Los exportadores chinos 'lavan' sus productos en terceros países para evitar los aranceles de Donald Trump
Sus vecinos asiáticos temen convertirse en puntos de escala para el comercio cuyo verdadero destino es EEUU.

Los exportadores chinos están intensificando sus esfuerzos para evitar los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, enviando sus mercancías a través de terceros países para ocultar su verdadero origen.
Las plataformas de redes sociales chinas están inundadas de anuncios que ofrecen "lavado de origen", mientras que la afluencia de mercancías procedentes de China ha hecho saltar las alarmas en los países vecinos, que recelan de convertirse en puntos de escala para el comercio destinado en realidad a EE.UU.
El creciente uso de esta táctica subraya el temor de los exportadores a que los nuevos aranceles de hasta el 145% impuestos por Trump a los productos chinos les priven del acceso a uno de sus mercados más importantes.
"El arancel es demasiado alto", afirma Sarah Ou, vendedora de Baitai Lighting, un exportador con sede en la ciudad meridional china de Zhongshan. "[Pero] podemos vender los productos a los países vecinos, y luego los países vecinos venderlos a EEUU, y se reducirá".
La legislación comercial estadounidense exige que las mercancías sufran una "transformación sustancial" en un país, que suele incluir un procesamiento o fabricación que añade un valor significativo, para que puedan considerarse originarias de ese país a efectos arancelarios.
Pero los anuncios en plataformas de redes sociales como Xiaohongshu se ofrecen a ayudar a los exportadores a enviar mercancías a países como Malasia, donde se les expedirá un nuevo certificado de origen y se enviarán a EEUU.
"¿EEUU ha impuesto aranceles a los productos chinos? ¡Pasen por Malasia para 'transformarlos' en productos del Sudeste Asiático!", decía un anuncio publicado esta semana en Xiaohongshu por una cuenta con el nombre de "Ruby - Third Country Transshipment".
"¿EEUU ha puesto límites a los suelos de madera y las vajillas chinos? ¡'Lave el origen' en Malasia para un despacho de aduanas sin problemas!", añadía. Una persona contactada a través de los datos facilitados en el anuncio declinó hacer más comentarios.
La agencia de aduanas de Corea del Sur informó el mes pasado que en el primer trimestre de este año había detectado productos extranjeros por valor de 29.500 millones de wones con países de origen falsificados, la mayoría procedentes de China y casi todos con destino EEUU.
"Estamos observando un fuerte aumento de los casos recientes en los que nuestro país se utiliza como desvío de productos para evitar diferentes aranceles y restricciones debido a los cambios en la política comercial del Gobierno estadounidense", declaró la agencia en un comunicado. "Hemos encontrado numerosos casos en los que los orígenes de productos chinos se falsificaban como coreanos".
El Ministerio de Industria y Comercio de Vietnam pidió el mes pasado a las asociaciones comerciales, exportadores y fabricantes locales que reforzaran los controles sobre el origen de las materias primas y los insumos, y que impidieran la emisión de certificados falsificados.
El Departamento de Comercio Exterior de Tailandia también presentó el mes pasado medidas para reforzar los controles de origen de los productos con destino a EEUU con el fin de evitar la evasión arancelaria.
Ou, de Baitai, explica que, como muchos fabricantes chinos, la empresa envía mercancías como "franco a bordo", según la cual los compradores se hacen responsables de los productos una vez que abandonan el puerto de origen, lo que reduce el riesgo legal para el exportador.
"Los clientes sólo tienen que buscar puertos en Guangzhou o Shenzhen, y mientras [las mercancías] lleguen allí, habremos cumplido nuestra misión... [Después], no es asunto nuestro", apunta.
Los vendedores de dos empresas de logística afirman que pueden enviar mercancías a Port Klang, en Malasia, desde donde trasladan los artículos a contenedores locales y cambian sus etiquetas y embalajes. Las empresas tienen contactos con fábricas de Malasia que pueden ayudar a expedir certificados de origen, explican los vendedores, que no quieren que se mencione su nombre.
"EEUU debe estar al corriente", afirma uno de ellos. "No podemos volvernos demasiado locos, así que estamos controlando la cantidad [de pedidos que aceptamos]".
"Ellas [las aduanas malayas] no son muy estrictas", asegura el otro vendedor.
En una declaración facilitada tras la publicación, el Ministerio de Inversión, Comercio e Industria de Malasia afirmó que el país estaba "inequívocamente comprometido con la defensa de la integridad de las prácticas comerciales internacionales" y "considera un delito grave cualquier intento de eludir los aranceles mediante declaraciones erróneas o falsas, ya estén relacionadas con el valor o el origen de las mercancías".
"Si esas informaciones son ciertas, investigaremos y tomaremos las medidas necesarias, en colaboración con nuestras aduanas y las autoridades estadounidenses", añadió.
Los ministerios de Asuntos Exteriores y Comercio de China no respondieron a las peticiones de comentarios.
Un consultor que asesora a empresas sobre comercio transfronterizo explica que el lavado de origen es uno de los dos métodos principales que se están empleando para evitar los nuevos gravámenes de Trump. El otro es mezclar artículos de alto costo con bienes más baratos, de forma que los exportadores pueden reclamar falsamente un menor costo general de los envíos, señala el consultor.
El propietario de un fabricante de bienes de consumo con sede en la ciudad meridional china de Dongguan afirma que dos asociaciones industriales nacionales le han presentado a intermediarios que ofrecen soluciones arancelarias alternativas de "zona gris".
"Básicamente, yo sólo envío a un puerto chino y ellos se encargan desde allí", explica el propietario, añadiendo que los intermediarios se han ofrecido a organizar la solución por sólo 5 yuanes (0,60 euros) por kilogramo enviado.
"Estas agencias sostienen que las pequeñas y medianas empresas como nosotros podemos capear mejor el golpe arancelario porque siempre hay zonas grises", afirma. "Espero que sea cierto. EEUU es un gran mercado, no quiero perderlo".
La proliferación de iniciativas para evitar los aranceles ha causado inquietud entre los socios comerciales de EEUU. Un alto ejecutivo de uno de los 10 principales vendedores independientes de Amazon explica que han observado casos en los que se ha alterado el origen de los envíos, con el consiguiente riesgo de que las autoridades aduaneras estadounidenses los confisquen.
El ejecutivo explica que son reacios a aceptar ofertas de ayuda de sus proveedores chinos, como la de actuar como el "importador registrado" en EEUU y el pago de aranceles en base al costo de fabricación en lugar del costo de adquisición del minorista, que es más elevado.
Señala que les preocupa que un proveedor pueda declarar un valor falso. "Se deposita mucha confianza en un proveedor chino", afirma.