La cinta de casete de Carlos Jesús que el tiempo olvidó y que es el Santo Grial para entender la televisión chusca de los años 90

La llegada de las televisiones privadas abrieron para siempre el entonces encorsetado mundo de la televisión en España. Por un lado empezamos a tener strip-tease en todos los sitios (incluyendo en la hasta entonces pulcra TVE), por otro acceso a series y programas extraños que marcaron época, como el anime de Telecinco, y por otro el inicio televisivo del morbo que daban los que después serían conocidos como los "frikis", esos personajes descubiertos por Javier Cárdenas que supieron capitalizar sus rarezas permitiendo que un país entero se riera de ellos. Solo en una España que empezaba a vislumbrar que había más televisión más allá del 'Un, dos, tres' se puede entender el boom de famosos como Carlos Jesús. Del cielo vendrán El recientemente fallecido Carlos Jesús formaba parte de dos estirpes que nacieron en la televisión española a mediados de los 90. Por un lado, de los "frikis" explotados por programas como '¡Al ataque!', 'Crónicas marcianas' y 'Esta noche cruzamos el Mississippi'. Algunas de sus marionetas fueron la saga Tamara (con Paco Porras, Arlequín, Tony Genil y demás), Tristán Baker, Galindo, Rappel, Pozí y un largo etcétera que tuvieron su eclosión final en ese terrorífico testimonio de una época que fue 'FBI (Frikis Buscan Incordiar)'. Por otro, de los curanderos y profetas que atiborraron Telecinco, TVE y Antena 3 por aquel entonces, desde Rappel hasta Giorgio Bongiovani u Octavio Aceves, que en esta loquísima carrera por el morbo participó en '¿Quién sabe dónde?' (un programa que se dedicaba a encontrar desaparecidos) tratando de "consolar" a las familias afectadas y provocando la dimisión de un Paco Lobatón desconsolado. Y entre todos ellos, Carlos Jesús destacaba por derecho propio: era un personaje que, de puro marciano, resultaba entrañable e inofensivo. El más extraño de todos ellos, el que daba más juego a Javier Sardá, el juguete roto definitivo. En Espinof Cuando TVE y Telecinco competían por el striptease más chabacano: la paletada más grande de los años 90 Carlos Jesús cambiaba de voz al ser poseído por una de sus dos personalidades alternativas (Cristofer y Micael), aseguraba ser un curador intergaláctico que había muerto y resucitado dos veces, juraba conocer a Dios y sermoneaba a todo el que quería escucharle sobre los 13 millones de naves que vendrían de Raticulín, Ganímedes, Orión y otras galaxias. Con medio país riéndose de sus barbaridades tras sus primeras apariciones en '¡Al Ataque!', el curandero decidió que era el momento de expandir su poder haciendo lo que todo el mundo con un poquito de reconocimiento hacía por aquella época: sacar un casete. ¡Nuevas revelaciones, anunciadas en TV! Allá por 1992, después de su éxito (por así llamarlo) en el programa de Alfonso Arús y antes de dar el salto a Telecinco, Carlos Jesús lanzó una cinta, sin frenos ni control de su discurso, para todo el que quisiera escucharle. En una época donde los viajes en familia se amenizaban con casetes de Eugenio o Arévalo, ¿por qué no iba a intentar probar suerte el curandero favorito de todos? Lanzado por la discográfica Max Music (sí, la misma que la del fantástico documental 'Megamix Brutal') y Yel, 'Nuevas Revelaciones' llegó a ser anunciado en televisión y tuvo un resultado relativamente bueno, aunque ahora nos sorprenda. Dentro de sus vivencias, separadas por preguntas emitidas con una voz distorsionada, podíamos encontrar pistas como 'Accidentes extraterrestres', 'Michael Jackson', 'La moto' o la fascinante 'El Sida y el 69', donde, para hacernos una idea del nivel, afirmaba "la Iglesia dice que la fruta prohibida fue la manzana. ¡Qué va! El Padre Eterno me dijo que no, porque si la manzana estuviera prohibida tú si compras una manzana ahora mismo, vas al mercado, compras la manzana, ¿estás comiendo el pecado? ¿A quién se le mete esto en la cabeza? (...) Entonces, ¿qué es lo que hicieron? Pues el 69". Imagina cuarenta minutos así: pues eso era esta cinta tan abominable como testimonio de una era. Para llamar más la atención del oyente, Carlos Jesús incluía efectos de sonido de todo tipo y pelaje (todos ellos de una colección de efectos gratuitos, claro está). La cinta pasa de nombrar supuestas profecías venidas del mismo cielo a volverse grotesca cuando la voz le pregunta "Cuéntanos los problemas que tuvo Carlos Jesús para sacarse el carnet de conducir motocicletas". El vidente empieza a narrar entonces aquella vez que en una autoescuela le dijeron que no podía sacarse el carnet porque estaba "loco", y cómo los médicos ("unos niños de papá", dice por encima del inenarrable sonido de unos bebés jugueteando) le preguntaron cosas "deshonestas y huidizas, sobre tenía contactos con hombres o con mujeres, o si hacía actos deshonestos". Finalmente, puso una denuncia a la Junta de Andalucía. Todo esto está en su casete 'Nuevas revelaciones'. Sí, de verdad.

