La huelga de basuras en Madrid se enquista tras el rechazo masivo al preacuerdo
La huelga del servicio de recogida de basuras en Madrid atraviesa un momento crítico y, lejos de resolverse, parece que se complica más de lo previsto por las tres partes involucradas: el Ayuntamiento, las empresas adjudicatarias del servicio y los sindicatos. Las diferencias entre ellos han impedido hasta ahora alcanzar un acuerdo que satisfaga a todos, y lo que parecía un avance con el preacuerdo presentado esta semana ha resultado ser un nuevo motivo de tensión. Ese preacuerdo, impulsado por los sindicatos CCOO y UGT, fue rechazado contundentemente por los trabajadores. En la votación participaron más de mil empleados del servicio de limpieza, y el resultado fue claro: 900 votos en contra frente a apenas 200 a favor. Sin embargo, el sindicato RSU logró mantener viva la protesta y convenció a la plantilla de continuar con la huelga. "Sobre todo por mejorar las condiciones sociales", explicó un trabajador del cantón de Vallecas mientras esperaba el desenlace de la reunión que se desarrollaba en el interior del Ayuntamiento. El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento consideró un avance que, tras más de 24 horas sin diálogo directo desde el rechazo del preacuerdo, se haya logrado retomar el contacto con una nueva cita entre las partes. "Tras 24 horas sin que las dos partes se reunieran tras el rechazo del preacuerdo", señaló, "la reunión con el Ayuntamiento ha servido para retomar la negociación". Añadió también que "desde ahora mismo ya están buscando un lugar para mantener esa reunión y alcanzar un acuerdo que desconvoque cuanto antes esta huelga". En cuanto a los puntos que generaron fricciones y llevaron al rechazo del acuerdo inicial, los tres sindicatos implicados (UGT, CCOO y RSU) coinciden en que se trató de "matices sociales". Según el delegado municipal, esos matices deberían ser "fáciles de solucionar". Varios trabajadores compartieron su punto de vista: "El dinero importa", dijeron, "pero más las condiciones sociales". Uno de ellos explicó que "queremos tiempo libre, posibilidad de promocionar, más seguridad, menos estrés. No todo es el dinero como se ha pensado en este primer acuerdo. Por eso votamos en contra". Además, defendieron que están cumpliendo los servicios mínimos decretados, aunque matizaron: "Hay muchos camiones averiados. Hacemos lo que podemos, pero si no se llega al 50% es porque tampoco se llega al 100% en condiciones normales". Conflicto entre la patronal y los sindicatos Borja Carabante, delegado del área, anunció que la reunión fue convocada también "para advertirles a unos sobre que, si no cumplen los servicios mínimos serán sancionados", y al mismo tiempo, para motivar a los demás a "escuchar a los trabajadores, llevar propuestas que vayan a ser aceptadas y que, por tanto, tengan la representación para tomar acuerdos". Añadió que le parecía "sorprendente" que los representantes sindicales no consiguieran convencer a su base para apoyar un acuerdo que ellos mismos consideraban positivo. Actualmente, UGT, CCOO y RSU han retomado las conversaciones con las empresas adjudicatarias —FCC, Valoriza, Acciona, OHL, Prezero y Urbaser— con la intención de alcanzar un...
La huelga del servicio de recogida de basuras en Madrid atraviesa un momento crítico y, lejos de resolverse, parece que se complica más de lo previsto por las tres partes involucradas: el Ayuntamiento, las empresas adjudicatarias del servicio y los sindicatos. Las diferencias entre ellos han impedido hasta ahora alcanzar un acuerdo que satisfaga a todos, y lo que parecía un avance con el preacuerdo presentado esta semana ha resultado ser un nuevo motivo de tensión. Ese preacuerdo, impulsado por los sindicatos CCOO y UGT, fue rechazado contundentemente por los trabajadores. En la votación participaron más de mil empleados del servicio de limpieza, y el resultado fue claro: 900 votos en contra frente a apenas 200 a favor. Sin embargo, el sindicato RSU logró mantener viva la protesta y convenció a la plantilla de continuar con la huelga. "Sobre todo por mejorar las condiciones sociales", explicó un trabajador del cantón de Vallecas mientras esperaba el desenlace de la reunión que se desarrollaba en el interior del Ayuntamiento. El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento consideró un avance que, tras más de 24 horas sin diálogo directo desde el rechazo del preacuerdo, se haya logrado retomar el contacto con una nueva cita entre las partes. "Tras 24 horas sin que las dos partes se reunieran tras el rechazo del preacuerdo", señaló, "la reunión con el Ayuntamiento ha servido para retomar la negociación". Añadió también que "desde ahora mismo ya están buscando un lugar para mantener esa reunión y alcanzar un acuerdo que desconvoque cuanto antes esta huelga". En cuanto a los puntos que generaron fricciones y llevaron al rechazo del acuerdo inicial, los tres sindicatos implicados (UGT, CCOO y RSU) coinciden en que se trató de "matices sociales". Según el delegado municipal, esos matices deberían ser "fáciles de solucionar". Varios trabajadores compartieron su punto de vista: "El dinero importa", dijeron, "pero más las condiciones sociales". Uno de ellos explicó que "queremos tiempo libre, posibilidad de promocionar, más seguridad, menos estrés. No todo es el dinero como se ha pensado en este primer acuerdo. Por eso votamos en contra". Además, defendieron que están cumpliendo los servicios mínimos decretados, aunque matizaron: "Hay muchos camiones averiados. Hacemos lo que podemos, pero si no se llega al 50% es porque tampoco se llega al 100% en condiciones normales". Conflicto entre la patronal y los sindicatos Borja Carabante, delegado del área, anunció que la reunión fue convocada también "para advertirles a unos sobre que, si no cumplen los servicios mínimos serán sancionados", y al mismo tiempo, para motivar a los demás a "escuchar a los trabajadores, llevar propuestas que vayan a ser aceptadas y que, por tanto, tengan la representación para tomar acuerdos". Añadió que le parecía "sorprendente" que los representantes sindicales no consiguieran convencer a su base para apoyar un acuerdo que ellos mismos consideraban positivo. Actualmente, UGT, CCOO y RSU han retomado las conversaciones con las empresas adjudicatarias —FCC, Valoriza, Acciona, OHL, Prezero y Urbaser— con la intención de alcanzar un...
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