La vida de Lori Loughlin, de 'Padres forzosos', cinco años después de ser condenada a prisión
La actriz fue condenada en 2020 a dos meses de cárcel y dos años de libertad provisional, además de horas de servicio y una multa por sobornar a una prestigiosa universidad para que admitieran a sus hijas.




Lori Laughlin, que ya era un rostro conocido en la televisión estadounidense gracias, especialmente, a una telenovela de sobremesa en la que había participado en su adolescencia, alcanzó la fama internacional cuando aterrizó en 1988 en Padres forzosos, donde interpretó a Rebecca, "Becky", la pareja de Jesse Katsopolis.
Durante casi una década tras terminar la serie, Loughlin solo consiguió papeles episódicos hasta que, a mitad de la primera década de los 2000, volvería a conseguir un papel protagonista en Summerland y Sensación de vivir: la nueva generación, un poco más tarde.
Curiosamente, esto no conseguiría levantar su carrera, y tras varias películas para televisión solo conseguiría volver a destacar en el revival de Netflix Madres forzosas, entre 2016 y 2018, donde volvería con su papel de tía Becky.
Solo dos años más tarde se desataría el desastre en su vida personal y profesional: se descubrieron graves casos de soborno.
El entramado de sobornos a diferentes universidades por parte de figuras de la élite empezó a destaparse a lo largo de 2019. Entre ellas, se encontraban Loughlin y su marido, el diseñador Mossimo Giannulli, que fueron finalmente condenados en 2020.
La actriz, concretamente, fue condenada a dos meses de cárcel, dos años de libertad provisional, cien horas de servicios comunitarios y una cuantiosa multa de 150.000$. Los sobornos que se le imputaron ascendían a más de medio millón, pagados, como se demostró, a una prestigiosa universidad de California para que fueran admitidas sus dos hijas, Olivia Jade e Isabella Rose.
Ese mismo año se estrenó la última película de Los misterios de Jennifer, una serie de películas para T.V. de Hallmark que la actriz venía protagonizando desde 2014.
Tras el escándalo de los sobornos, la actriz intenta pasar lo más desapercibida posible y mantener aisladas del foco a sus hijas, aunque no siempre con éxito.
No tiene redes sociales y rara vez se implica en alguna aparición que no sea estrictamente profesional. Su carrera, por otra parte, no parece haberse visto afectada, porque ya antes del escándalo tenía poco gas.
En los últimos años ha hecho para televisión pequeños papeles, casi todos en series y películas navideñas y de comedia.