Luisgé Martín, sobre la polémica acerca de su libro 'El odio': "Bretón queda aquí como un pobrecillo cruel que mató a sus hijos"
El escritor mantiene su intención de publicar la obra y cree que Anagrama "sintió medio".

Más de un mes después de que saltase la polémica por la entonces inminente publicación de El odio, Luisgé Martín ha dado este martes su primera entrevista en La Noche en 24 horas. El autor del libro, en el que se recogen las confesiones de José Bretón sobre el asesinato de sus dos hijos en 2011, ha defendido que con esta obra pretendía comprender cómo alguien puede llegar a cometer un crimen así y ha señalado que el conocido como 'monstruo de Las Quemadillas' queda reflejado en ella como "un pobrecillo cruel que mató a sus hijos".
"Con pobrecillo quiero decir un hombre débil, absolutamente sin recursos, un donnadie. No es alguien que tenga una psicopatía especial, no es Hannibal Lecter. Es un hombre que dependía de su mujer, como tantos asesinos machistas, y que cuando ella le deja, su vida desaparece", ha querido matizar después Martín al ser instado por el presentador, Xabier Fortes, a aclarar qué había querido decir con el término. "Después de tres años en contacto con él he llegado a ver a un Bretón perdido, solo en el mundo, nunca con empatía pero sí con compasión", había dicho poco antes.
El autor ha manifestado que "el escritor elige de lo que quiere y de lo que necesita hablar". "Yo escribo de lo que no consigo entender y no consigo entender la violencia ni que alguien mate a sus hijos", ha apuntado, para después agregar que en esta ocasión ha comprendido "algo estremecedor" y es que Bretón es "una persona vulgar, mediocre, narcisista, machista y obsesiva".
Desde esa perspectiva de querer "entender", Martín ha justificado que no haya incluido en el libro el testimonio de Ruth Ortiz, la madre de los pequeños. "Lo podía haber hecho por cortesía, pero toda la información que necesitaba estaba en el sumario, en los recortes de prensa... Y me perturbaba mucho perturbarla cuando ha reconstruido su vida. No me parecía agradable para ella y a mí literariamente no me aportaba nada. Creo que mi decisión fue la correcta", ha sostenido, indicando a su vez que "esta no es una crónica periodística".
No obstante sí ha reconocido que hizo mal al no trasmitirle, antes de que se enterase de la publicación por la prensa, que este "no es un libro que la revictimice". "Ese ha sido un error de bulto", ha admitido, y ha añadido que si no se ha puesto en contacto después con ella es porque sus abogados se lo han prohibido.
Martín ha manifestado que siente toda la empatía hacia Ortiz, aunque ha señalado que le pareció extraño que pidiese que paralizasen la difusión de El odio porque no hay "ni intromisión al honor, ni difamaciones, ni apología de la violencia". "Se han dicho muchas cosas inciertas. El odio es un libro que Bretón detesta. Me dijo que está lleno de mentiras. Se ha trasmitido que da voz al asesino y en absoluto, se le confronta. La empatía está con la víctima", ha afirmado y ha calificado lo ocurrido de "muy grave".
"La gente dice cosas del libro sin haberlo leído y se ha generado un estado de opinión en el que no es posible dar argumentos. Forma parte casi de sociedades prefacistas", ha dicho Martín. En esa lista de "mentiras" ha incluido por ejemplo que la obra esté escrita a medias con Bretón o que este se vaya a llevar "una parte de los royalties".
El escritor ha indicado que mantiene su intención de publicar su obra y ha asegurado que la editorial Anagrama, que extinguió la semana pasada el contrato para su distribución pese a que la Justicia le autorizaba hacerlo, "ha sentido miedo de la presión social". En su opinión, "no hay una censura directa" pero sí se ejerce una censura "a través del paternalismo moral". "Quiero que se publique", ha insistido, pero no ha aclarado si podría hacerlo con otra editorial y ha dudado sobre la posibilidad de la autoedición.
El autor ha comparado su libro con el documental Las mujeres y el asesino o No me llame Ternera, donde el periodista Jordi Évole entrevistó al etarra Josu Ternera: "Se dijeron las mismas cosas que se han dicho de mi libro y todo el mundo puede ver que ni se le blanquea, ni se la da voz, y que queda como lo que es, un imbécil y un fanático". Martín ha defendido asimismo que El odio puede "servir para alertar a las mujeres de que los monstruos no tienen cuernos ni huelen a azufre".