Jana Maradona apuntó al médico Leopoldo Luque y se quebró al recordar el día de la muerte de su padre
Una de las hijas del astro mundial del fútbol declaró como testigo en el juicio en el que se debaten las circunstancias que rodearon el fallecimiento

Su relato había comenzado con el recuerdo del momento en que conoció a su padre, Diego Armando Maradona. Fue en 2014 cuando ella se presentó en un gimnasio. Fue el comienzo de un vínculo, donde ella conoció su mundo y él, el de ella. ”Además de ser un padre como cualquier otro, era una persona muy famosa”, dijo Jana Maradona al comenzar su declaración testimonial en el juicio en el que se debaten las circunstancias que rodearon el fallecimiento del astro mundial del fútbol. La joven, que la semana próxima cumple 29 años, se quebró y lloró.
El momento del quiebre emocional de Jana fue cuando habló del momento en que se enteró de la muerte de su padre. Ese 25 de noviembre de 2020, la joven y su hermana Gianinna habían acordado ir a almorzar con Diego en la casa del barrio cerrado San Andrés, en Tigre, donde Maradona vivía desde dos semanas antes.
Fue un mensaje del padre de una amiga que le anticipó el triste final. “Lo siento mucho”, le escribió el hombre a modo de pésame. Ella lo ignoró “porque era obvio que mentía. Porque la tele miente con esas cosas”.
Después, su primo Jonathan Espósito le avisó por chat que su padre había “entrado en paro”. Y, en el momento en que estaba en la esquina del barrio San Andrés, escuchó por la radio la confirmación de la noticia del fallecimiento.
“Cuando llego, Monona [la cocinera] me abraza. Entro [en la habitación], estaba mi papá en la cama y había fallecido”, recordó para romper en llanto. La declaración solo continuó después de que la joven tomara agua para calmar su angustia.
Parte del testimonio de Jana se enfocó en cómo se había decidido llevar a Maradona a la casa alquilada en Tigre después de su operación de un hematoma subdural. La intervención quirúrgica había sido en la Clínica Olivos el 4 de noviembre de 2020.
Antes había definido al neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, dos de los acusados de homicidio simple con dolo eventual, como “el equipo médico de cabecera” y afirmó que después se sumó el psicólogo Carlos Díaz, otros de los imputados juzgados en el juicio.
“Después de la operación, mi papá estuvo unos días en terapia intensiva. Las autoridades de la Clínica Olivos nos ofrecen dos caminos, una internación en una clínica de rehabilitación donde iba a estar controlado 24x7 y monitoreado. Y, por otro lado, ofrecían una internación domiciliaria, que iban a acompañar con medicación, enfermeros y aparatología. Cuando el director médico de la Clínica Olivos, Pablo Dimitroff, empezó a sugerir que la mejor opción era llevarlo a una clínica de rehabilitación, Luque nos pide una reunión [a la familia], donde nos dijo que era una locura llevarlo a una clínica porque decía que teníamos una sola bala y que mi papá no iba a querer y también decía que desde Swiss Medical querían promocionarse con la clínica de rehabilitación”, afirmó bajo juramento de decir la verdad.
La hija Maradona sostuvo que Luque, con énfasis, explicaba que la mejor opción era la internación domiciliaria. ”Estaba indignado con la primera propuesta. Nosotros nos desviamos para la internación domicilia porque si el médico de cabecera lo sugería”, dijo la joven.
Ante una pregunta de Patricio Ferrari, uno de los fiscales generales adjuntos de San Isidro, Jana no dudo en afirmar que la sugerencia de Luque hizo que la decisión fuera la de la internación domiciliaria.
¿Qué entendía por internación domiciliaria?, le pregunto el fiscal Ferrari. “Médicos a disposición, aparatología a disposición, todo lo que requería una internación”, explicó la joven. Y sostuvo que no vio aparatología ni algo médico, solo el “cosito” del oxígeno.
Después, respecto de la casa alquilada en Tigre, sostuvo que la encontró Vanesa Morla, a la que definió como la secretaria de su padre. Se trata de la hermana del abogado y quien fue representante de Maradona, Matías Morla.
El contratado de alquiler lo suscribió Jana a pedido de Vanesa Morla. La explicación fue que si firmaba otra persona, por las internas familiares, quizá no iba a autorizar el ingreso de alguien en particular.
“Firmalo vos porque son quien puede autorizar a todos”, recordó Jana que fue la explicación que le dio Morla.
En otra parte de su declaración sostuvo que su padre lo amaba a Luque, lo quería y se alegraba al verlo y Luque se sentía bien y cómodo con esa situación.
Recordó un episodio que ocurrió el 18 de noviembre de 2020, una semana antes del fallecimiento de su padre. Ese día se habían presentado en la casa del lote 45 del barrio San Andrés el médico Pedro Di Spagna, otro de los acusados, y un nutricionista, pero Maradona estaba de mal humor y no los quiso recibir. Es más, le habría pegado una trompada a Luque, según dijo el neurocirujano a Jana y Giannina.
Después hizo referencia a cómo estaba integrado el “equipo de trabajo de su padre” y nombró a los hermanos Morla y Maximiliano Pomargo.
“El que dirigía todo el equipo de trabajo era Morla”, en referencia al abogado. A quien también definió como el apoderado de su padre y quien hacía los pagos porque su padre no se encargaba de esas cuestiones.
“De todo se encargaba el equipo de trabajo. O sea entre Matías y Vanesa Morla y Maximiliano Pomargo. Todo pasaba por ellos”, dijo en uno de los momentos finales de su declaración.
Jana se retiró del edificio de los Tribunales de San Isidro sin hablar con los medios que la esperaban en la puerta. Se fue acompañada por uno de sus abogados, Félix Linfante, quien la contuvo antes y después de su presencia en la sala de audiencias.