Menos contenido, más caro. Hay motivos para reabrir el debate sobre el fin de la Edad de Oro de las series

"Pagar más, ver menos contenido: la edad dorada de la televisión llega a su fin". Con esta frase, The Economist nos alertaba del fin de una era en 2025. Una era cuyo inicio pocos dudan en situar en 'Los Soprano' y que ha estado vigente todo el siglo XXI. Cada vez más voces alertan de este crepúsculo de ciclo, pero muchos gurús y medios llevan repitiendo este titular desde hace casi una década. ¿Estamos realmente ante el final de la Edad de Oro? La televisión no siempre fue como es hoy, con una oferta tan variada que incluye producciones comparables a las del cine. La generación Z, que ha crecido en la era del streaming, no puede ni imaginar lo que era ver la televisión antes de los 90, donde las series estaban dominadas por el cartón piedra y las tramas serializadas. Cuando las series no eran de oro, sino de cartón piedra A finales del siglo XX las series más potentes del mercado eran las de comedia. TV Insider nos proporciona un ranking muy representativo del tipo de series más vistas en los 90 en base a mediciones de Nielsen. Los primeros puestos van para sitcoms como  'Seinfeld' o 'Un chapuzas en casa' ('Home Improvement'). En el listado se cuelan algunas series dramáticas y casi siempre médicas o policíacas, como 'Urgencias' ('ER') o 'Ley y Orden' respectivamente, que enseguida dan lugar a más comedias de situación: 'Roseanne', ‘Friends', 'Frasier', 'Cosas de casa' ('Family Matters'), 'Los Simpsons' o 'Cheers'. En Espinof 27 series de los 90 tan malas que no las vería de nuevo ni aunque hicieran un remake En España, el cartón piedra de los decorados y las tramas sencillas eran aún más evidentes. Ver ahora uno de los primeros capítulos de 'Farmacia de guardia' es todo un (sufrido) experimento sociológico. La era pre-2000 se caracteriza por el dominio absoluto de la comedia de situación. Esto se explica por una sencilla razón: requerían un presupuesto mucho más modesto. Las series dramáticas existían, pero mucho menos lustrosas que las actuales y se caracterizaban por su serialización. Es decir, capítulos de casi una hora, generalmente 24 por temporada, y con episodios auto-conclusivos. Cada capítulo era un caso o misterio que los personajes resolvían y, en su desenlace, se volvía al statu-quo inicial y tabula rasa para empezar de cero el próximo capítulo. Había excepciones, por supuesto. Como 'Yo, Claudio'. O con capítulos especiales, generalmente a final de temporada, que usaban cliffhangers (dejar la trama abierta con un "Continuará", popularizado por el fenómeno "¿Quién disparó a J.R?", resuelto en el capítulo "¿Quién lo hizo?" de la serie 'Dallas'). 'Dallas' Pero por lo general, esos cliffhangers se resolvían rápidamente al inicio del siguiente capítulo. La estructura serializada eliminaba el concepto de actos con consecuencia, exceptuando alguna muerte en la ficción porque el actor o actriz abandonara la serie. Por tanto, los personajes rara vez experimentaban cambios o arcos de personaje. Además, la mayoría de series no se atrevían a salir de la sala de urgencias o las comisarías. Más allá de casos excepcionales como 'V' o 'Expediente X', las pocas aventuras de fantasía o de ciencia ficción como 'Power Rangers', 'Hércules' o 'Xena', tenían un presupuesto ínfimo, con efectos especiales risibles y actuaciones teatralizadas, que reflejaban que ni las propias series se tomaban a sí mismas demasiado en serio. Y así siguió el panorama, hasta que llegó HBO con 'Los Soprano'. La Era 'Soprana' y los arcos de personaje: del cable al del streaming Aunque series como 'Twin Peaks' ya habían desafiado los convencionalismos de la televisión, casi todos los críticos coinciden en que 'Los Soprano' de HBO marcó el antes y el después del sector con su primera emisión en 1999. The New York Times dijo al estrenarse la primera temporada de la serie que podía ser "la obra más grande de la cultura popular estadounidense del último cuarto de siglo". TV Guide y Rolling Stone coronaron a 'Los Soprano' como "la mejor serie de todos los tiempos". En Espinof Uno de los mejores episodios de 'Los Soprano' dejó un cabo suelto que ha obsesionado a los fans durante décadas. No se resolvió porque David Chase "quería que la audiencia sufriera" 'Los Soprano' nos trajo como protagonista a un antihéroe amoral, Tony Soprano, que iba a definir el arquetipo de personajes televisivos de los próximos años. Además, la serie trajo una serie de técnicas cinematográficas y belleza artística generalmente ajena a la pequeña pantalla: los decorados, los planos, el ritmo, los arcos de personaje que evolucionan a lo largo de episodios. HBO pudo sacar semejante conejo de la chistera porque era una televisión por cable. Mientras la tele generalista dependía de los anunciantes, los cuales no querían experimentos, HBO se debía a sus suscriptores, y dio

