La vida para los afectados por el incendio: "Queremos saber la verdad"
Los vecinos del edificio afectado cuentan a '20minutos' cómo han reconstruido sus vidas desde el incidente.

El 22 de febrero de 2024 será una fecha que siempre quedará marcada para los vecinos del número 2 de la calle Poeta Rafael Alberti del barrio de Campanar, en Valencia. Sobre las cinco y media de la tarde, un fallo en un frigorífico de la vivienda 86 de la octava planta desató un incendio incontrolable en el edificio, convirtiéndolo en un infierno en cuestión de minutos y en una pesadilla que, un año después, todavía perdura para los que fueron sus residentes.
"Queremos saber la verdad", sentencia Nancy, presidenta de la Asociación de Representación de Damnificados del Incendio de Campanar (ARDIC), a 20minutos. "No nos podemos quedar estancados en ese día porque la vida sigue, pero pedimos justicia. Si hay alguien que no ha hecho su trabajo como tocaba, pues que pague por ello, porque han muerto diez personas", reclama la mujer, que vivía junto a su marido y su hija en un piso de la planta 11. Esa tarde, las llamas arrasaron las 138 viviendas en las que vivían alrededor de 450 vecinos, cobrándose la vida de diez residentes y dejando a más de cien familias sin hogar.
El proceso de realojo de los vecinos fue uno de sus primeros grandes desafíos. Tras el incendio, los afectados fueron trasladados a un edificio provisional en Safranar, pero sabían que en agosto iban a tener que abandonarlo. "En marzo ya estábamos todos intentando encontrar piso, pero era como buscar una aguja en un pajar", apunta Nancy. Su familia encontró vivienda en julio "más o menos razonable", aunque fuera de Valencia. Y es que el mercado inmobiliario en la ciudad "se ha descontrolado". "Campanar se ha puesto intocable", explica Nancy. "Había vecinos que pagaban 700 u 800 euros de alquiler, y ahora los precios han subido hasta los 1.400 euros por un piso vacío".
"Yo ahora pago 500 euros más de alquiler de lo que pagaba en Campanar", manifiesta Florencia, representante de ARDIC. "Prácticamente, todos los vecinos que nos hemos realojado pagamos un 40% más de lo que pagábamos en nuestro edificio de antes". Y es que el alquiler en la provincia de Valencia ha subido en el último año un 9%, mientras que en la ciudad los precios del alquiler se han elevado un 23% desde enero de 2024, según el portal inmobiliario Idealista.
Pero más allá del impacto económico, está la sensación de no pertenencia. "Nunca te acabas de sentir en casa. Todos estamos en hogares pasajeros", lamenta, y asegura que, un año después, la pérdida sigue siendo incalculable. "Perdimos absolutamente todo, desde un par de zapatillas hasta álbumes de fotos, electrodomésticos, muebles, toda nuestra ropa", recuerda Florencia. "Jamás me imaginé que nunca podría volver a mi casa. Hay muchas preguntas que todavía no tienen respuesta y para nosotros es muy importante que se respondan".
Me da miedo que algo así nos vuelva a pasar
Más allá de la pérdida material, el incendio también ha dejado secuelas psicológicas en los afectados. "A mí me puede pasar que dentro de un tiempo alquile otra casa y vuelva a pasar lo mismo, es como que nunca tienes plena tranquilidad", explica Florencia. "Yo ahora soy una maniática", añade Nancy. "Antes de salir de casa, desenchufo todo: la cafetera, la freidora, el cargador del móvil... Me da miedo que algo así nos vuelva a pasar". La sensación de vulnerabilidad persiste, especialmente porque muchos no imaginaban que un incendio de tal magnitud pudiera ocurrir en un edificio moderno. "En Europa damos por hecho que todo es seguro, pero este incendio ha demostrado que no es así", añade la presidenta de ARDIC.
