Los españoles se dejan mucho trabajo en Augusta ante un intratable Justin Rose (-7)
El primer grande de la temporada arrancó en Augusta en una jornada en la que, si bien las condiciones climáticas no jugaron en contra, sí que acumuló un exceso de doble 'bogeys' (57) merced a unas banderas muy exigentes. Y esto no ha hecho más que empezar, pues una vez reducidas al mínimo las probabilidades de lluvia para los próximos días, cabe esperar que los 'greens' cojan velocidad a partir de mañana. Con cuatro representantes por parte española , los días previos nos habían dejado unas sensaciones de lo más optimistas… como si algo bueno estuviera a punto de llegar. Quizás por el excelente talante y mejor momento de forma de Sergio García , quizás por el ilusionante debut de Josele Ballester en el Masters como vigente campeón del US Amateur. El caso es que la primera jornada dio al traste con las expectativas y nos devolvió una realidad que no esperábamos. Tal era el transcurrir que el mejor de los nuestros al término de los nueve primeros hoyos era el doble campeón Chema Olázabal , con +1. Quien parecía tocado por los dioses era el veterano Justin Rose , que terminó la vuelta con un 'bogey' al 18 que no ensombreció en absoluto una magnífica tarjeta de 7 bajo par y tres golpes de ventaja sobre sus inmediatos perseguidores. El inglés tiene una espina clavada con Augusta, ya que en los últimos catorce años ha acumulado once top-25, incluyendo dos subcampeonatos en 2015 y 2017 (en 'playoff' con Sergio). Desde luego, ha presentado su candidatura para que de este año no pase que pueda vestirse la chaqueta verde. Entre los jugadores que terminaron en segunda posición de la tabla se encontró nada menos que el vigente campeón, Scottie Scheffler, que con 4 'birdies' logró una vuelta sin mácula para el -4 final. Otro que intentará hacer historia, ya que de ganar el próximo domingo sería el cuarto jugador que repite triunfo en años consecutivos en Augusta. Pero volviendo a los hispanos, la larga jornada del jueves se les atragantó a todos. Olazábal se lamentó de un triple 'bogey' en el hoyo 10, cuando llevaba una ronda muy contenida, y a partir de ahí enlazó 'birdies' y 'bogeys' que le impidieron recortar golpes a la tarjeta, para terminar con +5 y comprometer su secreto anhelo de permanecer vivo el fin de semana. Al amateur Josele Ballester no se le debe juzgar, pese a que como él mismo reconoció «no estuvo fino con los 'putts'». En su primera ronda en el Masters le tocó jugar nada menos que con el número 1 del mundo, Scottie Scheffler, y con Justin Thomas, lo que disculpa cualquier atisbo de nerviosismo. Un triple 'bogey' en el complicado hoyo 5 le puso con demasiados positivos, aunque aún aportó un 'birdie' al seis para intentar restar distancia. Jon Rahm resumió su vuelta diciendo que «no saco en limpio nada bueno; ha habido fallos en todo y en este campo, si no la pones en calle, es imposible hacer nada». Y es que el 75 final (con dos 'birdies' y cinco 'bogeys') se antoja una cifra demasiado alta para un jugador de su calidad, que jamás ha fallado un corte en Augusta pero que en esta ocasión se ha dejado demasiada tarea para el viernes. Para el de Barrica todo el problema ha estado desde el 'tee' pues «ha habido demasiados hoyos en los que solo podía rezar para tener opción de hacer algo». De hecho, su mala salida a la derecha en el 9 le llevó a amagar con partir el 'driver' de pura frustración, gesto que reconoció sonrojado ante la prensa y sobre lo que está trabajando. Sergio García, que llegó a Georgia en volandas merced al gran momento en el LIV golf , en el que este año ya suma un título individual y tres colectivos, no exprimió una ronda que arrancó con 'birdie' al uno pero que, a la postre, solo logró terminar al par. Como declaró al término «mañana intentaremos jugar bien como hoy, intentaremos meter algún 'putt' más, pero no sé lo que va a ocurrir. Aquí, cada día es un mundo. Obviamente mi idea es salir, intentar hacer algunos bajo par y ponerme en una buena situación». Otro de los favoritos, Rory McIlroy , perdió el control de la vuelta en los últimos cuatro hoyos, pues llegó con -4 al 15. Ahí mandó la bola al agua y a este doble 'bogey' le siguió otro en el 17, lo que le hizo terminar con una exigua tarjeta al par del campo.
