La Casa Blanca se enzarza con 'The Atlantic' por la filtración de su chat y anuncia que Elon Musk le está investigando
La Casa Blanca ha cargado contra The Atlantic después de que la revista publicase este miércoles por la mañana los planes de ataque que el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, compartió a través de un grupo de Signal al que se añadió por error al periodista Jeffrey Goldberg. A pesar de que las capturas del chat muestran cómo se compartió información concreta sobre la hora de los bombardeos, el armamento y los objetivos, la portavoz del Gobierno, Karoline Leavitt, ha mantenido la versión de Washington y ha asegurado que no se trata de información clasificada. A su vez, Leavitt también ha confirmado que Elon Musk se encuentra investigando par determinar cómo pudo ocurrir este error. El consejero de Seguridad Nacional, Michael Waltz, incluyó por error a Goldberg en un chat donde se discutían planes de ataque militar, sin que nadie se molestase en comprobar cuáles eran los participantes del grupo. "El Consejo de Seguridad, la Casa Blanca y el equipo de Elon Musk se encuentran liderando la investigación. En concreto, Elon Musk se ha ofrecido para poner sus expertos técnicos a nuestra disposición para descubrir como este número de teléfono fue añadido de forma inadvertida al chat y asegurarnos de que esto no vuelva a pasar nunca más", ha explicado Leavitt. En las capturas publicadas en la revista, puede leerse: "Michael Waltz (consejero de Seguridad Nacional) te ha añadido al grupo". Waltz, incapaz de encontrar una explicación La noche del martes, Waltz tomó responsabilidad del error en una entrevista con la Fox. Allí, al ser preguntado cómo era posible que el número de Goldberg hubiera terminado dentro del grupo, respondió: "¿Alguna vez has tenido el contacto de alguien que muestra su nombre y luego tienes el número de otra persona ahí? Por supuesto que no vi a este perdedor en el grupo. Parecía otra persona. Si lo hizo deliberadamente o si ocurrió de alguna otra manera técnica, es algo que estamos tratando de descubrir". Por su parte, Leavitt ha dado la rueda de prensa diaria de la Casa Blanca atacando contundentemente a la revista y al periodista. "Goldberg es un hater anti-Trump. Es un demócrata registrado. La esposa de Goldberg también es demócrata registrada y una gran donante del Partido Demócrata que solía trabajar bajo Hillary Clinton", ha señalado la portavoz, que también lo acusó de "estar detrás de la mentira sobre las armas de destrucción masiva que nos llevaron a la guerra de Irak". No obstante, el responsable de aquello no fue el periodista, ni los demócratas, sino el gobierno republicano de George Walker Bush. Centrados en los ataques y olvidándose de las correspondientes explicaciones, Leavitt no ha sido capaz de ofrecer gran detalle al respecto de si la información filtrada es confidencial o no. "Volviendo a dirigirme al público estadounidense: ¿Creéis al secretario de Defensa, quien fu nominado para el cargo, certificado por el Senado, que ha servido en combate de forma honorable con el uniforme de nuestra nación, o creéis a Jeffrey Goldberg, que es un demócrata...
La Casa Blanca ha cargado contra The Atlantic después de que la revista publicase este miércoles por la mañana los planes de ataque que el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, compartió a través de un grupo de Signal al que se añadió por error al periodista Jeffrey Goldberg. A pesar de que las capturas del chat muestran cómo se compartió información concreta sobre la hora de los bombardeos, el armamento y los objetivos, la portavoz del Gobierno, Karoline Leavitt, ha mantenido la versión de Washington y ha asegurado que no se trata de información clasificada. A su vez, Leavitt también ha confirmado que Elon Musk se encuentra investigando par determinar cómo pudo ocurrir este error. El consejero de Seguridad Nacional, Michael Waltz, incluyó por error a Goldberg en un chat donde se discutían planes de ataque militar, sin que nadie se molestase en comprobar cuáles eran los participantes del grupo. "El Consejo de Seguridad, la Casa Blanca y el equipo de Elon Musk se encuentran liderando la investigación. En concreto, Elon Musk se ha ofrecido para poner sus expertos técnicos a nuestra disposición para descubrir como este número de teléfono fue añadido de forma inadvertida al chat y asegurarnos de que esto no vuelva a pasar nunca más", ha explicado Leavitt. En las capturas publicadas en la revista, puede leerse: "Michael Waltz (consejero de Seguridad Nacional) te ha añadido al grupo". Waltz, incapaz de encontrar una explicación La noche del martes, Waltz tomó responsabilidad del error en una entrevista con la Fox. Allí, al ser preguntado cómo era posible que el número de Goldberg hubiera terminado dentro del grupo, respondió: "¿Alguna vez has tenido el contacto de alguien que muestra su nombre y luego tienes el número de otra persona ahí? Por supuesto que no vi a este perdedor en el grupo. Parecía otra persona. Si lo hizo deliberadamente o si ocurrió de alguna otra manera técnica, es algo que estamos tratando de descubrir". Por su parte, Leavitt ha dado la rueda de prensa diaria de la Casa Blanca atacando contundentemente a la revista y al periodista. "Goldberg es un hater anti-Trump. Es un demócrata registrado. La esposa de Goldberg también es demócrata registrada y una gran donante del Partido Demócrata que solía trabajar bajo Hillary Clinton", ha señalado la portavoz, que también lo acusó de "estar detrás de la mentira sobre las armas de destrucción masiva que nos llevaron a la guerra de Irak". No obstante, el responsable de aquello no fue el periodista, ni los demócratas, sino el gobierno republicano de George Walker Bush. Centrados en los ataques y olvidándose de las correspondientes explicaciones, Leavitt no ha sido capaz de ofrecer gran detalle al respecto de si la información filtrada es confidencial o no. "Volviendo a dirigirme al público estadounidense: ¿Creéis al secretario de Defensa, quien fu nominado para el cargo, certificado por el Senado, que ha servido en combate de forma honorable con el uniforme de nuestra nación, o creéis a Jeffrey Goldberg, que es un demócrata...