Abr 7, 2025 - 19:30
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La cinta de casete de Carlos Jesús que el tiempo olvidó y que es el Santo Grial para entender la televisión chusca de los años 90

La cinta de casete de Carlos Jesús que el tiempo olvidó y que es el Santo Grial para entender la televisión chusca de los años 90

La llegada de las televisiones privadas abrieron para siempre el entonces encorsetado mundo de la televisión en España. Por un lado empezamos a tener strip-tease en todos los sitios (incluyendo en la hasta entonces pulcra TVE), por otro acceso a series y programas extraños que marcaron época, como el anime de Telecinco, y por otro el inicio televisivo del morbo que daban los que después serían conocidos como los "frikis", esos personajes descubiertos por Javier Cárdenas que supieron capitalizar sus rarezas permitiendo que un país entero se riera de ellos. Solo en una España que empezaba a vislumbrar que había más televisión más allá del 'Un, dos, tres' se puede entender el boom de famosos como Carlos Jesús.

Del cielo vendrán

El recientemente fallecido Carlos Jesús formaba parte de dos estirpes que nacieron en la televisión española a mediados de los 90. Por un lado, de los "frikis" explotados por programas como '¡Al ataque!', 'Crónicas marcianas' y 'Esta noche cruzamos el Mississippi'. Algunas de sus marionetas fueron la saga Tamara (con Paco Porras, Arlequín, Tony Genil y demás), Tristán Baker, Galindo, Rappel, Pozí y un largo etcétera que tuvieron su eclosión final en ese terrorífico testimonio de una época que fue 'FBI (Frikis Buscan Incordiar)'.

Por otro, de los curanderos y profetas que atiborraron Telecinco, TVE y Antena 3 por aquel entonces, desde Rappel hasta Giorgio Bongiovani u Octavio Aceves, que en esta loquísima carrera por el morbo participó en '¿Quién sabe dónde?' (un programa que se dedicaba a encontrar desaparecidos) tratando de "consolar" a las familias afectadas y provocando la dimisión de un Paco Lobatón desconsolado. Y entre todos ellos, Carlos Jesús destacaba por derecho propio: era un personaje que, de puro marciano, resultaba entrañable e inofensivo. El más extraño de todos ellos, el que daba más juego a Javier Sardá, el juguete roto definitivo.

Carlos Jesús cambiaba de voz al ser poseído por una de sus dos personalidades alternativas (Cristofer y Micael), aseguraba ser un curador intergaláctico que había muerto y resucitado dos veces, juraba conocer a Dios y sermoneaba a todo el que quería escucharle sobre los 13 millones de naves que vendrían de Raticulín, Ganímedes, Orión y otras galaxias. Con medio país riéndose de sus barbaridades tras sus primeras apariciones en '¡Al Ataque!', el curandero decidió que era el momento de expandir su poder haciendo lo que todo el mundo con un poquito de reconocimiento hacía por aquella época: sacar un casete.

