La Conferencia de Seguridad de Munich, en un momento clave: Zelenski se verá con Vance y teme "una traición" de Trump | Por EMILIO ORDIZ
El inicio de unas negociaciones de paz marcan el encuentro, con Estados Unidos acercándose a Rusia.

La historia parece circular: en 1938 se firmó en Munich un acuerdo entre Reino Unido, Francia, Italia y Alemania que sirvió para entregar los Sudetes a Hitler. Fue el inicio de lo que acabó convirtiéndose en la II Guerra Mundial. Ahora Munich, en un mundo menos caótico pero cada vez más tenso, acoge una Conferencia de Seguridad marcada por la situación en Ucrania, solo unos días después de las llamadas de Donald Trump a Vladimir Putin primero y a Volodimir Zelenski después para iniciar conversaciones de paz en Ucrania. Y sí, el orden importa: el presidente de Estados Unidos ha dado prioridad a Rusia.
En ese escenario, Zelenski quiso ser conciliador. "Tuve una conversación larga y detallada con el presidente Trump. Aprecio su interés genuino en las oportunidades que tenemos en común y en cómo podemos lograr juntos una paz verdadera. Discutimos muchos aspectos —diplomáticos, militares y económicos— y el presidente Trump me informó sobre lo que Putin le dijo. Creemos que la fuerza de Estados Unidos, junto con la de Ucrania y todos nuestros socios, es suficiente para impulsar a Rusia hacia la paz", resumió, pero entiende que si Kiev se queda fuera de las conversaciones será "una traición" por parte de Trump. De momento, una primera toma de contacto más tangible se dará precisamente en Munich, donde se verá con el vicepresidente JD Vance.
De momento no hay muchos más avances y las fuentes diplomáticas consultadas por 20minutos asumen que la fecha clave será la cumbre de la OTAN del próximo verano en Washington. La posición de EEUU, con todo, es clara: la seguridad de Ucrania ha de depender en gran medida de Europa y es "poco práctica" la entrada del país en la Alianza Atlántica. Además, cuando llegue la paz no habrá tropas estadounidense sobre el terreno y Kiev no quedará bajo el artículo 5 de la organización, relativo a la defensa mutua. En cambio, el secretario de Defensa de EEUU, Pete Hegseth, no ve "traición" por parte de los suyos, que quieren, de un lado "una paz duradera" y por otro que Europa aumente considerablemente su inversión en Defensa.
Al mismo tiempo, Trump considera que sería "poco probable" que se volviera a las fronteras de 2014, con Crimea sin ser parte de Rusia, y reiteró la necesidad de que Ucrania "haga la paz". Eso incluye, a ojos de EEUU, la posibilidad de que Kiev tenga que ceder territorio... algo por lo que Zelenski no pasa. "Tomaron mucha tierra y lucharon por ella, perdieron muchos soldados, pero me parece improbable. No estoy diciendo aquí mi opinión al respecto, pero he leído mucho sobre esto y muchas personas lo piensan", dijo el presidente estadounidense sobre las opciones ucranianas. Trump dibuja, por tanto, lo que para muchos es una negociación inclinada hacia Putin, que destaca la voluntad de ambos por "una solución negociada", según el Kremlin.
De hecho, Moscú se ha regodeado de Europa en un mensaje del expresidente ruso, Dimitri Medvedev. "La Europa solterona y fría está loca de celos y rabia. No fue advertida de la llamada Putin-Trump ni consultada sobre su contenido o declaraciones posteriores. Muestra su verdadero papel en el mundo y sus posibilidades de conseguir un marido. No es de extrañar. El tiempo de Europa ha terminado. Es débil, fea e inútil", escribió en redes sociales.
¿Y qué dice la OTAN? De momento solo busca puntos de encuentro con Estados Unidos, y ve prematuro profundizar demasiado tras la llamada de Trump al Kremlin. Así lo expresó este jueves el secretario general, Mark Rutte. "Está surgiendo una clara convergencia. Todos queremos la paz en Ucrania más pronto que tarde. Todos queremos que Ucrania esté en la mejor posición posible cuando comiencen esas conversaciones, para asegurarnos de que puedan concluir con éxito", sostuvo, aunque reiteró que la paz tiene que ser "duradera" sobre todo para dar seguridad. "No podemos permitir que Putin vuelva a intentar capturar otro kilómetro cuadrado de Ucrania en el futuro", concluyó. Y lanzó una especie de aviso. Zelenski tiene que ser la voz principal en todo: "Es crucial que hablemos de Ucrania, que Ucrania está estrechamente implicada en todo lo que sucede sobre Ucrania".
Es crucial que hablemos de Ucrania, que Ucrania está estrechamente implicada en todo lo que sucede sobre Ucrania
Mientras, Europa llega a la Conferencia de Munich 'sola' ante el peligro y en una posición de debilidad. "Esperamos discutir el camino a seguir junto con nuestros aliados estadounidenses. Nuestros objetivos comunes deben ser poner a Ucrania en una posición de fuerza. Ucrania y Europa deben participar en cualquier negociación", concluyeron el miércoles a última hora los ministros de Exteriores de Francia, Alemania, Italia, Polonia y España, reunidos en París.
"No se puede decidir nada sobre Ucrania sin Ucrania y no se puede decidir nada sobre la seguridad europea sin Europa porque la agresión rusa a Ucrania afecta claramente a la seguridad europea", avisó por su parte el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares. En la cabeza de todos está la conversación para los acuerdos de Minsk de 2014, en cuya mesa se sentaron los propios Putin y Zelenski junto a Angela Merkel y François Hollande. En cambio, ahora mismo no parece tangible que Alemania y Francia vayan a tener el mismo papel. En la UE hay mucho recelo sobre los movimientos de Trump, pero nadie eleva la voz demasiado por el momento.
De quien sí ha encontrado EEUU el guiño es de China, su gran rival estratégico en el escenario global. "China está contenta por ver que Rusia y Estados Unidos refuerzan sus comunicaciones y su diálogo sobre varios asuntos internacionales", sostuvo el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Guo Jiakun, que apeló a la "influencia" de Rusia y Estados Unidos en el contexto global. "China siempre ha pensado que el diálogo y la negociación son la única forma viable para salir de la crisis y siempre ha insistido en promover la paz y el diálogo". La gran pregunta no está en si alcanzar la paz o no, sino qué paz. Y ahí está -o parece estar- la verdadera división entre Europa y Estados Unidos. Munich apunta a convertirse en la primera parada de un nuevo capítulo.