Las autoridades sospechan de una motivación islamista detrás del atropello de Múnich, que deja ya al menos 36 heridos

La Policía ha anunciado que las personas heridas en el atropello masivo en Múnich de este jueves han aumentado a 36, de las que varias permanecen en estado grave, entre ellas una niña de dos años que está ingresada en cuidados intensivos.

El conductor del coche, identificado como Farhad N., un afgano de 24 años, ha pasado este viernes a disposición judicial y, tal y como confirman las autoridades, ha confesado el crimen.

Las autoridades alemanas sospechan que detrás del ataque hay una "motivación islamista", aunque no hay indicios de que el detenido pertenezca a ninguna organización concreta.

En una rueda de prensa en Múnich, el vicepresidente de la Oficina Regional de Investigaciones Criminales, Guido Limmer, ha afirmado que se está examinando "una cierta orientación islamista" del sospechoso, del que además se ha hallado un mensaje en el que se despidió de un familiar antes de los hechos.

La fiscal Gabriele Tilmann, de la Central para la Lucha contra el Extremismo y el Terrorismo, también ha aludido a "indicios de una motivación extremista", aunque ha admitido que menos de 24 horas después del ataque todavía no hay "respuestas concluyentes".

En contra de las informaciones que habían trascendido en un primer momento, el detenido se hallaba legalmente en Alemania, donde trabajaba como vigilante en una tienda, y no contaba con antecedentes penales, según ha explicado, aunque había sido investigado por un presunto fraude laboral.

Tilmann ha afirmado que el sospechoso era muy activo en redes sociales, donde se definía como bodybuilder y modelo de fitness, aunque también publicaba contenidos religiosos y gritó Allahu Akbar (Dios es el más grande) al ser detenido.

El ataque tuvo lugar en vísperas de la celebración en la ciudad de la Conferencia de Seguridad durante una protesta sindical de empleados públicos. Según explicó el portavoz de la Policía, el vehículo se acercó a la manifestación por la cola, adelantó a los coches policiales que la escoltaban y embistió contra el final de la marcha.