Los recortes de Elon Musk alcanzan a los perros detectores de explosivos
Cada año, más de 300 perros completan su entrenamiento con un coste aproximado de 30.000 euros por animal.

Elon Musk llegó al gobierno de Estados Unidos con la promesa de aplicar recortes drásticos y reducir el gasto público. Su Departamento de eficiencia gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) ha generado polémicas desde su creación, eliminando programas e iniciativas que, según sus responsables, no eran rentables o eficientes. Sin embargo, la última medida de DOGE ha causado especial revuelo: la congelación del gasto destinado al cuidado de los perros detectores de explosivos de la Administración de seguridad en el transporte (TSA), que a su vez es una agencia del Departamento de seguridad nacional de los Estados Unidos.
La noticia salió a la luz gracias a la periodista de Fox News Jennifer Griffin, quien publicó en su cuenta de X (antes Twitter) una captura de un correo interno de la TSA en el que se informaba de la suspensión inmediata de todas las solicitudes relacionadas con la alimentación, los cuidados veterinarios y los gastos de alojamiento de estos perros K9. A pesar de que la Casa Blanca celebraba el Día de los veteranos caninos en ese mismo momento, la realidad era que los perros que protegen aeropuertos y otros puntos clave de seguridad nacional estaban viendo comprometido su futuro inmediato.
La orden de suspensión, ¿qué dice el correo filtrado?
Según el mensaje interno compartido por la periodista, el programa de detección canina de la TSA recibió instrucciones de suspender cualquier solicitud de gasto hasta nuevo aviso. “A partir de este momento, TODAS las solicitudes, incluyendo visitas veterinarias, el alojamiento en las perreras y la comida para los perros, quedan en pausa hasta que recibamos nuevas instrucciones”, rezaba el correo.
A pesar de la contundencia del mensaje, el gobierno no ha dado detalles sobre la duración de esta medida ni sobre cómo se garantizará la salud y el bienestar de los perros. Un portavoz de la TSA respondió a las críticas asegurando que “nuestros héroes caninos están felices, sanos y financiados”, pero reconoció que “las compras con tarjeta de crédito han sido restringidas por 30 días”. Sin embargo, no explicó cómo se van a cubrir los gastos de los perros durante este periodo.
Las unidades K9 y la seguridad nacional de EE.UU
El programa de detección canina de la TSA es una valiosa pieza en la seguridad del país. Cada año, más de 300 perros completan su exigente entrenamiento en las instalaciones de la agencia en Texas, con un coste aproximado de 30.000 euros por animal. Actualmente, más de 1.000 equipos caninos operan en aeropuertos, estaciones de transporte y eventos de alto riesgo, desempeñando una ayuda invaluable en la detección de explosivos y la prevención de atentados.
Se estima que en Estados Unidos hay unos 50.000 perros policía (K9) en activo, incluidos los perros detectores de explosivos del servicio secreto, cuya unidad canina proporciona apoyo directo a la protección presidencial. Los agentes que forman parte de estos equipos deben completar un riguroso proceso de formación que incluye 29 semanas de entrenamiento y 17 semanas adicionales en detección de explosivos antes de incorporarse al servicio activo.
Actualmente, más de 1.000 equipos caninos de detección de explosivos están desplegados en todo Estados Unidos, incluyendo las unidades de detección de pasajeros y de carga. Por los tanto, la suspensión de su financiamiento podría afectar la operatividad de estos equipos de seguridad.
Elon Musk y su política de recortes
Elon Musk ha defendido repetidamente su política de reducción del gasto gubernamental, argumentando que es necesario eliminar el despilfarro y mejorar la eficiencia. No obstante, las decisiones de DOGE han generado controversia por los sectores que han resultado afectados. Hace solo unas semanas, el magnate nacido en Sudáfrica admitió que su departamento ‘se había equivocado’ al cancelar temporalmente un programa de prevención del ébola y tuvo que restablecerlo inmediatamente.
En este caso, la falta de transparencia sobre la financiación de los perros de la TSA y la aparente contradicción con la postura de la administración del presidente Trump sobre la seguridad están generando críticas. La medida parece ir en contra de la narrativa de ‘mano dura contra el crimen’ promovida por el presidente, ya que debilitar el programa de detección canina podría reducir la capacidad de respuesta ante amenazas reales.
Verificación de datos: más allá de los rumores
El portal de verificación de datos Snopes ha analizado el caso y concluye que la información es una mezcla de datos confirmados y aspectos aún no verificados. Si bien es cierto que DOGE ha restringido las compras relacionadas con la manutención de los perros, no está claro cómo se están solventando estos gastos o si la medida tendrá efectos duraderos.
Por ahora, no se ha informado si el financiamiento será restablecido pronto ni cuál será el impacto real de estos recortes en la seguridad aeroportuaria. Lo que sí es seguro es que la decisión ha abierto un nuevo frente de críticas contra el multimillonario dueño de la red social X, SpaceX o Tesla y su gestión, especialmente en un área tan sensible para los estadounidenses como la protección contra las amenazas terroristas.