Marisa Medina, una vida marcada por la adicción al juego y las drogas: pidió perdón "muchísimas veces" a sus hijas antes de morir
Silvia y Laura, sus hijas, se sientan por primera vez en un plató de televisión para hablar de la presentadora.

La intensa vida de Marisa Medina, una de las presentadoras más icónicas de la televisión en España, estuvo marcada por luces y sombras. Las luces de una carrera brillante en la pequeña pantalla y una feliz familia que no se vio nunca ensombrecida por su reconocida adicción al juego y las drogas, que también marcó su vida y la de sus hijas.
Precisamente ellas, Silvia y Laura, se sentaron en el plató de Y ahora Sonsoles, donde hablaron de su recordada madre, fallecida en 2012 por un cáncer. "Hemos vivido con mucha naturalidad la fama de nuestros padres", contaron.
Su padre, también famoso, Alfonso Santisteban, finalmente se separó de la presentadora, tras lo cual, esta empezó un acusado declive profesional en el que cayó en un bucle de adicción al juego y a la cocaína.
"Nos pidió perdón muchísimas veces", confesaba Laura. "Mi madre era generosa y tenía un corazón que no le cabía en el cuerpo. Y esto forma parte de su historia. Ella misma hablaba de ello con total naturalidad".
Sin embargo, gracias a la ayuda de su familia y, en especial, de sus hijas, logró salir, algo que no consiguió en su batalla contra el cáncer. "La enfermedad de mi madre la vivimos muy mal", aseguraron sus hijas: "Que en el mismo año se murieran nuestro padre y nuestra madre fue muy duro", recordaron.