La firma de hipotecas creció un 11% en 2024 con 423.761 préstamos concedidos y el interés medio más alto en nueve años

El mercado hipotecario recuperó el vigor en 2024. La concesión de préstamos para comprar una vivienda creció el año pasado un 11% con respecto a 2023, según los datos publicados este miércoles por el INE. Este alza permitió rozar el volumen de operaciones de 2022, que fue un año dorado para el mercado inmobiliario, y registrar el segundo mayor número anual de firmas desde 2010. El impulso para llegar a estas cifras vino de la mano de la bajada de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), que reactivó la demanda de vivienda en la segunda mitad del año, aunque no evitó que el tipo de interés medio al que se concedieron los préstamos avanzara ligeramente con respecto a 2023 hasta alcanzar su nivel más alto en nueve años.

Solo en diciembre se suscribieron 32.249 préstamos para la compra de una vivienda, un 30% más que en el año anterior por las mismas fechas. Ll importe medio de los créditos prestados por las entidades financieras se situó en los 152.377 euros. De este modo, el mercado hipotecario encadenó seis meses consecutivos de avances internacionales, una foto que contraste con las caídas generalizadas de 2023 en la firma de hipotecas.

Diciembre puso el broche a un año de gran actividad en la concesión de créditos para comprar vivienda. Se firmaron un total de 423.761 en todo 2024, por encima de las 380.966 suscritas en 2023 y cerca de las 464.107 de 2022. Se trata de la segunda mejor cifra anual de hipotecas desde 2010.

A lo largo del año, la evolución no fue homogénea. De hecho, 2024 inició con una primera caída de las firmas en enero del 10,3% con respecto al año anterior. El punto de inflexión fue la bajada de los tipos de interés por parte del BCE, que decidió en junio cambiar el ritmo de la política monetaria en la eurozona. Tras meses con los tipos de interés oficiales en niveles no vistos en la historia del euro, la institución presidida por Christine Lagarde acometió el primer recorte, al que ya han seguido otros cuatro.

Este cambio de estrategia evitó que los bancos siguieran endureciendo las condiciones de acceso a financiación y, con ellos, encareciendo el acceso a una vivienda. Aun así, el interés medio suscrito al inicio del préstamo creció unas décimas con respecto a 2023 hasta situarse en una tasa del 3,26%, su nivel más alto desde 2015.

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