Las cuatro monedas de EE.UU. que superan los 20 millones de dólares: una es de oro macizo
Conoce cuáles son las cuatro monedas de EE.UU. que superan los 20 millones de dólares.

Las monedas de centavos y de dólar fabricadas por la Casa de la Moneda de Estados Unidos han adquirido un alto valor en el mercado numismático con el paso del tiempo. Su rareza, estado de conservación y errores de acuñación las convirtieron en artículos altamente buscados por coleccionistas, por lo que alcanzaron cifras significativas en subastas. Hay cuatro que destacan como joyas por sus características.
¿Por qué son tan valiosas las monedas estadounidenses?
En algunas épocas, la producción de ciertas piezas superó el millón de ejemplares, mientras que en otras fue escasa, lo que ha incrementado su demanda. Los ejemplares con errores de acuñación o características únicas son especialmente relevantes y aquellas que logran conservarse en excelente estado pueden alcanzar precios récords.
Las monedas más costosas registradas en el mercado de coleccionistas son:
- Cuarto de dólar del Bicentenario de 1976
El Bicentennial Quarter de 1976 es una pieza especial que conmemora los 200 años de la independencia de EE.UU. Se produjeron millones de ejemplares con la inscripción “1776-1976”, sin una fecha única de acuñación. Sin embargo, algunas versiones con errores de acuñación han sido subastadas por sumas considerables.
En junio de 2023, un ejemplar con doble acuñación fue vendido por US$13.500 a través de Great Collections. En agosto de 2024, otra pieza en estado impecable con un error de plancha incorrecta alcanzó los US$18.000 en una subasta de Heritage Auctions.
Las versiones con la marca “S” corresponden a ediciones de prueba de San Francisco, en su mayoría con contenido en plata, mientras que aquellas con una “D” fueron acuñadas en Denver. Las monedas sin marca de ceca provienen de Filadelfia y algunas de ellas presentan errores de acuñación raros que incrementan su valor.
- Saint-Gaudens Double Eagle de 1933
El Double Eagle de Saint-Gaudens de 1933 es una de las monedas más exclusivas y costosas en la historia de la numismática. Diseñada por Augustus Saint-Gaudens, esta pieza de oro de 20 dólares dejó de circular debido a una orden del presidente Franklin D. Roosevelt en medio de la Gran Depresión, que prohibió la posesión privada de oro para estabilizar la economía.
A pesar de que se acuñaron cerca de 500 mil unidades, casi todas fueron fundidas. Sin embargo, algunas escaparon a la destrucción y se convirtieron en objetos altamente codiciados por los coleccionistas.
En 2002, un ejemplar se subastó por US$7,5 millones en Stack’s Bowers. En 2021, otra pieza certificada por PCGS alcanzó los US$18,8 millones en una subasta de Sotheby’s. Se estima que en el futuro podría superar los US$23 millones.
- Flowing Hair Dollar de 1794
El Flowing Hair Dollar de 1794 fue uno de los primeros ejemplares acuñados por la Casa de la Moneda de EE.UU. Diseñado por Robert Scott, es icónico dentro de la historia numismática de ese país. Esta pieza, fabricada entre 1794 y 1795, ha alcanzado precios elevados en subastas.
En 2013, un ejemplar en excelente estado de conservación se vendió por más de US$10 millones, por lo que estableció un récord en ese momento. Sin embargo, su precio ha sido superado por la Double Eagle de 1933, que se vendió en 2021 por US$18,8 millones. A pesar de ello, el Flowing Hair Dollar sigue como una de las piezas más valiosas y representativas de la numismática estadounidense.
- Penny de cobre de 1943
Entre las monedas más relevantes en la historia reciente se encuentra el centavo de cobre de 1943, también conocido como Copper Wheat Penny. Su rareza lo convirtió en un artículo de colección altamente demandado.
En 2021, un ejemplar fue subastado por más de US$800 mil, mientras que otro en estado excepcional alcanzó los US$504 mil en 2020.
Durante la Segunda Guerra Mundial, debido a la necesidad de cobre para la producción de armamento, la mayoría de los centavos fueron fabricados en acero recubierto de zinc. Sin embargo, se estima que cerca de 40 monedas fueron acuñadas en cobre por error, por lo que se convirtieron en piezas extremadamente significativas.
El coleccionismo de monedas creció significativamente en los últimos años, con precios que alcanzaron niveles récord en subastas internacionales. La rareza de ciertas piezas, su estado de conservación y la historia detrás de cada una son factores que influyen en su valor.