Los vecinos de "La Pedrera" que echan de menos la pandemia
En una de las joyas de Gaudí todavía se alojan personas que viven su día a día entre fotos y turistasLa España modernista: 12 ciudades que te sumergirán en su historia a través de sus edificios Cuando la pandemia del coronavirus dejó las calles desiertas, otras de las impactantes imágenes era la de todos aquellos monumentos y museos que pasaron de provocar colas para entrar a verlos de como siempre habíamos hecho a tener que hacerlo de manera online. Uno de esos reclamos para cientos de turistas era, cómo no, la Casa Milà o, como también es conocida, “La Pedrera”, una de las joyas del modernismo situada en pleno Paseo de Gracia de Barcelona. Un imponente inmueble que, curiosamente, aloja también a tres vecinos. Es decir, ciudadanos cuyos inmuebles comparten muros y escalera con una de las obras maestras de Antoni Gaudí. Por eso no es raro escuchar que, para al menos una de esas afortunadas personas que viven La Pedrera, Ana Viladomiu, la ausencia de turistas fue un respiro. Un alivio. En su cuenta de Instagram publica fotos de su original cotidianidad, que se ve alterada cada vez que se asoma a una de sus ventanas o cuando tiene que salir a la calle. Joya de la UNESCO El magnífico edificio de Gaudí fue declarado por la UNESCO Bien cultural del Patrimonio Mundial en 1984. Viladomiu vive allí desde hace más de 30 años y, precisamente, ha escrito dos novelas inspiradas en personajes que viven en su propia casa. Una vivienda, por cierto, sin ángulos rectos, propia del estilo que impregnó Gaudí a buena parte de sus obras, con el que trataba de imitar la naturaleza. “La Pedera” fue levantada gracias al talento de Gaudí entre 1906 y 1910. A lo largo de su larga historia ha acogido, además de determinadas viviendas para inquilinos de lujo como Viladomiu, sastrerías, bingos, notarías u hoteles. Actualmente es visitada por cientos de turistas, que en ocasiones pueden recorrer algunas estancias reservadas solo para eventos o exposiciones temporales. En cualquier caso, los turistas que hacen de este edificio uno de los más visitados del mundo hacen que la vida para los ciudadanos que viven en su interior sea siempre un mar de cámaras (ahora móviles) y conversaciones en varios idiomas. Aunque añoren la tranquilidad de aquellos meses de pandemia, ya están más que acostumbrados a los 'clicks' de los asombrados turistas.

En una de las joyas de Gaudí todavía se alojan personas que viven su día a día entre fotos y turistas
La España modernista: 12 ciudades que te sumergirán en su historia a través de sus edificios
Cuando la pandemia del coronavirus dejó las calles desiertas, otras de las impactantes imágenes era la de todos aquellos monumentos y museos que pasaron de provocar colas para entrar a verlos de como siempre habíamos hecho a tener que hacerlo de manera online.
Uno de esos reclamos para cientos de turistas era, cómo no, la Casa Milà o, como también es conocida, “La Pedrera”, una de las joyas del modernismo situada en pleno Paseo de Gracia de Barcelona. Un imponente inmueble que, curiosamente, aloja también a tres vecinos. Es decir, ciudadanos cuyos inmuebles comparten muros y escalera con una de las obras maestras de Antoni Gaudí.
Por eso no es raro escuchar que, para al menos una de esas afortunadas personas que viven La Pedrera, Ana Viladomiu, la ausencia de turistas fue un respiro. Un alivio. En su cuenta de Instagram publica fotos de su original cotidianidad, que se ve alterada cada vez que se asoma a una de sus ventanas o cuando tiene que salir a la calle.
Joya de la UNESCO
El magnífico edificio de Gaudí fue declarado por la UNESCO Bien cultural del Patrimonio Mundial en 1984. Viladomiu vive allí desde hace más de 30 años y, precisamente, ha escrito dos novelas inspiradas en personajes que viven en su propia casa. Una vivienda, por cierto, sin ángulos rectos, propia del estilo que impregnó Gaudí a buena parte de sus obras, con el que trataba de imitar la naturaleza.
“La Pedera” fue levantada gracias al talento de Gaudí entre 1906 y 1910. A lo largo de su larga historia ha acogido, además de determinadas viviendas para inquilinos de lujo como Viladomiu, sastrerías, bingos, notarías u hoteles. Actualmente es visitada por cientos de turistas, que en ocasiones pueden recorrer algunas estancias reservadas solo para eventos o exposiciones temporales.
En cualquier caso, los turistas que hacen de este edificio uno de los más visitados del mundo hacen que la vida para los ciudadanos que viven en su interior sea siempre un mar de cámaras (ahora móviles) y conversaciones en varios idiomas. Aunque añoren la tranquilidad de aquellos meses de pandemia, ya están más que acostumbrados a los 'clicks' de los asombrados turistas.