¡Nuevas revelaciones, anunciadas en TV!

Allá por 1992, después de su éxito (por así llamarlo) en el programa de Alfonso Arús y antes de dar el salto a Telecinco, Carlos Jesús lanzó una cinta, sin frenos ni control de su discurso, para todo el que quisiera escucharle. En una época donde los viajes en familia se amenizaban con casetes de Eugenio o Arévalo, ¿por qué no iba a intentar probar suerte el curandero favorito de todos? Lanzado por la discográfica Max Music (sí, la misma que la del fantástico documental 'Megamix Brutal') y Yel, 'Nuevas Revelaciones' llegó a ser anunciado en televisión y tuvo un resultado relativamente bueno, aunque ahora nos sorprenda.

Carlos

Dentro de sus vivencias, separadas por preguntas emitidas con una voz distorsionada, podíamos encontrar pistas como 'Accidentes extraterrestres', 'Michael Jackson', 'La moto' o la fascinante 'El Sida y el 69', donde, para hacernos una idea del nivel, afirmaba "la Iglesia dice que la fruta prohibida fue la manzana. ¡Qué va! El Padre Eterno me dijo que no, porque si la manzana estuviera prohibida tú si compras una manzana ahora mismo, vas al mercado, compras la manzana, ¿estás comiendo el pecado? ¿A quién se le mete esto en la cabeza? (...) Entonces, ¿qué es lo que hicieron? Pues el 69". Imagina cuarenta minutos así: pues eso era esta cinta tan abominable como testimonio de una era.

Para llamar más la atención del oyente, Carlos Jesús incluía efectos de sonido de todo tipo y pelaje (todos ellos de una colección de efectos gratuitos, claro está). La cinta pasa de nombrar supuestas profecías venidas del mismo cielo a volverse grotesca cuando la voz le pregunta "Cuéntanos los problemas que tuvo Carlos Jesús para sacarse el carnet de conducir motocicletas". El vidente empieza a narrar entonces aquella vez que en una autoescuela le dijeron que no podía sacarse el carnet porque estaba "loco", y cómo los médicos ("unos niños de papá", dice por encima del inenarrable sonido de unos bebés jugueteando) le preguntaron cosas "deshonestas y huidizas, sobre tenía contactos con hombres o con mujeres, o si hacía actos deshonestos". Finalmente, puso una denuncia a la Junta de Andalucía. Todo esto está en su casete 'Nuevas revelaciones'. Sí, de verdad.

Cerca del final de la cinta, el profeta nos habla de las acciones buenas y malas de Michael Jackson, al que califica como "ese negrito que se ha cambiado de color". La buena acción era enviar ayuda humanitaria. La mala, "sacar una copla que se veía a los muertos saliendo. Entonces tuvo una descarga eléctrica para que por ahí no fuera más". Y ya de paso, habla sobre la verdad del desastre del Challenger: "Le provocaron la caída porque llevaba un armamento muy peligroso, fue cuando empezamos a barajar lo de la guerra de las galaxias, de poner arriba un láser para producir un arma estratégica y hacer daño sobre lo que ellos quisieran en la Tierra". En fin, puedes escuchar sus profecías al completo en YouTube porque un benefactor ha colgado la cinta. Gracias por tanto, Internet.

La nota amarga de este Santo Grial de los años 90 televisivos españoles viene, como siempre, en el qué pasó después: Carlos Jesús, dolido por el trato que le dieron en televisión y el desprecio de la sociedad, se recluyó en su casa de Dos Hermanas donde siguió haciendo "curaciones por fe" hasta su muerte el pasado enero. Como tantos otros personajes televisivos, tras él solo queda una fama caduca e injusta, un engaño catódico y una muerte solitaria. Nos queda su cinta para recordar que, más allá de la persona de la que se rieron, hubo un personaje fascinante y único, que en el sanitizado panorama televisivo actual jamás hubiera surgido por sí mismo. Venga o no venga de Raticulín.

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La noticia La cinta de casete de Carlos Jesús que el tiempo olvidó y que es el Santo Grial para entender la televisión chusca de los años 90 fue publicada originalmente en Espinof por Randy Meeks .