Las mujeres artistas encabezan la nueva ola de música urbana española

Las mujeres ponen banda sonora a la generación z

Mar 19, 2025 - 10:36
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Las mujeres artistas encabezan la nueva ola de música urbana española

Las nuevas popes de la música urbana española son mujeres. Pese a que el rap, aunque aquí nos refiramos a un espectro mucho más amplio, de ahí lo de música urbana, ha sido históricamente protagonizado casi en su totalidad por artistas masculinos, las cosas han cambiado mucho desde 2015, año decisivo para el género en España.

Aquel año, el sonido propio español inició una revolución sonora decisiva, pero también estética. Desde finales de los noventa, cuando el sonido oriundo de los Estados Unidos llegó a España, el rap se ha caracterizado por mantener un marcado discurso underground – cierto rechazo hacia la industria discográfica y el panorama mainstream – y por guardarse las espaldas respecto a la pureza del sonido – se valoraba el rap puro, significara eso lo que significara –, pero 2015 lo cambió todo.

Alrededor de ese año, y gracias a la internalización del trap, varios artistas comenzaron a consolidarse en la industria urbana española con un discurso rompedor respecto a la hegemonía clásica del bomboclap; nombres ya míticos, como los de C. Tangana, Yung Beef o Dellafuente, revisaron la estética y el sonido de los raperos españoles para abrir una brecha en el mercado y consolidar un producto fresco, mestizo y heterodoxo. Sin embargo, también fue en esos años cuando se consolidaron los primeros nombres de mujeres en lo más alto de la cima urbana.

De aquella década pasada son ya legendarios nombres femeninos como Rosalía o Bad Gyal. Ambas artistas, casualmente catalanas – Barcelona fue un gran catalizador de talento urbano en la época –, consiguieron no solo colarse en el podio de ventas de esa etiqueta laxa y amplísima que es la música urbana, sino también protagonizarlo. Rosalía es ya una de las artistas más importantes de la industria española y Bad Gyal, quien recientemente sacó La Joia, es la voz indiscutible de toda una generación, un estilo y hasta una forma de afrontar la vida. Tampoco podemos olvidar a La Zowi, una de las grandes pioneras del trap en nuestro país, o a Gata Cattana, quien falleció joven aun dejando un legado legendario.

Sin embargo, y pese a que estas artistas se encuentran todavía en lo más alto de sus carreras y de la conversación pública, una nueva ola de artistas mujeres se ha posicionado como la punta de lanza de la última generación de músicos urbanos españoles; hablamos de artistas increíblemente jóvenes, todas entre los diecinueve y los veinticinco años, que están fraguando una estética y dinámica nativa de la generación Z.

Una de las más cotizadas, quizá también la más polémica, es Bbtrick. La artista catalana, ya posicionada a nivel mundial tras el grandísimo shock sonoro y mediático que generó en 2023 su EP debut, Trickstar, anunció en redes sociales su ruptura con Sony Music, multinacional con la que se encontraba firmada, y su supuesta retirada de la música, pero la mayoría de fuentes de la industria coinciden en que no es más que una simple estrategia de marketing mientras prepara un nuevo trabajo.

Esta joven cantante, nacida en 1999, se hizo rápidamente viral por su peculiar estilo al rapear: no sigue el ritmo del beat. Puede parecer falta de talento, sin embargo, no es más que un estilo importado de Estados Unidos, el llamado Detroit trap, que revolucionó parte de la industria musical hace un par de años – el máximo exponente internacional de este subgénero es Veeze, trapero no demasiado conocido en España –.

Mientras Bbtrick apuesta por esta estética experimental a caballo entre Ice Spice y la provocación, la gaditana Judeline juega con los sonidos tradicionales. Esta jovencísima artista, de Caños de Meca y nacida en 2003, es una de las mejor posicionadas internacionalmente, pues ha colaborado con artistas como el mismísimo Duki.

Judeline se caracteriza por fusionar sonidos tradicionales del flamenco y el folklore andaluz con actitudes y lugares comunes de la música urbana; su voz es tremendamente melódica y tiene una grandísima capacidad para hacer canciones increíblemente bellas – en la industria y las redes la apodan como la nueva Rosalía, aunque desconocemos si le gusta la comparación –. Su primer álbum, Bodhiria, es impresionante.

Otra artista que ha colaborado con Duki, y también con otros grandes como Eladio Carrión o Rels B es Lia Kali. También de Barcelona, lidera en cuanto a escuchas la nueva generación de urbanas españolas con casi tres millones de oyentes mensuales solo en Spotify (llegó a tener hasta diez).

Del 97, es una de las más mayores de esta nueva generación, sin embargo, su sonido y estética se encuadran totalmente en el imaginario centenial. Cabe destacar la capacidad que tiene para adecuarse a cualquier registro, lo que la convierte en la más multidisciplinar del género.

Por último, cabe destacar un grupo de artistas femeninas que hace un año se unieron para sacar Queens League, un tema muy aplaudido en la industria. El grupito está formado por Vera GRV, Kristina, Nieto666, Daniela Garsal, Georgia Scott, L0rna y Métrika. Esta última ha convertido a su veintiún años una de sus canciones, Ya te has corrido?, en un auténtico himno generacional.

Estas artistas se caracterizan por un uso muy desenfadado de las redes sociales – solo hay que ver las grandes funadas a las que se enfrentan a diario Métrika o L0rna en Twitter – y por una resignificación del sexo y el dinero en el sonido urbano: ellas no son ya los objetos de deseo, sino las protagonistas; ningún reguetonero canta sobre sus culos, ya lo hacen ellas solitas.

La nueva ola de artistas urbanas es riquísima e inmensa, y hay muchísimas que se quedan en el tintero, como la prometedera Aleesha o Juicy Bae, ambas también con notables colaboraciones con artistas reputados. Lo que queda claro es que la música urbana española no será nunca más, como no la ha sido desde 2015, patrimonio exclusivo de los hombres.