Más que un destino, una aventura: descubre la historia, la naturaleza y la tradición de Andorra
En el corazón de los Pirineos, sus innumerables pistas de esquí, sus inmejorables vistas y su arraigada gastronomía de alta montaña enamoran a familias...

Desconectar en familia, practicar deportes de invierno, visitar coquetos e históricos pueblos de montaña y disfrutar de unas vistas naturales de ensueño son solo algunas de las actividades que se pueden realizar en Andorra. La infinidad de divertidos y variados planes que se pueden hacer en familia o con amigos posiciona a Andorra como un destino único y fascinante para todos los públicos.
Si eres un iniciado en los deportes de nieve o quieres empezar a practicarlos, Andorra es el destino ideal. Sus pistas para todos los niveles, las escuelas de esquí con las que cuenta la región o las zonas de ocio infantil posibilitan practicar estas actividades a cualquier miembro de la familia, independientemente de su experiencia.
Asimismo, los parajes montañosos de esta región permiten llevar a cabo actividades increíbles relacionadas con la nieve, como pasear en trineo con perros o excursiones con raquetas de nieve. Grandvalira Resorts Andorra nace de la fusión de las estaciones de Ordino Arcalís, Pal Arinsal y Grandvalira, constituyendo así la estación de esquí más grande de los Pirineos, con más de 300 kilómetros de pistas.
Disfruta de cuatro días y tres noches, con forfait de tres días y estancia en hotel de tres o cuatro estrellas con desayuno incluido en Grandvalira de la mano de Viajes El Corte Inglés desde tan solo 310 euros. En un dominio de 210 kilómetros formados por 138 pistas podrás encontrar servicios como tiendas de alquiler de material, restaurantes, cafeterías, barbacoas, terrazas, snowparks, guarderías, baby clubs y hasta rutas para niños. Asimismo, cuenta con actividades variopintas como construcción de iglús, vuelos en helicóptero, esquí de fondo o motos de nieve, entre otras.
Senderos mágicos, pueblos con encanto y aventuras de leyenda
Con la llegada de la nieve, los parajes montañosos de esta región y sus preciosos pueblos lucen más que nunca bajo un manto blanco. La iglesia de Sant Joan de Caselles, el Palau de Gel y Canillo son paradas imprescindibles para los visitantes. Las construcciones medievales de Sant Romà de les Bons, la Torre dels Moros, la capilla de Sant Romà y las calles empedradas de Auvinyà, son parajes especialmente recomendables en invierno. La Cortinada, Pal, Anyòs y Sispony redondean la visita turística.
Una de las maneras preferibles de disfrutar de la naturaleza de Andorra son los senderos mágicos de Macarulla. Especialmente diseñados para los más pequeños, estos circuitos cortos y fáciles están repletos de actividades y elementos mágicos que estimulan la curiosidad y el juego. Además, cada familia recibe una guía de actividades que incluye información sobre la fauna y flora de la zona.
Una de las leyendas andorranas son las misteriosas criaturas protectoras de sus bosques, los tamarros. Dino, Massa, Nilo, Enko, Andy, Caldes y Lau, los siete que existen, son difíciles de ver por su velocidad y sigilo. Estas criaturas tienen la tarea de proteger a la parroquia de Bruticia, una trol malvada que amenaza el entorno natural. Esta divertida actividad se encuentra abierta al público durante todo el año, con premios para quienes encuentren a los siete tamarros.
Gastronomía de alta montaña
Esta región destaca por sus arraigadas tradiciones agrícolas y ganaderas, influenciadas tanto por su entorno natural de excepción como por su cercanía con España y Francia. Los productores son los auténticos herederos de estas costumbres, ofreciendo productos de kilómetro cero. Así se constituyen los pilares gastronómicos de la región, basada en embutidos tradicionales y carne certificada con sellos de alta calidad.
Además, el enoturismo es uno de los grandes reclamos de Andorra. Vinos andorranos como Borda Sabaté 1944 y Casa Auvinyà se distinguen por un sabor único, causando sensación entre sus amantes. La miel, las confituras y el chocolate de Xocland, una fábrica con larga trayectoria, son otras de las delicias gastronómicas de postín de esta región.
El frenesí no se detiene cuando cae la noche en Andorra. Cenar bajo la luna en restaurantes de alta montaña como La Ovella Negra y la Borda de la Coma pone la guinda perfecta para los grupos de amigos y familias que hayan esquiado o visitado los pueblos de montaña. Igualmente, la Borda de Sorteny, situado en el parque natural homónimo, dispensa platos de alta montaña bajo las estrellas junto a la chimenea.
El destino ideal para relajarse y cuidarse
Los centros de bienestar y spas en Andorra proporcionan múltiples tratamientos para cuidar tu cuerpo, relajarte y descansar de una jornada de esquí o de visitas por los pueblos ubicados en la montaña. Existen este tipo de centros a lo largo y ancho de todo el principado, desde Andorra la Vieja hasta Encamp, que prestan tratamientos para todas las necesidades y edades.
Destacan especialmente la variedad de tratamientos tradicionales e incluso exóticos, como terapias basadas en el reiki o shiatsu, que suponen el colofón perfecto a un completo viaje de aventuras de leyenda, deporte de nieve en el mejor entorno natural y una gastronomía exquisita para disfrutar en familia.
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