Las siderúrgicas urgen a Bruselas un blindaje comercial para el acero ante los aranceles de Trump
Representantes de la industria reclaman a la Comisión Europea nuevas medidas de defensa comercial para el acero más allá de las salvaguardas existentes, que expirarán el próximo junio de 2026.

La industria siderúrgica urgió este lunes a la Comisión Europea a adoptar más medidas de defensa comercial para paliar el impacto de los aranceles al acero y aluminio impuestos por el gobierno estadounidense de Donald Trump, en particular el posible desvío de exportaciones hacia la Unión Europea. Representantes del sector trasladaron al Ejecutivo comunitario su "fuerte preocupación por las ramificaciones más amplias de los aranceles de Estados Unidos, incluido el impacto sobre los derivados y el serio riesgo de desvío del comercio", durante el diálogo estratégico que mantiene la institución con el sector, explicó la Comisión en un comunicado.
En particular, urgieron a la UE a proponer nuevas medidas de defensa comercial para el acero más allá de las salvaguardas existentes, que expirarán en junio de 2026, incluyendo para abordar el potencial desvío de exportaciones de otros de los principales países productores de acero hacia el mercado de la UE. Asimismo expresaron su preocupación por el descenso de los volúmenes de chatarra que se reciclan en la UE y pidieron medidas efectivas para mantener volúmenes suficiente en el bloque, al tiempo que subrayaron la importancia de introducir requisitos mínimos de contenido local, en particular en las licitaciones públicas, según el Ejecutivo comunitario.
El diálogo entre las autoridades comunitarias y la industria, en el que participó la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, se centró en las medidas que las empresas consideran necesarias para dar una respuesta europea a los aranceles estadounidenses, que gravan con un 25% las importaciones de acero y aluminio de los Veintisiete. Los fabricantes celebraron, en este sentido, el Plan de Acción para el Acero y los Metales y el Pacto de Industria Limpia presentados recientemente por la Comisión Europea, así como que vaya a acelerarse la revisión del arancel climático europeo (CBAM, por sus siglas en inglés), que grava las importaciones de terceros países producidas con mayor huella de carbono que la permitida en la UE.
El Plan de Acción para el sector ya preveía un refuerzo de las salvaguardas comerciales para el sector que se aplican desde 2018, así como sustituir estas una vez que expiren en 2026 por otras medidas permanentes que protejan al sector del exceso de capacidad de potencias como China. La salvaguarda actual impone un arancel del 25 % a las importaciones de acero que superen una cierta cuota por encima de los niveles históricos de comercio.
El plan contemplaba además la posibilidad de aplicar salvaguardas a las importaciones de aluminio, medidas para abaratar la energía para las industrias de alto consumo energético y la citada revisión del CBAM para incluir más productos hechos a base de acero y aluminio. La industria europea atraviesa dificultades desde hace años por el exceso de capacidad de producción de otros países, en particular de China gracias a los masivos subsidios estatales, que inundan los mercados europeos de importaciones de terceros tirando a la baja los precios, a lo que se suma el encarecimiento de la energía en el bloque y, ahora, los aranceles de Trump.