El concierto de The Rolling Stones que terminó en tragedia para miles de mariposas
El 5 de julio de 1969, The Rolling Stones ofrecieron un concierto gratuito en Hyde Park, Londres, ante un gran público que, según se dice, pudo haber llegado a las 500 mil personas. Lo que iba a ser su regreso triunfal a los escenarios tras dos años sin tocar en vivo -y en la presentación [...] Ver más noticias en Indie Hoy.


El 5 de julio de 1969, The Rolling Stones ofrecieron un concierto gratuito en Hyde Park, Londres, ante un gran público que, según se dice, pudo haber llegado a las 500 mil personas. Lo que iba a ser su regreso triunfal a los escenarios tras dos años sin tocar en vivo -y en la presentación pública de Mick Taylor como parte de la banda-, se transformó en un improvisado homenaje a Brian Jones, el exguitarrista del grupo, fallecido dos días antes.
Con la intención de rendirle tributo, Mick Jagger leyó un poema de Percy Bysshe Shelley mientras se liberaban miles de mariposas blancas, símbolo de paz y renovación. Pero el emotivo gesto no salió como se esperaba: las mariposas, transportadas desde una granja en el oeste de Inglaterra, llegaron al parque en condiciones poco ideales. Muchas estaban frías y no reaccionaban, por lo que Andrew King -promotor del evento-, intentó “revivirlas” colocándolas en placas calefactoras detrás del escenario.
¿Qué pasó con las mariposas?
“Jagger iba a liberar estas mariposas blancas”, contó King en una entrevista con Uncut. “Tuve que contactar con una granja de mariposas en el oeste del país y con los encargados del parque, quienes estaban muy preocupados de que el tipo incorrecto de mariposas pudiera afectar el ecosistema del parque. Miré dentro y estaba lleno de mariposas muertas, así que llamé a la granja de mariposas, preso del pánico, y dije: ‘¡Están muertas!’. Ellos me contestaron que no estaban muertas, que tenían frío, que estaban durmiendo, que había que calentarlas”.
El calor extremo, sin embargo, resultó letal para muchas de ellas, e incluso una de las placas se incendió. Así fue cómo, cuando finalmente se abrieron las cajas sobre el escenario, algunas mariposas lograron volar, pero la mayoría cayeron al suelo, aturdidas o moribundas. Lo que debía ser un símbolo de belleza terminó siendo una escena sombría que, irónicamente, reflejaba la turbulenta época que atravesaba la banda.
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