Kéfir vs. yogur: las diferencias entre ambos productos y cuál tiene más beneficios para la salud
Aunque de apariencia similar, el yogur y el kéfir tienen matices diferentes. Esto es todo lo que tienes que saber.

Desde que somos pequeños y si no nos comemos el yogur de la merienda no nos podemos levantar de la mesa para seguir jugando hasta que nos hacemos adultos salimos a disfrutar de los archiconocidos brunchs donde por supuesto no falta un bonito y delicioso bol de yogur con mueslis y frutas, este alimento nos ha acompañado durante toda la vida. En los últimos años, el kéfir ha ido ganando presencia y comiéndose el terreno de este clásico lácteo. ¿Qué diferencia ambos productos?
Tanto el kéfir como el yogur son dos de los productos lácteos fermentados más populares y antiguos del mundo valorados en todo el planeta por su sabor, textura y beneficios para la salud.
Ambos han sido valorados no solo por su sabor y textura, sino también por sus potenciales beneficios para la salud, pero ¿sabrías explicar las diferencias y distinguir entre las virtudes de uno u otro?
Desde Fit Generation, academia online de dietistas y entrenadores personales nos explican las similitudes y diferencias entre ambos productos.
El yogur, de origen balcánico y fuente de calcio y vitamina D
El yogur tiene sus raíces en la región de los Balcanes y Medio Oriente, y ha sido objeto de numerosos estudios científicos que avalan sus beneficios para la salud.
Se produce fermentando la leche mediante la acción de dos bacterias específicas: Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus y Streptococcus thermophilus.
Estas bacterias trabajan en simbiosis para fermentar la lactosa, el azúcar natural de la leche, convirtiéndola en ácido láctico. En cuanto sus beneficios, cabe mencionar que mejora la salud ósea, ya que el yogur es una fuente rica en calcio y vitamina D (cuando está fortificado), esenciales para la salud ósea y la prevención de la osteoporosis, además de velar por la microbiota intestinal.
El yogur también afecta a nuestro metabolismo y peso corporal, ya que se ha encontrado una asociación entre el consumo regular de yogur y un menor riesgo de obesidad y síndrome metabólico, además de reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
El kéfir, de origen caucásico y alto en bacterias ácido-lácticas
Se trata de un producto originario de las montañas del Cáucaso que ha sido consumido durante miles de años y es conocido por su riqueza en probióticos y su perfil nutricional único.
"Se elabora utilizando granos de kéfir, que son agregados de proteínas, lípidos y polisacáridos que albergan una compleja comunidad de microorganismos. Estos granos contienen una amplia variedad de bacterias ácido-lácticas, bacterias ácido-acéticas y levaduras. A diferencia del yogur, el kéfir fermenta tanto la lactosa como otros componentes de la leche, produciendo ácido láctico, dióxido de carbono, etanol y otros compuestos que contribuyen a su sabor ligeramente efervescente y agrio", aseguran desde Fit Generation.
En cuanto a los beneficios del kéfir, mejora la digestión y salud gastrointestinal reduciendo síntomas como diarrea, hinchazón y dolor abdominal y ayuda a la actividad antimicrobiana por sus compuestos bioactivos que pueden inhibir el crecimiento de patógenos intestinales como Salmonella y Helicobacter pylori.
También tiene beneficios para el sistema inmunológico y para el control glucémico y perfil lipídico, ya que algunos estudios sugieren que el kéfir puede ayudar a mejorar el control de la glucosa en sangre y reducir los niveles de colesterol LDL en pacientes con diabetes tipo 2.