Plantas y microorganismos para eliminar analgésicos, antidepresivos y antihistamínicos de los ríos madrileños

Los medicamentos que consumimos en ocasiones llegan hasta los cauces de los ríos, donde pueden llegar a alterar el ecosistema si se producen altas concentraciones. Para evitarlo, el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (Imidra) está investigando cómo eliminar esos residuos farmacéuticos de los cauces mediante el uso de plantas y microorganismos. Unas investigaciones que lleva a cabo en su finca El Encín, de Alcalá de Henares. Lo que más aparece en los ríos son antibióticos, hormonas, analgésicos y antidepresivos, que llegan allí tras haber sido consumidos por las personas. Suponen un riesgo para estos ecosistemas, tal y como ha demostrado el estudio Pharmaclean, que trabaja para encontrar fórmulas que retiren productos como paracetamol y cetirizina -un antihistamínico- en el río Manzanares, y podría regenerar los caudales ante de su vertido en las redes de saneamiento. Entre el 30 y el 90 por ciento de los fármacos consumidos por humanos y animales son excretados sin metabolizar, alcanzando ríos y suelos. Estos antibióticos, hormonas, analgésicos, antidepresivos o drogas de uso ilegal degradan el agua y suponen un riesgo para la fauna y flora. Para acabar con este problema, los investigadores del Imidra están ensayando un sistema dual en la depuradora natural de El Encín. Por una parte, emplean plantas acuáticas como la Typha dominguensis y la Lemna minor, que absorben restos de metales pesados y moléculas orgánicas a través de sus raíces sumergidas. Con ellas se eliminan las partículas contaminantes sin utilizar elementos químicos y el caudal continúa su curso libre de impurezas. Gracias a este procedimiento, se están retirando el analgésico paracetamol y el antihistamínico cetirizina, ambos presentes en el río Manzanares. También emplean otras fórmulas, como grupos de microorganismos sintéticos ensamblados en el laboratorio. Estos se adhieren a un sistema de rotobiorreactores (aparatos con discos rotatorios) y pueden metabolizar los residuos de fármacos presentes en el agua que va fluyendo por la estructura. Este estudio contempla además un sistema de monitorización continua que evalúa el rendimiento del proyecto y analiza la calidad del agua tratada, junto a la salud de las plantas acuáticas y los microorganismos seleccionados. Los resultados que se obtengan ayudarían a preservar estos ecosistemas y podrían regenerar los caudales antes de su vertido en las redes de saneamiento.

Feb 15, 2025 - 12:01
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Plantas y microorganismos para eliminar analgésicos, antidepresivos y antihistamínicos de los ríos madrileños
Los medicamentos que consumimos en ocasiones llegan hasta los cauces de los ríos, donde pueden llegar a alterar el ecosistema si se producen altas concentraciones. Para evitarlo, el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (Imidra) está investigando cómo eliminar esos residuos farmacéuticos de los cauces mediante el uso de plantas y microorganismos. Unas investigaciones que lleva a cabo en su finca El Encín, de Alcalá de Henares. Lo que más aparece en los ríos son antibióticos, hormonas, analgésicos y antidepresivos, que llegan allí tras haber sido consumidos por las personas. Suponen un riesgo para estos ecosistemas, tal y como ha demostrado el estudio Pharmaclean, que trabaja para encontrar fórmulas que retiren productos como paracetamol y cetirizina -un antihistamínico- en el río Manzanares, y podría regenerar los caudales ante de su vertido en las redes de saneamiento. Entre el 30 y el 90 por ciento de los fármacos consumidos por humanos y animales son excretados sin metabolizar, alcanzando ríos y suelos. Estos antibióticos, hormonas, analgésicos, antidepresivos o drogas de uso ilegal degradan el agua y suponen un riesgo para la fauna y flora. Para acabar con este problema, los investigadores del Imidra están ensayando un sistema dual en la depuradora natural de El Encín. Por una parte, emplean plantas acuáticas como la Typha dominguensis y la Lemna minor, que absorben restos de metales pesados y moléculas orgánicas a través de sus raíces sumergidas. Con ellas se eliminan las partículas contaminantes sin utilizar elementos químicos y el caudal continúa su curso libre de impurezas. Gracias a este procedimiento, se están retirando el analgésico paracetamol y el antihistamínico cetirizina, ambos presentes en el río Manzanares. También emplean otras fórmulas, como grupos de microorganismos sintéticos ensamblados en el laboratorio. Estos se adhieren a un sistema de rotobiorreactores (aparatos con discos rotatorios) y pueden metabolizar los residuos de fármacos presentes en el agua que va fluyendo por la estructura. Este estudio contempla además un sistema de monitorización continua que evalúa el rendimiento del proyecto y analiza la calidad del agua tratada, junto a la salud de las plantas acuáticas y los microorganismos seleccionados. Los resultados que se obtengan ayudarían a preservar estos ecosistemas y podrían regenerar los caudales antes de su vertido en las redes de saneamiento.