La prensa internacional se rinde ante el Arsenal y castiga al Real Madrid: “Humillación en Londres”
“Algún día se terminarán los milagros”, advirtió Jorge Valdano tras la paliza sufrida en el Emirates

“Bofetada al Madrid”, tituló sin rodeos L’Equipe. “Derribado”, sentenció Bild. Y The Guardian, contudente, habló de una actuación “como Beckham” por parte de Declan Rice, el inesperado verdugo de un Real Madrid que, otra vez, recurre a la mística del Bernabéu para salvarse. “Humillados, pero para el Madrid no hay imposibles”, se ilusiona Marca. ¿Podrá ser otra vez eso posible?
La caída por 3-0 ante Arsenal en la ida de los cuartos de final de la Champions League desató un vendaval de análisis en los principales medios deportivos del mundo. La prensa internacional coincidió en dos ejes: la brillante actuación del equipo de Mikel Arteta y la preocupante pasividad de los dirigidos por Carlo Ancelotti.
En el Emirates Stadium, Rice anotó dos goles de tiro libre con una precisión quirúrgica y Mikel Merino decoró una goleada que pudo haber sido aún más amplia. El marcador resultó tan inapelable como el contraste de intensidad entre ambos equipos. “El Real Madrid, con un pie fuera de la Champions”, escribió el portugués A Bola. “Ventaja casi decisiva”, coincidió La Gazzetta dello Sport.
“El vigente campeón, el Real Madrid, necesitará un milagro el próximo miércoles en el Bernabéu para seguir defendiendo el título conquistado hace un año. Porque en Londres, el Arsenal, dirigido por Declan Rice, ganó 3-0, consiguiendo una ventaja que corre el riesgo de ser decisiva”, agregó el medio italiano.
Y The Sun, con su estilo inconfundible, resumió la fiesta Gunner: ““Rice decidió marcar dos goles en menos de doce minutos ante Thibaut Courtois, uno de los mejores arqueros del mundo. Mientras el Emirates estallaba en un caos extático, con cuerpos por todas partes como si fuera una especie de orgía, Mikel Merino, el delantero no centro del Arsenal, anotó el tercero. Los hombres de Mikel Arteta se habían asegurado una ventaja imponente para llegar al Bernabéu. El Real Madrid nunca es derrotado hasta el final, pero los Gunners están muy cerca de lograr su primera semifinal de la Champions League en 16 años”.
El que fue mucho más contundente fue Le Figaro, quien se centró especialmente con dos de los jugadores del Madrid. Después de elogiar la actuación de Thibaut Courtois (fundamental para que el equipo blanco no volviera a casa con al menos siete goles en contra), el medio francés le apuntó directamente a Vinicius y Rodrygo: “¿Jugaron? ¿Estaban en el césped? Ésta es la pregunta que cabe hacerse. Vinicius parece ser una sombra de lo que era y respecto a Rodrygo diremos que estaba lesionado o en el banquillo. Será más sencillo así”.
Las estadísticas que explican el derrumbe
Más allá del resultado, los números dejaron al descubierto una verdad incómoda en Madrid: el equipo no corre. Según la UEFA, el Arsenal recorrió 113,56 km en el partido, mientras que el Madrid apenas 101,16. Son más de 12 kilómetros de diferencia, en una competición donde cada metro cuenta.
El dato adquiere otra dimensión si se lo compara con el otro cruce de cuartos de final de esa noche, donde Bayern e Inter registraron cifras superiores a ambos.
El resumen del partido
La diferencia no es nueva. Durante toda la Champions, los de blanco fueron el equipo al que más remates le hicieron (79), mientras que el Arsenal es el segundo que menos recibió (29). La defensa se muestra frágil, la presión es intermitente y la pegada que solía ocultar defectos ahora escasea: el equipo no convirtió en los últimos dos partidos del certamen, algo que no ocurría desde 2009.
En Valdebebas, los datos duelen. A la preocupación por el rendimiento físico se suma un problema estructural. “El equipo que paseó por la Castellana el año pasado dejó de ser eso: un equipo”, admiten en el entorno dirigencial. El dato que más ruido generó entre los dirigentes y el cuerpo técnico fue la diferencia de 10 kilómetros recorridos menos frente al Arsenal y 20 menos que en el Bayern-Inter. Un síntoma repetido durante toda la temporada, salvo en la serie ante Manchester City.
El famoso “método Pintus”, señalado como la clave del fondo físico blanco en temporadas anteriores, parece no haber dado en el clavo este año. A eso se le suma, según fuentes del club, una “dejadez” preocupante en varios jugadores. En las reuniones internas ya se habla de cambios importantes a partir de junio, aunque se insiste en que no es momento para tirar la toalla.
Desde la dirigencia quieren que los egos queden a un lado y que el escudo pese más que nunca. El mensaje es claro: “Este escudo no permite bajar los brazos ante ninguna adversidad. Lo van a escuchar los jugadores antes de la vuelta”.
Valdano y el fin de los milagros
En los micrófonos de Movistar +, Jorge Valdano dejó una reflexión con sabor a epitafio: “El Arsenal fue muy superior. Marcaron tres goles y el mejor del Madrid fue Courtois. El equipo mostró el titubeo que viene arrastrando. Hoy no encontró a Bellingham, ni a Vinicius ni a Mbappé. Eso es un pecado mortal”.
El argentino también cuestionó la dependencia emocional del club con las remontadas épicas: “Los milagros tienen que ser cada vez más grandes… y algún día se van a terminar. Este podría ser el definitivo”. Sin embargo, dejó la puerta entreabierta: “La trayectoria de este equipo fue tan brillante que es un pecado no creer”.
Minutos después de la derrota, Lucas Vázquez se acercó al sector visitante del Emirates y, con un gesto claro de su mano, marcó que todavía queda una historia por escribirse en Madrid.
Lo siguió Bellingham, con una cara que oscilaba entre la bronca y el compromiso. Incluso Mbappé, que poco pudo hacer en Londres, declaró: “La remontada es posible”.