Abr 18, 2025 - 12:37
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Menos contenido, más caro. Hay motivos para reabrir el debate sobre el fin de la Edad de Oro de las series

Menos contenido, más caro. Hay motivos para reabrir el debate sobre el fin de la Edad de Oro de las series

"Pagar más, ver menos contenido: la edad dorada de la televisión llega a su fin". Con esta frase, The Economist nos alertaba del fin de una era en 2025. Una era cuyo inicio pocos dudan en situar en 'Los Soprano' y que ha estado vigente todo el siglo XXI. Cada vez más voces alertan de este crepúsculo de ciclo, pero muchos gurús y medios llevan repitiendo este titular desde hace casi una década. ¿Estamos realmente ante el final de la Edad de Oro?

La televisión no siempre fue como es hoy, con una oferta tan variada que incluye producciones comparables a las del cine. La generación Z, que ha crecido en la era del streaming, no puede ni imaginar lo que era ver la televisión antes de los 90, donde las series estaban dominadas por el cartón piedra y las tramas serializadas.

Cuando las series no eran de oro, sino de cartón piedra

A finales del siglo XX las series más potentes del mercado eran las de comedia. TV Insider nos proporciona un ranking muy representativo del tipo de series más vistas en los 90 en base a mediciones de Nielsen. Los primeros puestos van para sitcoms como  'Seinfeld' o 'Un chapuzas en casa' ('Home Improvement'). En el listado se cuelan algunas series dramáticas y casi siempre médicas o policíacas, como 'Urgencias' ('ER') o 'Ley y Orden' respectivamente, que enseguida dan lugar a más comedias de situación: 'Roseanne', ‘Friends', 'Frasier', 'Cosas de casa' ('Family Matters'), 'Los Simpsons' o 'Cheers'.

En España, el cartón piedra de los decorados y las tramas sencillas eran aún más evidentes. Ver ahora uno de los primeros capítulos de 'Farmacia de guardia' es todo un (sufrido) experimento sociológico. La era pre-2000 se caracteriza por el dominio absoluto de la comedia de situación. Esto se explica por una sencilla razón: requerían un presupuesto mucho más modesto.

Las series dramáticas existían, pero mucho menos lustrosas que las actuales y se caracterizaban por su serialización. Es decir, capítulos de casi una hora, generalmente 24 por temporada, y con episodios auto-conclusivos. Cada capítulo era un caso o misterio que los personajes resolvían y, en su desenlace, se volvía al statu-quo inicial y tabula rasa para empezar de cero el próximo capítulo.

Había excepciones, por supuesto. Como 'Yo, Claudio'. O con capítulos especiales, generalmente a final de temporada, que usaban cliffhangers (dejar la trama abierta con un "Continuará", popularizado por el fenómeno "¿Quién disparó a J.R?", resuelto en el capítulo "¿Quién lo hizo?" de la serie 'Dallas').

Dallas 'Dallas'

Pero por lo general, esos cliffhangers se resolvían rápidamente al inicio del siguiente capítulo. La estructura serializada eliminaba el concepto de actos con consecuencia, exceptuando alguna muerte en la ficción porque el actor o actriz abandonara la serie. Por tanto, los personajes rara vez experimentaban cambios o arcos de personaje.

Además, la mayoría de series no se atrevían a salir de la sala de urgencias o las comisarías. Más allá de casos excepcionales como 'V' o 'Expediente X', las pocas aventuras de fantasía o de ciencia ficción como 'Power Rangers', 'Hércules' o 'Xena', tenían un presupuesto ínfimo, con efectos especiales risibles y actuaciones teatralizadas, que reflejaban que ni las propias series se tomaban a sí mismas demasiado en serio. Y así siguió el panorama, hasta que llegó HBO con 'Los Soprano'.

La Era 'Soprana' y los arcos de personaje: del cable al del streaming

Aunque series como 'Twin Peaks' ya habían desafiado los convencionalismos de la televisión, casi todos los críticos coinciden en que 'Los Soprano' de HBO marcó el antes y el después del sector con su primera emisión en 1999.

