La acusada de matar a su pareja en un bar de Calella en 2023 dice que lo hizo sin querer y en defensa propia

La mujer acusada de matar a su pareja en el bar que regentaban en Calella (Barcelona) en julio de 2023 ha asegurado este martes que lo hizo sin querer y en defensa propia. Durante su declaración en la Audiencia de Barcelona, ha explicado que la noche de los hechos el hombre intentó quemarle la cara en los fogones de la cocina, y ella, viendo peligrar su vida, cogió un cuchillo, sin saber que lo era, y le golpeó en el lateral.

Fue entonces cuando se dio cuenta de que era un cuchillo y que el hombre sangraba. Según ha dicho, él le habría pedido a la mujer que no avisara a la ambulancia porque podía ser detenido por tener antecedentes de violencia machista. La mujer se enfrenta a 22 y 25 años de prisión por asesinato, pedidos por las acusaciones, mientras que la defensa pide la absolución para actuar en defensa propia.

Durante el juicio, la mujer ha declarado que la tarde de los hechos estuvieron bebiendo mucho por bares del pueblo hasta la madrugada. Luego, ella se fue al local sola, pero cuando el hombre llegó discutieron y él la habría golpeado. En un momento dado, la cogió por los pelos y le acercó la cara a un fogón encendido amenazando con quemarla y matarla.

Fue entonces cuando la mujer, desesperada, ha explicado que encontró un objeto cerca, pensando que era una espátula de cocina, y le quiso dar un golpe en el lateral para que la soltara. Era un cuchillo, se lo clavó en lo alto de la espalda, según ella, sin darse cuenta de que en realidad lo estaba apuñalando. "Yo sabía que me iba a matar, porque lo había intentado otras veces", ha dicho, recordando que incluso le había puesto veneno para insectos en una bebida. "Era mi vida o la de él", ha dicho medio llorando en respuesta a la fiscal.

Cuando se dio cuenta, quiso avisar a una ambulancia, ha asegurado, pero el hombre le dijo que no lo hiciera porque lo detendrían por violencia doméstica, como había pasado hacía dos semanas. Según la acusada, le dijo que solo era un corte y que iba a ducharse. Al rato, la mujer no escuchaba la ducha y entró al baño, donde lo encontró en el suelo. Pensaba que dormía a causa de la borrachera, le intentó despertar, le dio la vuelta y lo grabó para enseñarle el video más tarde con los efectos del alcohol, como hacían a menudo mutuamente.

En respuesta a su abogado ha dicho que ella no tenía intención de matarlo: "No le quería denunciar porque no quería que le pasara nada malo, y menos matarlo, quería dejarlo, pagar la deuda, dejar el bar y desaparecer de su vida".

En cambio, según la fiscalía, los dos se discutieron y la mujer cogió un cuchillo de cocina y se lo clavó. El hombre, que tenía una tasa de alcohol de 2,5 gramos por litro de sangre, no se pudo defender, cayó al suelo y se quedó agonizando al menos durante 32 minutos sin recibir ninguna ayuda. Fue después cuando la mujer avisó a emergencias, que no le pudieron salvar la vida.

Entre la pareja constaban cuatro antecedentes judiciales por violencia en el ámbito del hogar: dos procedimientos de diligencias urgentes que fueron archivados, un juicio inmediato de delito leve con sentencia absolutoria y unas diligencias urgentes en Rubí.

Turno de los testigos

Después de la acusada ha sido el turno de seis testigos: el propietario del local, dos vecinos y tres sanitarios que atendieron la víctima. El propietario ha explicado que nunca vio discusiones entre víctima y acusada, y que le debían unos 8.000 euros del alquiler. Los dos vecinos, pareja, han explicado que a menudo sentían discusiones subidas de tono entre la pareja, y que la policía había venido más de una vez.

No obstante, aquel día solo escucharon gritar a la mujer. Los tres sanitarios han explicado que cuando llegaron a la puerta del local estaba cerrada y que tuvieron que esperar a los Mossos para poder entrar. Fue entonces cuando encontraron al hombre agonizante en el suelo de una habitación, no del baño, con bastante sangre.