y memoria, afectando su rendimiento y productividad.

Una investigación de Morning Consult, empresa estadounidense de inteligencia empresarial, concluyó que “hay un declive en la honestidad, pues cada generación la valora menos que la anterior. Tenemos que reconocer, como maestros y como líderes, que nuestra generación ha formado una cultura en declive, no solo de la inteligencia, sino también de los valores”

Esto no es un hecho aislado, hay muchos estudios que señalan el efecto Flynn inverso, como el responsable de la caída del coeficiente intelectual (CI). Originalmente, el efecto Flynn fue creado por James R. Flynn, un investigador neozelandés que descubrió que en la década de 1930 el CI iba en constante aumento. Sin embargo, en la última década se ha reflejado una caída en este indicador, causado por las redes sociales, la falta de exigencia escolar y el relajamiento de la disciplina.

Lo más aterrador de todo esto es que no se considere un tema público o político y que no exista un debate y que a nadie le preocupe. La política es la forma de resolver los problemas públicos y, si el declive en la inteligencia, los valores y el pensamiento profundo no lo son, entonces, ¿qué es lo importante?

El especialista Luis Humberto Fernández afirma que todo lo anterior “nos lleva a reflexionar sobre cuál es nuestro sentido de progreso y cuál es la ruta de la vida pública, a partir de menos inteligencia y menos capacidades. Por eso, el humanismo debe ser el eje de la política y la acción del gobierno; al final, la política, la educación y la ciencia tienen como propósito esencial crear una mejor humanidad”.