The New York Times dijo al estrenarse la primera temporada de la serie que podía ser "la obra más grande de la cultura popular estadounidense del último cuarto de siglo". TV Guide y Rolling Stone coronaron a 'Los Soprano' como "la mejor serie de todos los tiempos".

'Los Soprano' nos trajo como protagonista a un antihéroe amoral, Tony Soprano, que iba a definir el arquetipo de personajes televisivos de los próximos años. Además, la serie trajo una serie de técnicas cinematográficas y belleza artística generalmente ajena a la pequeña pantalla: los decorados, los planos, el ritmo, los arcos de personaje que evolucionan a lo largo de episodios.

HBO pudo sacar semejante conejo de la chistera porque era una televisión por cable. Mientras la tele generalista dependía de los anunciantes, los cuales no querían experimentos, HBO se debía a sus suscriptores, y dio libertad creativa a David Chase. Su serie elevó el baremo y, al funcionar, permitió que se produjeran series como 'The Wire' (2002) o 'Perdidos' ('Lost', 2004), auténticos fenómenos culturales, con protagonistas complejos, un mayor presupuesto e innovadoras técnicas narrativas.

Los Soprano, The Wire y Breaking Bad

El creador de 'The Wire', David Simon, de hecho, era un escritor y periodista de investigación, y se nota en la calidad del guion. Sin Tony Soprano tampoco habría 'Mad Men' (2007), 'Breaking Bad' (2008) o 'Homeland' (2011), que ahondaron en el protagonista antihéroe. En el caso de 'Breaking Bad', la belleza de algunos de sus planos, de sus guiones y de sus actuaciones han sido reconocidos con numerosos galardones (Bryan Cranston ganó 4 premios Emmy en 5 temporadas por su papel de Walter White).

HBO también desvió la primacía del sector desde las cadenas como ABC y NBC al cable. El streaming no es sino una continuación de este modelo, pero generalizándose gracias a Internet. Netflix no hizo sino "democratizar" el esquema HBO con series como 'House of Cards' o 'Stranger Things'… e internacionalizando la producción, con fenómenos como 'El juego del calamar' o 'La casa de papel' (y de paso subiendo el nivel, al menos presupuestario, de las series españolas).

Ya en la década de los 2010, HBO produjo 'Juego de Tronos' (2011) y Amazon Prime Video se arriesgó con series como 'The Expanse' (2015) o 'The Boys' (2019). Estas series de géneros como la fantasía, la ciencia ficción o los superhéroes además de tener tramas oscuras y complejas, son auténticas superproducciones que se atreven además de salir de los dramas médicos y policiales.

La adición a la carrera de Disney+ (que posee los derechos de Star Wars, Marvel, Pixar o 20th Century) y de Apple TV+ (que ha apostado por 'La Fundación' de Isaac Asimov o por el éxito de crítica 'Separación') no ha hecho sino aumentar la cantidad de series de grandes presupuestos.

Las características de la Edad de Oro de la TV: dinero y ¿calidad?

El streaming domina hoy una industria multimillonaria. De acuerdo a la consultora Ampere Analysis los ingresos totales por streaming habrían pasado en 2024 la marca de los 17.300 millones de dólares de ingresos, superando los 16.700 millones de la televisión de pago. Los 10 principales gigantes del streaming llegan a día de hoy a casi 900 millones de usuarios a nivel mundial según Digital Trends. Estamos hablando de un negocio multimillonario y de gran penetración.

Ranking Streaming
Gráfico de elaboración propia, fuentes: Digital Trends y Netflix.

Podríamos decir que dos cosas caracterizan a esta Edad de Oro de las Series: inversión y calidad (con matices). Respecto al dinero invertido, encontramos que en 2022 los streamers, liderados por Netflix, Amazon y Disney+, gastaron 23 mil millones de dólares en nuevas producciones, según Ampere Analysis.

En 1998, el año 1 a. T. (antes de Tony Soprano), la producción la dominaban ABC y NBC. Como comparativa a las astronómicas cifras actuales, NBC ponía aquel año toda su carne presupuestaria en el asador gastando una cifra récord de 286 millones de dólares al año en una única serie con 22 episodios originales: 'Urgencias'. Con una inflación acumulada en Estados Unidos de casi el 80% en este período, a día de hoy esa cifra rondaría los 500 millones de dólares.

Pero es que por esa época aquello era un caso único. Hoy, un sólo operador, Netflix, se gasta en un año 13.000 millones en contenido (en 2023). En lugar de una serie que acumula el principal gasto de una cadena tenemos una miríada de shows que cuestan dos cifras (de millones) por capítulo.