Volver o no volver a Campanar
La reconstrucción del inmueble ya está en marcha. Algunos vecinos quieren volver. Para otros, es impensable. "Es inevitable sentir arraigo, pero también lo es recordar todo lo que hemos sufrido. No podría volver a vivir allí, sobre todo sabiendo que allí han fallecido diez vecinos", asegura Florencia. Por su parte, el presidente de la Asociación de Propietarios del Incendio de Campanar (APROICAM), Enrique Salvador, señala que son muchos quienes quieren regresar al edificio cuando sea rehabilitado. "No tanto por recuperar el valor de la propiedad, sino por recuperar nuestro hogar, nuestra vida". La rehabilitación avanza y, según explica, en el próximo mes se espera que se adjudique la obra para que la reconstrucción comience antes del verano.
"Ahora mismo estamos en el nivel personal del día a día, ya realojados en algún sitio, pero nuestro objetivo es recuperar nuestra casa", asegura el representante. "A lo largo de este año hemos ido quemando etapas. Primero, vivir en Safranar; luego, buscar otra casa intentando volver a nuestro barrio... lo cual ha sido casi imposible porque los precios están superelevados. Era vital poder volver: ahí teníamos la vida de nuestros hijos, el colegio, el trabajo, la rutina".
Un año después, el balance es demoledor. "Ha sido muy, muy duro”, reconoce Enrique. "El balance es negativo porque venimos de una desgracia. Que pueda terminar bien, ya lo veremos. Tengo toda la esperanza del mundo, pero también quiero ser realista. Quiero ver cómo todo el mundo cumple". Además, con el paso de los meses, el sentimiento de impotencia ha dado paso a la exigencia de respuestas. "Reclamamos que se conozca la verdad y que se investigue hasta el último detalle", subraya. "Porque, en primer lugar, tenemos que entender cómo fue posible que diez personas murieran en un incendio de esas características. Y, en segundo lugar, porque los que vivíamos ahí tenemos derecho a saber cómo, en menos de una hora, todo era ceniza".
Tanto para ARDIC como para APROICAM, su caso debe servir para repensar la prevención de incendios. "Edificios así de grandes y laberínticos necesitan protocolos individualizados. Mucha gente ni siquiera sabía dónde estaba la puerta de la escalera de emergencia", explica Enrique. Por su parte, Florencia espera que el incidente de Campanar sirva de precedente. "Hay un montón de edificios que tienen las mismas características y siguen sin tomarse medidas de prevención", asegura la representante.
A pesar de todo, agradecen la respuesta tanto de las instituciones públicas como de la sociedad. "Las administraciones han estado a la altura", destaca Enrique. "El Ayuntamiento de Valencia nos dio una alternativa habitacional en Safranar casi inmediata, y la Generalitat diseñó un sistema de ayudas al alquiler que nos ha permitido seguir adelante. Porque, si no, ¿qué familia puede pagar hipoteca, alquiler y además empezar desde cero?".
Por su parte, desde ARDIC esperan que la justicia "se ponga en lugar de los familiares" de los fallecidos. "Yo creo que en España sí que existe la justicia. Es lenta, pero existe, y esperamos que en esta causa sean justos", señala la presidenta de la plataforma. En cuanto a las muestras de solidaridad, no dudan en mostrarse "inmensamente agradecida". "Las primeras semanas que estábamos en el hotel, ni siquiera teníamos ropa. Íbamos vestidos con lo que nos traía la gente", cuenta Nancy. "Nuestras vidas cambiaron en 25 minutos, pero intentamos mirar hacia delante. Todo nace pequeño y acaba siendo grande, pero los problemas nacen grandes y acaban siendo más pequeños".
Así, este 22 de febrero, los afectados volverán a reunirse en un acto en memoria de las víctimas. "Lo primero es rendir respeto a los que ya no están, para que no caigan en el olvido", señala Enrique. Pero también será una jornada de reivindicación. "Queremos que la vía judicial llegue hasta el último detalle. Porque esas personas merecen justicia, y porque nosotros lo hemos perdido todo".