Investigadores españoles presentan el primer exoesqueleto pediátrico para Casa: "Cambio radical"
Marsi-Bionics, el CSIC y cuatro hospitales de Madrid han desarrollado al "predecesor" de ATLAS, de uso clínico.

Una década después de la presentación de ATLAS, el primer exoesqueleto pediátrico de uso clínico que llegó a los servicios de rehabilitación de diferentes hospitales españoles y de otras partes del mundo para trabajar con menores con patologías que les reducen la movilidad y autonomía, este martes se ha presentado en Madrid el siguiente paso: Explorer, el primer exoesqueleto pediátrico de uso doméstico y en exteriores como colegios o la calle. "Un sueño hecho realidad" para los cerca de 8.000 niños que en España podrían beneficiarse de este nuevo proyecto desarrollado por 45 investigadores de la empresa Marsi-Bionics, el CSIC y cuatro hospitales públicos madrileños. Sus creadores esperan poder lanzarlo al mercado "antes del verano", una vez consigan el marcado CE y la certificación de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).
Este prototipo, que ya ha superado los ensayos clínicos con cerca de 50 pacientes, en los que se ha constatado su eficacia y seguridad, servirá para niños de entre dos y 17 años de edad o hasta los 60 kilos aproximadamente y permitirá un "acompañamiento a lo largo del desarrollo" de los menores. Su precio aún no está definido, pero Elena García Armada, investigadora y CEO de Marsi-Bionics, ha avanzado que costará más o menos como un coche de gama "media".
La presentación ha tenido lugar en la sede del CSIC, donde su presidenta, Eloísa del Pino, ha destacado de la ingeniera García ha recibido "todos los premios posibles que se pueden tener en este ámbito". Con más de medio centenar de reconocimientos, la "mayor recompensa" para García Armada es "el abrazo" que le dan las familias. "Todas" las que probaron el ATLAS durante la rehabilitación clínica, "desde el minuto uno, pedían poder llevárselo a casa, al colegio...". Mientras llega la certificación necesaria para su comercialización, el equipo de investigadores ha preparado otro estudio en paralelo con 15 familias que empezarán a usar Explorer "de forma controlada". Según explica García, la intención es "ver un poquito más qué tal se adaptan los niños, si les resulta cómodo" llevar este robot, que se ha diseñado para poder usarse hasta ocho horas al día "o incluso más".
El aparato es "un cambio de paradigma en la movilidad infantil" -en palabras de la fundadora de Marsi-Bionics- y un "cambio radical en la vida" de los niños -en boca de Roli Aras, la mamá de Minerva, una niña con parálisis cerebral que ya lo ha podido probar en su casa, en el colegio o para otras actividades cotidianas como ir a hacer la compra. Con este nuevo exoesqueleto, la tecnología no solo mejora la salud de los pacientes, sino también su inclusión social. Así lo ha explicado Aras, al hablar de su pequeña (foto arriba) durante la presentación: "Ver a minerva tan integrada me hace muy feliz. Ella y su exoesqueleto están muy acoplados, se siente cómoda y lo disfruta".
Esta emocionada madre ha visto "un sueño hecho realidad" porque ahora su hija "es capaz de hacer cosas que antes no podía" y lo ha logrado "en un periodo de tiempo muy corto", en referencia a las 32 sesiones que ha tenido con el nuevo prototipo de exoesqueleto. "Para nosotras ha sido un cambio radical porque le da más autonomía y ella está muy contenta. El día que fuimos a comprar estaba feliz. Se ve la vida de otra manera, ya no eres un sujeto pasivo, ahora eres capaz de ir aquí y allá" para realizar actividades tan normales como ir a la compra y que la pequeña coja con sus propias manos la manzana que quiere, o que se suba a un taburete o pueda disociar el movimiento de sus piernas. "En silla de ruedas está más metida en sí misma y con el exoesqueleto es más independiente", agrega esta madre. La postura corporal de su hija sentada en una silla de ruedas le complicaba actividades básicas para cualquier menor como atender en clase o relacionarse con sus iguales. Ahora, se 'sube' a su exoesqueleto y dice "adiós, que me voy", ha contado la madre.
"Un todoterreno"
Olga Arroyo, jefa del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid y presidenta de la Sociedad Española de Rehabilitación Infantil, ha comentado que la "maravilla" de Explorer es una realidad gracias a su "predecesor", el exoesqueleto ATLAS 2030, que lleva en el mercado desde 2021 y está presente en 32 hospitales del Sistema Nacional de Salud, en centros de Educación Especial, fundaciones y asociaciones de pacientes y en países como México(3), Francia (5), Polonia (2) o Irlanda (1), entre otros, según los datos facilitados por la investigadora García, que ha calificado a Explorer como un exoesqueleto "todoterreno" puesto que permite llegar a niños con movilidad reducida a lugares donde antes no podían, como simplemente el cuarto de baño para lavarse las manos. Además, es una especie de "transformer" puesto que permite a los pequeños descansar en la posición de sentados, como una silla de ruedas, y se regula la altura del asiento.
Este exoesqueleto ha contado con una inversión de 2,2 millones de euros de los Fondos Europeos Next Generation, a través del PERTE de Salud a la Vanguardia. Raquel Yotti, comisionada del PERTE para la Salud de Vanguardia, ha subrayado que la "colaboración multidisciplinar" ha logrado la "magia" de Explorer, que no solo sirve para mejorar el bienestar de los ciudadanos, sino que también es "motor de desarrollo y crecimiento económico en el sector de salud".
La doctora Arroyo ha explicado que durante el ensayo clínico con 50 familias no se detectó "absolutamente nada grave" en cuestiones de seguridad y usabilidad de este robot, cuyo tiempo de colocación es de "menos de cinco minutos". Además, en cuestiones subjetivas, "nadie se ha quedado frío ante la respuesta del niño a la marcha bípeda", ha añadido. Por ello, los investigadores han llegado a dos conclusiones: que Explorer "ha demostrado seguridad y facilidad de uso en entornos reales" y que "la rehabilitación no tendrá futuro" si no va "de la mano" de la colaboración público-privada.