El primer grande de la temporada arrancó en Augusta en una jornada en la que, si bien las condiciones climáticas no jugaron en contra, sí que acumuló un exceso de doble 'bogeys' (57) merced a unas banderas muy exigentes. Y esto no ha hecho más que empezar, pues una vez reducidas al mínimo las probabilidades de lluvia para los próximos días, cabe esperar que los 'greens' cojan velocidad a partir de mañana. Con cuatro representantes por parte española , los días previos nos habían dejado unas sensaciones de lo más optimistas… como si algo bueno estuviera a punto de llegar. Quizás por el excelente talante y mejor momento de forma de Sergio García , quizás por el ilusionante debut de Josele Ballester en el Masters como vigente campeón del US Amateur. El caso es que la primera jornada dio al traste con las expectativas y nos devolvió una realidad que no esperábamos. Tal era el transcurrir que el mejor de los nuestros al término de los nueve primeros hoyos era el doble campeón Chema Olázabal , con +1. Quien parecía tocado por los dioses era el veterano Justin Rose , que terminó la vuelta con un 'bogey' al 18 que no ensombreció en absoluto una magnífica tarjeta de 7 bajo par y tres golpes de ventaja sobre sus inmediatos perseguidores. El inglés tiene una espina clavada con Augusta, ya que en los últimos catorce años ha acumulado once top-25, incluyendo dos subcampeonatos en 2015 y 2017 (en 'playoff' con Sergio). Desde luego, ha presentado su candidatura para que de este año no pase que pueda vestirse la chaqueta verde. Entre los jugadores que terminaron en segunda posición de la tabla se encontró nada menos que el vigente campeón, Scottie Scheffler, que con 4 'birdies' logró una vuelta sin mácula para el -4 final. Otro que intentará hacer historia, ya que de ganar el próximo domingo sería el cuarto jugador que repite triunfo en años consecutivos en Augusta. Pero volviendo a los hispanos, la larga jornada del jueves se les atragantó a todos. Olazábal se lamentó de un triple 'bogey' en el hoyo 10, cuando llevaba una ronda muy contenida, y a partir de ahí enlazó 'birdies' y 'bogeys' que le impidieron recortar golpes a la tarjeta, para terminar con +5 y comprometer su secreto anhelo de permanecer vivo el fin de semana. Al amateur Josele Ballester no se le debe juzgar, pese a que como él mismo reconoció «no estuvo fino con los 'putts'». En su primera ronda en el Masters le tocó jugar nada menos que con el número 1 del mundo, Scottie Scheffler, y con Justin Thomas, lo que disculpa cualquier atisbo de nerviosismo. Un triple 'bogey' en el complicado hoyo 5 le puso con demasiados positivos, aunque aún aportó un 'birdie' al seis para intentar restar distancia. Jon Rahm resumió su vuelta diciendo que «no saco en limpio nada bueno; ha habido fallos en todo y en este campo, si no la pones en calle, es imposible hacer nada». Y es que el 75 final (con dos 'birdies' y cinco 'bogeys') se antoja una cifra demasiado alta para un jugador de su calidad, que jamás ha fallado un corte en Augusta pero que en esta ocasión se ha dejado demasiada tarea para el viernes. Para el de Barrica todo el problema ha estado desde el 'tee' pues «ha habido demasiados hoyos en los que solo podía rezar para tener opción de hacer algo». De hecho, su mala salida a la derecha en el 9 le llevó a amagar con partir el 'driver' de pura frustración, gesto que reconoció sonrojado ante la prensa y sobre lo que está trabajando. Sergio García, que llegó a Georgia en volandas merced al gran momento en el LIV golf , en el que este año ya suma un título individual y tres colectivos, no exprimió una ronda que arrancó con 'birdie' al uno pero que, a la postre, solo logró terminar al par. Como declaró al término «mañana intentaremos jugar bien como hoy, intentaremos meter algún 'putt' más, pero no sé lo que va a ocurrir. Aquí, cada día es un mundo. Obviamente mi idea es salir, intentar hacer algunos bajo par y ponerme en una buena situación». Otro de los favoritos, Rory McIlroy , perdió el control de la vuelta en los últimos cuatro hoyos, pues llegó con -4 al 15. Ahí mandó la bola al agua y a este doble 'bogey' le siguió otro en el 17, lo que le hizo terminar con una exigua tarjeta al par del campo.
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