El segundo elemento que caracteriza a esta época dorada televisiva es la calidad. Muchos shows han recortado su duración tanto en capítulos por temporada como en minutaje. Los shows ya no necesitan la estricta duración de 50 minutos para hacer pausas para anunciantes. Y el elevado coste por capítulo hace que se produzca más cantidad pero más corta y de más calidad (al menos hasta hace un tiempo).

También se nota el cambio en los actores protagonistas. Hasta hace poco, cine y televisión eran mundos aparte, ahora son vasos comunicantes. Vemos actores de cine en series sin que se considere ya que por ello bajan su caché, al contrario. Una tendencia que comenzó con fichajes estelares como los de Martin Sheen en 'El ala oeste de la casa blanca', Kiefer Sutherland en '24', Kevin Spacey en 'House of Cards' o Cillian Murphy en 'Peaky Blinders'.

Kevin Spacey 'House of Cards'

The Economist hizo un estudio con datos de IMDb y concluyó que las series dramáticas de entre los 70 y los 90 tenían una media de 7,85 sobre 10 de puntuación. Desde entonces se produce un ascenso paulatino de la nota hasta alcanzar el 8,17 en el año 2010. La diferencia, como refleja el artículo, no es mucha, pero hace dos puntualizaciones.

Primera: desde 2010, 73 series superaron el 9 de nota, cuando en los 90 sólo 11 conseguían esta marca. Segunda: desde 2010, la cantidad de series producidas ha superado a la del cine. Es decir, la producción ha aumentado muchísimo y, tomando todas las series, la calidad no ha aumentado tanto en proporción, pero sí se han creado muchas más obras maestras en este período.

IMDb
Tabla de elaboración propia con datos de IMDb donde se aprecia el pico de "obras maestras" alcanzado desde 1999 a 2008.

¿Fin de la burbuja de la Edad Dorada o inicio del 'Peak TV'?

En 2022 se produjeron un total de 599 series originales según Variety, quien calificó la cifra de "límite". Un año después, Ampere Analysis detectaba que el número de series cayó un 24% en 2023. Un estudio de Luminate cifraba un descenso similar en 2023, un 17%, y en 2024 señalaba que la caída de producción de series ha sido de un 7% en Estados Unidos. Es decir, una reducción menos abrupta pero que señala que la tendencia continúa.

El gasto en producciones aumentó, sin embargo, un 14% en 2023 mientras que en 2024 el incremento por parte de las seis mayores compañías de contenido fue de un 9%. En todo caso, se nota el fin de una era tras el confinamiento y las huelgas de guionistas, pues el aumento de gasto de 2021 a 2022 fue de un 45%.

Es decir, aunque la inversión aumenta, se reduce el ritmo y también el número de series. No debemos olvidar, además, que los streamers siguen en un proceso de crecimiento y de dudosa rentabilidad (o incluso pérdidas para Disney). Y sin embargo, no faltan estudios que nos dicen que el gasto continuará aumentando.

Better Call Saul

Recientemente, la doctora experta en medios Siobhan Lyons declaró que "con Better Call Saul' [2015-2022] concluyó la Era Dorada de la TV como la conocemos". Por otro lado, tenemos al creador de 'Los Soprano', David Chase, lamentando que "la era de la tele compleja y ambiciosa se ha terminado" y que hemos vivido un dorado lapso de 25 años, pero ahora le exigen que haga sus guiones algo más "tontos" porque el público "no puede centrarse" en nada.

Estas declaraciones expresan la inquietud de que la libertad creativa ha llegado a su fin y los estudios quieren rentabilidad. Desde 2023, las principales plataformas de streaming han dificultado la compartición de cuentas y han subido los precios de sus planes. Vuelve la publicidad también; la alternativa que se ofrece para pagar menos son los planes con anuncios. ¿Han reinventado la tele tradicional y conservadora los streamers?

Las reflexiones sobre la cantidad de producción y la calidad, así como el incremento de lo que pagamos, nos llevan de vuelta al artículo de The Economist que abre este texto: "pagar más" para "ver menos". En dicha pieza, el autor decía que debemos aprovechar este 2025, que incluye contenidos aplazados de años anteriores, porque podría ser el último "dorado". Otros autores prefieren hablar del cambio de "Edad de Oro" a "Peak TV": es decir, seguiremos teniendo contenido a punta pala, pero la calidad no será la de los últimos años. Sólo el tiempo dirá. Mientras tanto, si algo nos quedará, es un repositorio lleno de nostalgia para volver a ver cuando queramos.

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La noticia Menos contenido, más caro. Hay motivos para reabrir el debate sobre el fin de la Edad de Oro de las series fue publicada originalmente en Espinof por Javier Sánchez .