La doble estrategia del PSOE contra la trata y la prostitución: una ley contra el delito y otra en paralelo a favor de la abolición

Los socialistas estudian presentar una ley de trata sin sesgo abolicionista para generar consenso a su izquierda.

Mar 8, 2025 - 08:32
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La doble estrategia del PSOE contra la trata y la prostitución: una ley contra el delito y otra en paralelo a favor de la abolición

El Gobierno quiere que la ley de trata vea la luz este mismo año, de hecho, trabaja para tener el proyecto antes de verano. En este momento, la normativa está pendiente de segunda lectura en el Consejo de Ministros, aunque los socialistas son conscientes de que deben hacer encaje parlamentario de bolillos para que la norma supere la tramitación en el Congreso. Por ello, plantean cambios antes del aterrizaje parlamentario y estos podrían pasar por no profundizar en la abolición de la prostitución, una consigna socialista que genera fricciones internas a su izquierda. En este sentido, la estrategia prevista es presentar una ley de trata centrada en el delito y en la reparación de las víctimas y, en paralelo, una proposición de ley del PSOE contra el proxenetismo.

A las puertas de las elecciones europeas del año pasado y en medio de un cruce de acusaciones por electoralismo, los socialistas se quedaron solos en su último intento de tramitar la proposición contra el proxenetismo. Ni sus socios de investidura ni el PP quisieron apoyar esta norma que endurecía el castigo a proxenetas y preveía multas a puteros. Aunque el PP sí votó a favor de la norma en 2022 —no se aprobó por el adelanto electoral—, el año pasado lo que hizo fue pedir al PSOE que retirase la norma para negociar con ellos una ley integral de trata, algo a lo que los socialistas se negaron.

Ahí quedó el asunto, sin ley de proxenetismo y con el anteproyecto de trata en barbecho. Ahora el PSOE quiere retomar sus planes, aunque con más garantías de consenso. Para ello, el Gobierno plantea una ley de trata que no se enfoque tanto en los fines de explotación sexual, sino también laboral, de tráfico de órganos o matrimonios forzados. Así lo expuso la secretaria de Estado de Igualdad, Aina Calvo, en una entrevista con 20minutos esta misma semana. "La ley de trata no es abolicionista porque queremos que pueda tener una mayoría y un consenso suficiente, pero no queremos renunciar a la agenda abolicionista", señaló Calvo a este medio.

Así, aunque el objetivo del Ministerio de Igualdad era incorporar penas para la tercería locativa [la persecución de los que ceden un bien o un inmueble a la prostitución ajena] y penas reforzadas para los proxenetas, esto no genera el consenso parlamentario que ahora busca, por lo que el ministerio intenta encontrar el equilibrio con un anteproyecto mucho más neutro. "Tiene que garantizar que la víctima de trata pueda conseguir una reinserción social, una restauración emocional y personal y una recuperación de su dignidad como persona", detalló la secretaria de Igualdad.

De esta forma, el PSOE busca atraer a sus socios de izquierda, que tienen un debate interno de calado sobre esta cuestión. Ni en Podemos ni en Sumar hay consenso interno. Entre la agrupación de Yolanda Díaz, los Comunes y Compromís están a favor de regularizar la prostitución y en Izquierda Unida son abolicionistas. Por ello, los socialistas priorizan sacar la ley de trata a meterse en el jardín del binomio abolición-regulación.

El problema es que el PSOE es un partido abolicionista, por lo que esto podría generar enfado entre sus propias filas y simpatizantes por dejar fuera un asunto que ideológicamente consideran trascendental. En este sentido, fuentes del grupo señalan que la idea es dar cancha a esta ley de trata "neutra" y, casi simultáneamente, volver a presentar la proposición de ley contra el proxenetismo.

La duda es si habrá cambios respecto a las anteriores proposiciones que se presentaron, ya que en la del año 2022 sí lograron mayoría al contar con el apoyo del PP. En el PSOE siempre relacionaron el cambio de posición de los populares con la precampaña de las elecciones europeas. De hecho, voces socialistas cuestionan la decisión de Moncloa de haber presentado esta norma en un momento poco propicio a generar consenso. Ahora, en un año sin elecciones a la vista, creen que todo podría ser distinto.