No es la edad, ni tu intuición hablándote: La verdadera razón por la que te duelen las rodillas cuando te paras
No, no eres el único al que le duelen las rodillas cuando pasa mucho tiempo parado o cuando llega un ráfaga de aire helado, de hecho es mucho más común de lo que te imaginas y aquí te contamos por qué sucede esto. Aunque creíamos que los achaques llegaban con la tercera edad, la realidad […]

No, no eres el único al que le duelen las rodillas cuando pasa mucho tiempo parado o cuando llega un ráfaga de aire helado, de hecho es mucho más común de lo que te imaginas y aquí te contamos por qué sucede esto.
Aunque creíamos que los achaques llegaban con la tercera edad, la realidad es que nuestro cuerpo comienza a cambiar mucho antes. La masa muscular disminuye, los tejidos pierden flexibilidad y nuestros hábitos (como estar sentados todo el día) terminan pasándonos factura.
Pero no entres en pánico, que te duelan las rodillas no significa que estés “roto” ni que tengas que dejar de hacer ejercicio o vivir con dolor para siempre, solo significa que tu cuerpo te está pidiendo atención. Y aquí te vamos a contar por qué pasa esto, cómo distinguir entre algo normal y algo serio, y sobre todo: qué puedes hacer para sentirte mejor sin perder la calma (ni la rodilla).
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¿Por qué empieza a doler la rodilla si aún somos jóvenes?
Aunque no tengas artritis ni una lesión evidente, las rodillas pueden comenzar a quejarse con más frecuencia al cruzar los 30. ¿La razón? A partir de esa edad, empezamos a perder masa muscular de forma gradual y eso no es cualquier cosa, pues nuestros músculos son los que ayudan a sostener y proteger las articulaciones, si esa fuerza disminuye, las articulaciones comienzan a compensar y, bueno… se empiezan a quejar.
A esto súmale que los ligamentos y tendones se van endureciendo con los años, eso hace que la articulación esté más tensa, más apretada, y por tanto, más sensible a movimientos que antes pasaban desapercibidos.
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Además, la mayoría de nosotros tenemos posturas, formas de caminar o hábitos de movimiento que no son del todo ideales, sí, eso de cruzar la pierna, caminar chueco o cargar todo de un solo lado, con el tiempo, esos pequeños detalles se acumulan y generan desequilibrios que terminan afectando a las rodillas.
Y no olvidemos otro factor clave: el estrés y la falta de sueño. Cuando estamos cansados o estresados, el cuerpo entra en un estado inflamatorio general, eso se traduce en tejidos más sensibles y en una recuperación mucho más lenta ante cualquier molestia.
¿Qué hacer si sufres dolor de rodillas?
Primero, no entres en pánico, el dolor de rodilla en gente joven es más común de lo que parece, y muchas veces es reversible. Si notas que te duelen después de una actividad específica, tómate unos días de descanso, no significa quedarte acostado todo el día, sino cambiar el tipo de movimiento: caminar suave, nadar o hacer bici estática pueden ser buenas opciones.
La clave para unas rodillas felices está en los músculos que las rodean: cuádriceps, isquiotibiales, glúteos y caderas, así que que prueba ejercicios como mini sentadillas, puentes de glúteo, patadas laterales con banda o elevaciones de pierna, te ayudarán a mantenerte fuerte.
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No intentes hacer muchísimo ejercicio si no estás acostumbrada a hacerlo, ve poco a poco, además revisa cómo caminas, cómo te sientas, cómo duermes, recuerda que la postura es súper importante y parece obvio, pero es importantísimo, que duermas y comas bien, una dieta rica en frutas, verduras, omega-3 y agua es clave para la salud de tus articulaciones.
Entonces… ¿el dolor de rodillas no es por viejos?
No, y eso es lo más importante que debes saber, no creas que el malestar significa que tu cuerpo es el de una persona de la tercera edad, solo necesitas hacer algunos ajustes en tu estilo de vida y prevenir antes de ocasionar una lesión.
Incluso, muchas personas mejoran sus molestias solo con fortalecer bien sus piernas y glúteos, porque al final del día, tu cuerpo no está fallando: solo está pidiendo un poco más de atención. Así que buenas noticias: tus rodillas no están “rotas”, solo están cansadas y tú puedes hacer algo al respecto.
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